Capitulo 2

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Esa mañana ella despertó sin preveer lo que había sucedido la tarde del día pasado. Se levantó de su cama con sabanas de alta calidad y se dirigió a su baño solo para tomar una tranquila ducha. Al salir, recogió su uniforme de la cama y comenzó a vestir su cuerpo desnudo, iniciando con los calzoncillos y su camisa de manga corta. Al terminar de vestirse, levantó un poco su falda y se miró al espejo, notó que se sonrojaba al ver su calzón de color rosa e imaginarse al profesor con una cara de confusión cuando ella se lo mostrará en gesto de agradecimiento. Se imaginó a ella a solas con él. Era muy vaga la idea pero ya tenía un conocimiento sobre la sexualidad en ese momento, sabía cómo había llegado al mundo y a través de que método, pero prefería no hablar de eso con sus padres, decidió que sería buena idea hablar de esos temas con ellos cuando ya fuese mayor, tal vez en unos 3 o 4 años más. Se miró una vez más frente al espejo y esta vez probó a inclinarse un poco mientras bajaba un poco su calzoncillo rosa, y dejaba al descubierto un poco de su glúteo derecho, se imaginó al profesor y de nuevo se ruborizó, por su mente pasaban cosas muy atrevidas que no se pueden mencionar, no para una niña de doce años. Sin saber que podía hacer se golpeó el glúteo y de esa acción emanó un extraño sonido, el sonido de una nalgada. Se vio al espejo otra vez solo para levantar esta vez su blusa, y dejo al descubierto sus pequeños senos apenas visibles con pezones rosas, una extraña sensación recorrió todo su cuerpo y sintió una sensación cálida en medio de sus piernas. Se llevó una mano allí y notó que estaba mojada su mano, se llevó la mano a la naríz y está vez notó un extraño aroma. No le dio especial importancia y se vistió de nuevo. Bajó por las grandes escaleras de su casa y llegó al comedor, en la mesa la esperaban sus padres. Del lado derecho su madre que llevaba el mismo nombre que ella: Aurora y del lado izquierdo, su padre, un hombre alto y fornido, llevaba en el unas cuantas canas y se miraba de aspecto severo. Él llevaba por nombre Ángel. Sus padres la miraron al bajar y sostuvieron la mirada durante un instante incómodo, a lo que ella respondió

- ¿Que pasa?

Su padre respondió

- Nada, baja a desayunar

Notó algo raro en la mirada de su padre, no parecía feliz, en su mente se preguntó si algo malo estaba pasando, no se pudo contener y decidió preguntar.

- ¿Padre? ¿Está todo bien?

Ángel se tardó en responder, parecía perdido en la nada, ni siquiera parpadeaba mientras miraba el plato con comida frente a él.

- ¿Papi? ¿Estás bie...
- Está todo perfecto hija-interrumpio
- ¿Estás seguro?
- Si, solo tuve un mal día ayer (y un mal presentimiento)- pensó
- ¿Terminaste?- preguntó Ángel
- Si, vámonos
- Claro

Se acercó a la otra parte de la mesa y se despidió de su esposa Aurora con un beso insípido en los labios.

- Nos vemos en la tarde querida
- Claro amor, con mucho cuidado

Ángel sintió un escalofrío por toda la espina dorsal y se estremeció al escuchar eso, no dijo nada.

Ángel subió al auto con su hija y recorrieron las calles y avenidas con tranquilidad hasta llegar a la secundaria, su hija se despidió con un beso en la mejilla de su hija y ella bajó del auto ejecutivo de su padre.

Ángel vio a su niña entrar por las puertas a la secundaria y perderse entre todos los demás niños. Se fue tranquilo sabiendo que su hija estaría segura de el mal dentro de la escuela. Sin embargo, otra vez llegó a él ese mal presentimiento, y en vez de dirigirse a su trabajo por dónde habitualmente lo hacía, esta ocasión se desvío, solo para comprobar algo.

Mientras iba en su coche, llegaron a él recuerdos turbios de su pasado y tuvo un recuerdo vago en gris de su pasado, solo vio a Israel, si, a un monstruo sediento de venganza. La mañana se ponía fría y en el cielo se formaron densas nubes que amenazaban con triturar la ciudad con su tormenta. Dentro de ese escenario, una voz le hablo al oído, diciendo: Él está vivo

Amor PrematuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora