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[p.h]

¿De verdad tengo que hacer la rutina de las porristas? Soy demasiado joven para morir en una torre de esas. Por lo menos, Somi está conmigo y no seré la única ridícula aquí. Los maestros de Física, decidieron juntar las dos clases, y aquí estamos, Somi y yo, pretendiendo hacer algo, aunque en realidad, nos quedamos en la parte del calentamiento, las demás ya están haciendo marometas, y algunas poses que estoy segura, las e visto en el conjuro.

Los chicos, por otro lado, se encontraban entrenando basquetbol, la primera y única vez que jugué eso, me quitaron fácil el balón. Se aprovechan de mi baja estatura.

Sigo esperando a ver a qué hora se ponen a hacer algo, señoritasSomi y yo volteamos a ver al maestro Woo, quién, nos miraba con los brazos cruzados y su uniforme deportivo para los maestros. Era viejo, como de unos cuarenta años o más, de piel canela y arrugas al lado de sus ojos.

Perdone señor, pero en realidad no estoy interesada en hacer un mortal hacia atrás y que los chicos vean mi culo, porque enserio, estos shorts creo que se los robaron a las de los baresComente mientras Somi asentía intentando no soltar una carcajada, de esas en las que suena como vidrio, de esas que si las escucho terminaré riéndome igual.

Por un lado, las oxigenadas que estaban ensayando su porra, se me quedaron viendo como si quisieran ahorcarme con esas uñas postizas. Por otro, el maestro me miraba con fastidio, inhalando lentamente y cerrando sus ojos al exhalar, como si paciencia era lo que estaba buscando.

Señorita Hann, si eso es lo que le molesta, pudo haberse traído el pants del uniforme deportivo, y no quiero volverla a escuchar decir esas palabras obscenas, ¿Quedó claro? — su ceño estaba fruncido, tanto que las arrugas de su frente se le marcaban, amontonandose una sobre otra, dándole un toque divertido a la situación.

Claro jefe, pero prefiero entrenar mi deporte, que... Esoseñalé la montaña de niñas presumidas, que gritaban al unisono y aventaban a la de arriba mientras las de atrás la atrapaban. Idiotas.

Somi, ayude a su compañera a entrenar, váyanse a la cancha de Voleibol de playa, ahí está solo, y no va a hacer mortales hacia atrásreplicó, dió media vuelta y se dirigió al montón de oxigenadas.

Ay no, yo no quiero ir contigo, que aburridoSomi se burló y la miré con sorpresa, abriendo mi boca y mis ojos por igual.

Pero eres mi amiga, además, ¿Quieres quedarte con ellas?señalé y ella giró su mirada a donde yo apuntaba, dando a mostrar el grupo de chicas que formaban un círculo y se ponían a platicar — O conmigo, que literalmente no harás nada, mas que aventarme balones — le sonreí y antes de aceptar, dió un largo suspiro y me siguió camino afuera, donde emprendimos camino a la cancha de playa y un fuerte sol esperándonos.

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Ya me cansé, me voy a quemar con éste sol, maldita sea, ¿Por qué acepté venir contigo? — Lleva diciendo la misma mierda desde que llegamos, bueno, 20 minutos después de que nos pusimos a entrenar.

Porque me amas y no vives sin mí, ah, y porque no tenías otra opción — le guiñe el ojo juguetona y ella hizo una mueca de odio al otro lado de la red.
Honestamente, yo también estaba cansada, el sol y la arena no me ayudaban en nada, el Voleibol de playa, claramente es más pesado que en tierra, aunque sí, es satisfactorio tener la arena en tus pies desnudos; Pero esto es un infierno, sumado el intenso sol, ¿Ya lo mencioné? Pues lo diré de nuevo. No me hace bien el sol a éstas horas de la mañana.

~El Destino Es Impredecible~ jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora