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[p.h]

  Voy o no voy, ¿Qué elección tomar?

  Sonó el timbre de la casa, mi piel se erizó. Revisé la hora en mi teléfono y eran las 7.

  No podría ser Jungkook, él siempre llega puntual, era y sigue siendo el primero que llega a la hora citada por mi hermano, eso es lo que siempre admiré de él, yo llego por lo menos 10 minutos tarde a todo.

  Se escuchaban voces en la planta baja, tomé por hecho que era un amigo de mi mamá, ya que escuché una voz masculina pero demasiado familiar para mi gusto.

¡Hann! ¡Baja!

  Saliendo de la comodidad de mi cama, el frío golpeó mis piernas. Tenía mi pijama, una camisa probablemente 5 o más tallas que la mía y un short debajo de ésta. Bajé por las escaleras y mi mamá me habló para ir a la sala.

Hann, alístate, en una hora se irándijo mi madre apenas pasé por la división de la sala y el pasillo.

¿Irán? ¿Quiénes?mi madre me tendió una sonrisa y asintió con la cabeza, fue cuando mi mirada se dirigió al otro sillón de al lado. Casi me desmayo.

Vas a acompañar a Jungkook, no es pregunta señorita, así que ve ya a cambiarte — no podía apartar la mirada de su sonrisa diabólica, se estaba burlando de mí, usó a mi mamá. Maldito hijo de perra.

Pero ma, no quiero ir, sabes que no me gusta salir

Y por eso, te obligo a hacerlo, necesitas salir, te la pasas sólo en la escuela y entrenando, eres jóven, vive

Pero–.

Pero nada, Jungkook, hazme un favor y ve que se sí se aliste. Y no hagan nada

Claro, señora Park

  Aún boquiabierta por las últimas palabras de mi mamá, Jungkook se paró del sillón y me tomó del hombro, haciendo girar mi cuerpo, para después empujarme escaleras arriba.

...

No lograrás sacarme de mi casa sin mi sudadera — lo miré sentado en la silla de mi escritorio y me crucé de brazos.

¿Y quién te dijo que te cambiaras? — alzó los hombros y me sonrió. Mi boca se abrió en un intento de contestarle, pero en realidad no le tenía nada que decir.

Es que ví tu cara de "¿Enserio?" Cuando saqué mi sudadera

Pensé que era broma lo de la sudadera, pero cuando ví que ibas enserio, no tenía otra opción, además, no puedo controlar cómo te vistes, esa es tu decisión, si te sientes cómoda adelanteeso es lo más idiota y lindo que e escuchado de él.

  Abrí uno de los cajones y saqué unos pantalones de cargo negros y me los puse por encima del short, me acomodé la sudadera roja, que me llegaba a la mitad de los muslos y agite mi corto pelo para que se esponjara un poco, pero sin quedar tan despeinada y me puse unos tenis negros deportivos.

~El Destino Es Impredecible~ jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora