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[p.h]

Dejarme llevar por mi impulso a dormir en clase sin ser descubierta, tal vez no resultó como me lo imaginé.

Lo resumo, me dormí tarde que por consecuencia me levanté igual tarde, Jimin ya se había ido, me fuí corriendo a la parada del camión, bajé y corrí una calle para llegar a la escuela, apenas pude entrar al salón, tenía mucho sueño, me dormí y ahora, me encuentro en detención.

Hasta que de el timbre de receso, no tengo permiso de salir de aquí.

Siempre se escuchaban rumores sobre el salón de detención, que es un infierno, te topas a los malandros de la escuela y cosas así; llevo desde la primera hora en éste salón y no hay nadie, ni ningún indicio de que sea un salón maltratado, era todo lo contrario, sus paredes más limpias y blancas que mi conciencia, butacas cuidadas y para nada rayadas.

Fue cuando me dí cuenta que los malandros éramos nosotros, y no los que decían que eran.

Escuché la puerta abrirse luego de un suspiro, por lo grave que fué, supuse que era un hombre; estaba indispuesta a convivir, tomé mis audífonos y los conecté a mi teléfono; antes de poder perderme en mi mundo, algo me llamó.

¿Hann? ¿Qué haces aquí?

Vaya, ya decía yo, ya vienen a interrumpir al genio.

Quéme giré para ver quién llamaba mi nombre — Ah, eres tú

Ay hola Jungkook, qué lindo verte, ¿Qué haces aquí?

Sí, como sea, sólo no interrumpas amigo

La cosa es, que me debes una pelea, mocosa

Y ahí está, Jeon Jungkook, olvidando todo, menos los golpes que me debía, me siento una mierda a su lado.

Mejor acompáñame a escuchar música y quedamos a mano

En qué se relaciona la música con las golpizas que te voy a dar

En que quieras o no, en ambas convives conmigo

Eso no tiene ningún sentido

No te hagas del rogar y ya ven a sentartetras una sonrisa socarrona, empezó a caminar a la butaca compartida en donde yo estaba y se sentó junto a mí, me miró, y en ese momento, pude ver el color exacto de sus ojos.

Nunca lo había tenido tan cerca de mí, sus ojos cafés obscuros me miraban con gracia, intenté buscar en ellos algún otro tono, que reflejara su "otro yo", pero para mi desgracia, sólo pude ver su iris café.

Hann, linda, sé que soy guapo, pero, ¿No crees que más chicas merecen apreciar mi bello rostro? — intenté llevarme bien con él, ofreciéndole escuchar música, pero él no quiere cooperar.

Estaba viendo si no tenías un grano en tu inmensa naríz, ¿Qué mascarilla usas? O es aceite de bebé — crean o no, me interesaba saber qué usaba en el rostro, cuando él estaba en la secundaria, recuerdo muy bien que nunca lo ví con algún granito, o con alguna marca de que lo tuvo.

Digo esto porque él conoció a Jimin en la secundaria, entonces se podría decir que lo ví en su etapa de la adolescencia. A diferencia de mí, él nunca fue a nuestra casa con un maldito barro en su cara, yo sí, tuve que lidiar con esos monstruos por 4 años, y aveces cuando me da el periodo y me paso con los chocolates.

~El Destino Es Impredecible~ jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora