Hola de nuevo.

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A pesar de las muchas cosas que tuve que hacer en Francia, los días se me hicieron eternos, preferí no llamar a Isabel, intentando respetar su decisión de darle tiempo para pensar y solucionar sus cosas. La extrañaba y mucho, a diario pensaba en ella, en si estaría bien. Luego de casi tres semanas regresamos a Chile, a mi casa llegue muy tarde, sin embargo es un placer volver a tu espacio y dormir en tu propia cama. Mañana es viernes y me lo dieron libre, así es que dejaré todo para mañana. Pancho, mi perro, daba saltos de felicidad al verme y mi gata, Luly, ronroneaba amorosamente, debo agradecer a mi vecino por cuidarme a mis mascotas tan bien durante todos estos días. Luego de una sesión de besos y abrazos a mis compañeros de hogar, caigo rendida en mi cama y no se más de mi hasta bien tarde de la mañana siguiente.

Johana es quien me despierta.

- Hola mala amiga, ni siquiera me llamaste mientras estuviste por allá.

- Y tu? Eres adivina? Como supiste que había llegado?

- No lo sabía, pensaba dejarte un mensaje de voz, pero tuve suerte. Estás desocupada? Quiero ir a verte.

- Ven, no hay problema. Te espero. Y cuelgo.

Luego de ducharme, escucho el timbre y era Johana, nos abrazamos.

- Te extrañe gaya, me dice. Me trajiste algún regalito?

- No!!! Se me olvidó, le digo sin poder evitar la risa y me pone ojos de gato de shrek.

- Apuesto que a Isabel si le trajiste algo, uuuuuuy, si se nota que te gusta.

- Somos amigas Jovi, nada más.

- Pero yo sigo siendo tu mejor amiga, cierto. No quiero que otra usurpe mi lugar.

- Jajajaja, tranquila, ese puesto es tuyo. Toma, tu regalo. Se que te encanta Vitaa, es su último álbum, no lo encuentras en Chile.

- Gracias Andreee, me encantó. Eres la mejor mejor amiga del mundo. Si no fuese por tu mal genio de mierda, serías la mejor mejor amiga del universo. Nos juntamos esta noche para compartir unos tragos?

- Te confirmo, estoy aún muy cansada.

Johana se fue, tuvo que juntarse con su ya oficial novia Paty. Es bueno verla feliz, somos amigas ya por muchos años y debo reconocer que adoro a esa loca de patio.

Luego de almorzar con mi madre y Antonio, quien luce ya totalmente recuperado de su accidente, de darles sus respectivos recuerdos de Francia, regreso a casa a finalmente desarmar mis maletas. Luego de aquello, una vez que estuve tranquila, me atreví a llamar a Isabel. Debo reconocer que tenía terror de no saber si aún quería hablar conmigo.

El teléfono suena tres veces y contesta.

- Alo, andrea?

El corazón  me dio un salto al oír su voz, su hermosa voz.

- Si, hola Isabel, como estás?

- Extrañándote, me responde inmediatamente.

- Yo también te he extrañado, podemos juntarnos hoy, aunque sea un momento?

- Obvio andre, quiero verte. Te parece hoy a las 9:00, en el mismo bar que nos conocimos?

- OK, a las 9 entonces, nos vemos. Beso.

Las horas pasaron lentameeeeeente, intenté hacer de todo, hasta cambié la tierra a los maceteros de flores, con tal de no pensar en nada. A las nueve en punto llego al bar y para sorpresa mía, ella ya estaba ahí. Se me hizo un nudo en el estómago, verla tan linda, sentir su mirada y su sonrisa.

- Hola Isa, llegaste antes.

- Hola, si, estaba ansiosa por verte. Y me da su sonrisa de sol.

Conversamos de miles de cosas, de vinos, tema en el cuál, se maneja muy bien y que a ambas nos encanta, de Francia, de su amor por la cultura gala, aunque no conozca aún el país, hablamos de todo, menos de nuestros sentimientos. Suena mi celular, es Johana.

- Supongo que no me vas a dejar esperando, tengo todo listo, incluso te compré sushi, no me jodas. Dejas lo que estés haciendo y te vienes.

- Johana, te dije que te confirmaría, estoy algo ocupada ahora. Dame un minuto y te llamo. Y le corto.

Es mi mejor amiga, le digo a Isabel, me tenía preparadas algunas cosas, por que llegué, le digo a modo de explicación.

- Vamos, me dice, por mi no hay drama. Me encantaría conocer mejor a tus amigas.

- En serio?

- Obvio, vamos.

En 15 minutos estábamos donde Johana, estaba sólo ella y Patricia, por lo tanto, afortunadamente, éramos nosotras cuatro. La conversación fue muy alegre, me sorprendió ver a Isabel tan deshinibida,  tan comunicativa, fue muy grato verla tan relajada y contenta. En un momento, mientras las chicas se besaban, me dice al oído: hoy quiero dormir contigo. Yo también le respondí, sonrojándome, sin saber por que, y el deseo, creciendo a cada segundo en mi.

Diez minutos después íbamos camino a mi casa, le tomé la mano a Isabel y el roze con su piel provocó un cosquilleo en todo mi cuerpo.

- Isa, tu me encantas, haces que me olvide de todo, me haces sentir bien y viva, le dije en cuanto llegué a mi casa.

- Tu también me encantas, desde el primer día en que te conocí, siento que eres increíble, un paquete completo. Contigo me siento segura y plena, ya terminé todo, las cosas le quedaron claras a mi ex y le dejé en claro que no quiero saber nada más de ella. Desde que te vi, supe que aquello no tenía razón de ser.

Me acerqué a ella y la abraze,  primero besé su mejilla y luego su boca, fue como sentir fuegos artificiales, miles de ellos, mi corazón bombeando sangre a mil por segundo y el deseo de hacerla mía quemandome por dentro.

Camino a mi pieza nos fuimos besando y quitando la ropa, toqué su piel, sus senos, los besé; besé cada centímetro de su cara, de su cuello, de su pecho, el deseo clavando en mi clítoris como una espada con fuego, ella tocándome y besándome también, éramos una, en esa cama, puro sentimiento y pasión, disfrutamos de nuestros cuerpos rozando, los quejidos de Isabel me excitaban aún más, era una sensación increíble sentir su sexo contra el mío, su calor, su humedad, toda ella era mía y nos perdimos en el orgasmo juntas, sellando nuestra primera vez de la manera más perfecta que pueda existir.




Estaba escrito que te amaría.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora