La Reunión

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Al llegar, tranquilidad. Despues, pasión y deseo. Estas fueron las sensaciones que se desarrollaban lentamente entre Chris y Abby en su casa. Al abrir la puerta de abeto, lo primero que paso fue que ella se abalanzo sobre el hasta casi tirarlo en un repentino movimiento hacia sus brazos. Chris se tambaleo ante el peso, pero eso no le impidio continuar con lo suyo y empezar a desvestir suavemente a Abby, quien tenia la exitación por las nubes cuando esto paso. De un momento a otro, los dos se encontraban frente a frente, para ser exactos, él encima de ella y semidesnudos. Los dos respiraban a grandes bocanadas de aire, el entorno, se tornaba cada vez mas calído por el calor que irradiaban los dos en su infinito deseo dentro del pequeño departamento. Asi que el procedio a eliminar la ultima prenda que permanecia en el cuerpo de Abby, retiro los calzoncillos de su zona pubica con una delicadeza sutil y Abby no dudó en hacer lo mismo con los boxers de Chris.

Cuando no pudieron mas, y finalmente cayeron agotados por el gran esfuerzo hecho anteriormente, todo se desvaneció.

Marcaban las dos de la tarde en aquel antiguo reloj, la tarde era abrumadora, el calor, agitaba cada microparticula de una incandescencia absoluta. Chris salió sigilosamente de su apartamento, dejando sola a Abby, con una carta sobre la mesa de su sala, explicando los motivos por los cuales salió tan repentinamente, solo eso, no más detalles.

Chris se apresuró a llegar a la hora establecida por su hermano Francisco en la carta.

Antes de llegar al hotel, pasó por una tienda de moda a comprar un costoso reloj de marca, el cual se puso instantáneamente al salir del aparador.

Camino largo rato por la solitaria banqueta alta, observando siempre cada detalle de su alrededor, las manos le sudaban a montones y al mismo tiempo, le temblaban descomunalmente, como si tuviera miedo de algo.

Cuando llegó a la dirección correcta, volteó hacia arriba y vio un gran edificio majestuoso, en la entrada pudo ver el logotipo y nombre del hotel: "Hotel Paradise". Aquello hizo que Chris se sacudiera.

Antes de entrar, le pidieron unos datos, debía de ser, después de todo, era un hotel de clase alta, pero él ya tenía una reservación, hecha por el mismísimo dueño del hotel, su hermano.

Subió las escaleras que conducían a los pisos superiores y finalmente llegó, el piso 32 del hotel, hermoso lugar de reunión, el último piso con una gran terraza y piso de cristal templado de alta resistencia, donde se encontraba la mesa número 11, aquella que tenía sentado a un solo hombre, bastante bien vestido, con un traje y portafolio, lo divisó de espalda solamente.

Chris sintio una rara mezcla de emociones y sentimientos durante ese pequeño instante, el ver a su hermano Sack después de quince años, no se ve eso todos los días. Cuando caminó hacia la elegante mesa, todo se quedó callado y la persona sentada en la mesa dibujo una sonrisa en su rostro al voltear, pero no una sonrisa de felicidad, sino una sonrisa de satisfacción y perversidad. No medio más palabras con Chris más que: "Gracias por todo Hermano" al mismo tiempo que sacaba un revólver de su bolsillo y disparaba justo al corazón de Chris, todo se desvaneció en instantes y Chris murió.

Amor PrematuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora