Cap 2.

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Woozi estaba a días de tomar el trono, ya que su padre estaba muy enfermo. Habían pasado casi tres meses desde que aquel criminal había huido. Nadie más preguntó por esa noche, pues JiHoon se había encargado de que nadie recordará ese día, mientras él estuviera en el trono nadie sabría de que esa noche ayudó a huir al capitán de la guardia real del rey Jeon.

Al otro lado de sus murallas la guerra había estallado nuevamente, después de todo el reino Lee no daba el brazo a torcer, como consecuencia de tal barbarie WonWoo decidió encargarse de que el futuro rey de ese lugar no alcanzará a poner sus pies en el trono.

Destruiría ese reino desde la raíz. Por eso mismo la noche antes de la guerra envío a uno de sus mejores soldados a escabullirse en el palacio.

Le había ordenado, a dicho hombre, matar al joven príncipe y futuro rey. Porque si el rey Lee quería guerra y sangre, la obtendría, pero no la de él. Obtendría la de su mismo linaje, la de su propio hijo, si eso significaba el fin de la guerra.

Una jugada sucia hasta para él pero ya era momento de detener la guerra y evitar la pérdida de más hombres. Y si con esto lograba detener al loco rey Lee, entonces estaba dispuesto a acatar  su propia orden.

Por ese motivo decidió enviar a su soldado en busca del futuro niño rey, para asesinarlo él mismo en cuanto lo tuviera delante suyo, justo frente a su padre.

MinGyu, quien ahora era su esposo, le había intentado hacerlo desistir muchas veces de tal idea. Decía que eso sólo causaría más peleas entre los dos reinos.

Sin duda alguna, Min era mejor rey que él, y tenía tanta compasión con otras personas. No importaba cual fuera la situación Gyu siempre una manera pacífica de arreglar todo, pero WonWoo sabía que no sería así, porque ese rey jamás abriría su mente a un tratado pacífico.

JiHoon estaba en su habitación al haber terminado de cenar, cubierto con una manta porque hacía bastante frío en estos días, pronto estarían en invierno.

En tan sólo una semana tendría una corona enorme en su cabeza, que representaría un gran peso para él, después de todo heredaría todo un reino.

No sólo cuidaría de él, sino que también de los ciudadanos de su pueblo. Debería sentirse listo para dicho papel, pero en realidad no lo estaba, aún cuando toda su niñez fue dedicada a prepararlo para ser un buen rey.

Pero aún así Woozi no se sentía preparado para tal título, como era el de rey, aunque si su padre supiera que estaba teniendo esta pequeña indecisión ya lo habría puesto a reflexionar durante lo que quedaba para su coronación.

Al sentirse sofocado con tan sólo sus pensamientos, decidió salir al balcón de su alcoba a tomar un poco de aire, el sólo hecho de mirar hacia las afueras te quitaba las ganas de todo.

El ver la guerra que aún no cesaba frente a los muros del palacio, lo hacía sentir enfermo. ¿Cuándo vería el fin de esa guerra? ¿O la paz entre de los dos reinos?

Ni él siendo rey podría lograr la paz que tanto deseaba que hubiera entre los dos pueblos. Mientras más lo pensaba menos esperanzas parecían quedarle.

Sintió el frío ingresar por la manta y decidió que era hora de regresar adentro, pero su camino al interior de su habitación se vio detenido por un hombre vestido todo de negro, hasta su rostro estaba cubierto.

Lo tomó tan desprevenido que no hubo tiempo de reacción, ni siquiera cuando el hombre le vendo tanto la boca como los ojos, ató sus manos y piernas, antes de levantarlo en el aire.

No sabía que demonios estaba pasando, ni tampoco como este tipo haría para bajar de esta torre hasta el suelo con él a cuestas.

Aunque nunca espero que este lo arrojará desde esa distancia al vacío. Pensó que moriría mientras caía, sin embargo, era tanto el susto del momento que nunca se dio cuenta de que ya había llegado al suelo.

Algo había sujetado su caída, las sogas que aquel sujeto había atado a él detuvieron lo que debía ser su muerte. SeokMin, quien había sido enviado por el rey Jeon, sabía muy bien lo que hacía.

Jamás arrojaría a alguien de esa manera sin más, tampoco se arrojaría a él mismo de ese modo sin tener seguridad de que las sogas estaban bien sujetados antes de saltar.

Al llegar al suelo desató las sogas y tomó al pequeño chico sobre su hombro para emprender su regreso al reino. Era su trabajo, debía acatar las órdenes de su rey como era debido, sin importar quien estuviera en su camino.

Mientras todo el mundo se centraba en el campo de batalla, él tomó el camino fácil y rodeo todo eso para llegar a su reino sin ser notado. Según su rey era el mejor en su trabajo además de MinGyu.

Aunque MinGyu siendo rey no podía ir a misiones como estas y poner en riesgo su vida. SeokMin sabía lo mucho que al general Kim le gustaban esta clase de misiones y todo su trabajo, pero ahora tenía un reino al que dirigir junto a su amado WonWoo.

Porque había amado a WonWoo desde que eran niños, pero este amaba a MinGyu y no podía meterse en medio de ambos jóvenes por su egoísmo.

Destruir una amistad de años no era algo bueno para nadie. Él lo sabía. Ahora su vida debía girar en torno a su trabajo y nada más.

Llegó casi al amanecer en su caballo a la entrada del reino y siguió su camino hasta la puerta del palacio. Ingresó aún todo vestido de negro con aquel príncipe sobre su hombro, quien llevaba se había desmayado luego de su caída desde la torre de su palacio.

Se arrodilló frente a sus dos reyes como muestra de respeto y se atrevió a fijar su mirada en la sonrisa de satisfacción que tenía WonWoo al ver que cumplió con la misión a tiempo.

─Les he traído al futuro gobernante del reino Lee, su majestad.─

─Déjalo en el calabozo hasta que reunamos a toda la corte para que escuché mi plan.─

Asintió retirándose de inmediato de la sala de tronos hasta la prisión y dejando en una celda apartada del resto. Descubrió su rostro, sus ojos y su boca, lo desató, sólo para colocarle las esposas.

Lo miró una vez más pidiéndole disculpas...Porque también perteneció a su familia hace tanto tiempo atrás. Hasta que fue desterrado del reino por sus propios padres.

─Siento ser un primo tan terrible, pequeño Hoon. Traerte aquí a morir era lo último que querría haber hecho.─

Susurró cerrando la celda y dirigiéndose a pasos lentos hasta su casa. No tenía ganas de ver como el rey asesinaba a su primo frente a sus ojos.

Παmεlεss Kηιghτ - GyuZi [Mpreg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora