Cap 3.

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Cuando MinGyu vio entrar a SeokMin con el supuesto futuro rey Lee, no supo como reaccionar, estaba molesto porque WonWoo ni siquiera se había molestado en preguntarle sobre si esto era buena idea.

En cuanto SeokMin se había retirado de la sala, soltó un corto suspiro antes de ponerse de pie y caminar por alrededor de la sala unos minutos, sin decir ni una sola palabra.

─Gyu...Sé que no te parece bien lo que estoy haciendo pero es por el bien de todos.─

Fue lo salió de la boca del rey en cuanto su esposo comenzó a caminar de un lado a otro en la habitación.

─Es un niño WonWoo.─

─Tiene 20 años...Ya no es un niño.─

─¡Es el maldito primo de mi mejor amigo!─

Gritó el castaño enfurecido. No está bien, nada de esto estaba bien, y no se quedaría de brazos cruzados.

─¡Lo hiciste secuestrar a su propia familia y traerlo a su muerte! ¡¿Por el bien de todos, dices?!─

Lanzó una pequeña risa sarcástica al terminar de hablar. WonWoo seguía en estado de shock, pues MinGyu jamás le había elevado su voz de esa manera.

─MinGyu, sólo pienso que es la forma de hacer entrar en razón al rey Lee.─

─No lo es...Nunca lo será. Hacer esto es peor que lo que pasa ahora.─

MinGyu lo miró, entristecido y sin poder reconocer a aquel chico que fue su amigo hace años, a los ojos mientras hablaba.

─Nada es peor a lo que sucede ahora MinGyu.─

Contestó finalmente el pelinegro. Estaba cansado de que Min reprochaba cada decisión que tomaba.

─Haz lo que quieras entonces, pero no cuentes conmigo.─

Dijo Kim caminando hacia la puerta pero la voz de WonWoo lo detuvo.

─Eres mi esposo y harás lo que te diga MinGyu.─

Quiso reír pero ya estaba agotado hasta de esforzarse para eso. No podía creer lo que estaba escuchando.

─¡Regresa a tu asiento en este momento MinGyu, ahora!─

Se giró para ver a Jeon, casi como si no conociera a la persona que tenía enfrente y sonrió levemente, estaba cansado ya de toda esta mierda.

WonWoo sólo pudo ver esa sonrisa para darse cuenta de que se había pasado. Se sintió herido él mismo con sus palabras, pero de algún modo haría a MinGyu entender de lo que se trataba ser un rey.

─Realmente necesito que estés aquí conmigo MinGyu.─

─¡¿Me necesitas?! ¡Y una mierda! ¡Ya me harté de ti y toda esta basura!─

Fue lo que respondió MinGyu antes de salir por la puerta echando humo por las orejas, de ser posible, y se encerró en la habitación que era suya cuando aún era general.

Estaba harto de todo esto. Rey o no, estaba cansado, siempre tenía que hacer todo al pie de la letra si WonWoo era quien se lo pedía. Ya se sentía enfermo de sólo tener que presentarse a la ejecución del primo de su mejor amigo, como también tener que escuchar a su esposo lanzar tantas porquerías.

Dejó caer la corona sobre la cama y se quitó la ropa para meterse en la bañera y dejar que el agua cubriera su cuerpo relajándolo.

Estuvo allí hasta que escuchó voces detrás de la puerta de la habitación indicándole que debía presentarse en la sala del trono.

No quería. Luego no sería capaz de mirar a SeokMin a la cara. De lo único que estaba seguro era de que deseaba volver a ser ese caballero, que estaba dispuesto a todo, pero a su vez tenía la libertad de hacer lo que quisiera.

Mientras pensaba en aquel tiempo, cuando era libre e iba a misiones, recordó el encuentro con aquel chiquillo pelinegro. Se preguntaba que era lo que esa persona estaría haciendo en este momento.

─JiHoon...─

Pronunció su nombre con tanta suavidad que le ocasionó un cosquilleo en su estómago. Recordando a ese niño bobo que se había presentado a su probable asesino, así fue como se encaminó a la sala de trono, con el rostro de aquel chico en su mente.

Al ingresar en el enorme salón y notar a todos los hombres reunidos allí e incluso a SeokMin, quien sólo miraba al suelo, obviamente lo habían obligado a estar aquí.

Tomó asiento junto al rey WonWoo, quien le dedicó una muy sutil mirada antes de acercarse a su oído y susurrar las siguientes palabras.

─Olvidaste la corona, MinGyu.─

Ahí fue cuando se dio cuenta de la mirada de todo el mundo en él. Obviamente que ni siquiera se permitió responder, la corona representaba que él estaba de acuerdo con esta barbarie, porque también era gobernante de este reino.

WonWoo no perdió el tiempo en decirle que fuera a buscarla de inmediato, simplemente desistió e indicó que trajeran al prisionero. Sabía que MinGyu estaba molesto y que SeokMin seguramente iba odiarlo el resto de su vida por obligarlo a estar allí.

Pero este era su deber como rey y como tal debía acatar sus propias órdenes sin vacilar. Eso era un rey hecho y derecho.
Un líder ejemplar según sus padres.

Ingresaron al pequeño príncipe encapuchado. Lo hicieron arrodillarse frente a los dos reyes y luego de que WonWoo explicará quien era la persona en cuestión y porque estaba allí.

Fue momento de descubrir el rostro del futuro rey Lee. En ese mismo instante en que SeokMin comenzaba a ponerse de pie para poder interponerse ante esta estupidez que estaban por ocasionar. MinGyu se había paralizado y quedado sin aire al mismo tiempo, esos ojos...Esos que tanto tiempo habían ocupado su mente, ese rostro que juro nunca olvidar estaban frente a él.

JiHoon visualizo borrosamente a ambas figuras postradas frente a él y cuando la claridad se hizo dueña de sus ojos, reconoció a una de las personas allí, quien lo miraba tan sorprendido como él en este momento.

Aquel hombre estaba sentado justo delante de él como un rey, no como el caballero que conoció tiempo atrás.

Al parecer ese hombre tampoco sabía de su llegada al reino o algo sobre él. WonWoo sólo observó al niño y dirigió su mirada hacia donde la de él estaba colocada. La reacción que mostraba el rostro de Min al mirar al muchacho lo dejó en shock. ¿Acaso su esposo conocía a ese chico? ¿Por qué parecía tan dolido al verlo? ¿Quién demonios era ese niño para hacer que MinGyu se preocupará por él?

Παmεlεss Kηιghτ - GyuZi [Mpreg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora