Acto I
Esa misma mañana, alrededor de las 12 llegaron a Valencia. Bea las recogió en la estación, comieron en casa de Cris y luego las llevaron al hotel, acordando quedar más tarde para la despedida.Esa noche tendría lugar la despedida. A Inés le aterraba conocer a Irene más allá de las informales charlas en la cafetería del Congreso y de esa tarde en su despacho: Irene estaba soltera y ella casi que podía decir lo mismo. Le había pedido a Xavi el divorcio y a este último solo le faltaba firmar los papeles.
Inés fue a recoger a Irene. Habían quedado a las 7 y media en la habitación de esta última. A ella le había tocado una habitación en la segunda planta, orientada a la entrada del hotel mientras que Irene tenía una habitación con vistas a la playa de la Malvarrosa.
Al llegar llamó a la puerta, pero lo último que esperaba fue encontrarse a Irene aún en toalla, recién salida de la ducha como quien dice.- Inés pasa y siéntate mientras esperas, no tardo nada
- Si quieres me voy a tomar algo a la terraza del hotel y te espero ahí - le contestó la jerezana como pudo.
-No creo que tarde mucho, prepárate una infusión si quieres - mostrándole la tetera eléctrica.
- Saldré a ver las vistas entonces - queriéndose de cierta forma negar que realmente las mejores vistas no estaban fuera de esas cuatro paredes.
- Hace una brisa muy agradable - le contesto la madrileña.
- Mi habitación es diminuta comparada con esta - dijo Inés - No tiene ni balcón - añadió.
- Algunas nacen con suerte - aprovechó Irene antes de desaparecer en el baño dejando a la de la formación naranja con la palabra en la boca. De qué suerte hablaría...se preguntaba Inés ajustando la puerta del balcón a su paso, para pararse y suspirar... ¿Cómo iba a sobrevivir un fin de semana entero con Irene?Acto II
10 minutos más tarde, ya con el pelo casi seco y cambiada para la cena, Irene salió del cuarto de baño. Inés no podía creer lo que veían sus ojos: Irene llevando un vestido corto en tonos verdes azulados y el pelo recogido.
Cuando Inés pensó que estaba soñando el teléfono de Irene empezó a sonar.
-¿De verdad esta canción? - le preguntó sorprendida Inés.
-¿Y qué le pasa? - le contestó ofendida Irene.
-Nada, nada, déjalo - contestó la jerezana intentando contener la risa.
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Ya os podéis imaginar que tono de llamada lleva Irene, ¿no?
Era Bea que les había llamado para decirles que ya se encontraba en el hotel. Irene e Inés bajaron a recepción esperando ver el coche de Bea pero poco esperaban que esta apareciera por la puerta a pie.
- ¿Dónde está el coche? - preguntó Inés.
- A donde vamos no nos hace faltaEmpezaron a caminar hasta llegar aproximadamente diez minutos más tarde a una zona de restaurantes frente al mar.
- ¿Falta mucho? - preguntó Irene a su mejor amiga.
- Ya llegamos - respondió Bea.
- ¡Qué bien! - respondió la madrileña sarcásticamente.
- Esta faceta tuya no la conocía Irene - le respondió sorprendida Inés.
- Hay muchas cosas de mi que desconocesBea entró al restaurante con una sonrisa pícara, dejando a ambas en la entrada picándose, ajenas al mundo exterior.
Acto III
Tras la cena, se trasladaron a un bar de copas cercano.
Eran 10 chicas, todas amigas de la pareja, sentadas casi al fondo del bar.
Clara le preguntó a Irene por una amiga de la que habían hablado durante la cena, ya habían acordado quedar las cuatro una vez volvieran a la capital.
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¿Se viene doble cita? ¿Quién será la chica misteriosa?
Iban ya por la segunda ronda de chupitos, después de una primera copa que se habían tomado nada más llegar.
- Voy al baño, ahora vuelvo - se disculpó la madrileña.
- Espera, que voy yo también - dijo Inés, siguiéndola.Inés e Irene llevaban toda la noche tonteando: que si el vino de la cena era de Jerez...y a Inés se le metió en la cabeza que tenían que ir si o si a la bodega de unos amigos suyos. Luego Irene contándole lo encantadores que son algunos pueblecitos de Ávila...
Estaban haciendo planes que no sabían aún si podrían cumplir pero poco les importaba cualquier opinión ajena, parecían muy motivadas en realizarlos en un futuro no muy lejano, estaban de lleno metidas en su propia burbuja.Irene salía del baño y se encontró Inés cara a cara.
- Esta vez la que casi me golpea eres tu - dijo Inés.
- Pensaba que ya te habrías olvidado de eso
- ¿Cómo podría?
En ese momento Inés empujó a Irene dentro del baño.
Irene se dejó llevar por la andaluza hasta terminar arrinconada entre una de las paredes y el lavabo. En ese momento, la madrileña tomó la iniciativa e intercambió las posiciones, acercándose mucho para el gusto de Inés, quien lejos de asustada, parecía más sorprendida de sus propias acciones, y sin articular palabra se quedó mirando a Irene a los ojos.
- Y ahora quién es la que lleva la delantera - dijo Irene rompiendo el silencio.
- No todo es una competición Irene - contestó la jerezana.
- En todo vamos a tener que competir parece - le susurró Irene, cada vez más cerca de la boca de la formación naranja.- No si soy yo la que empieza - contestó Inés cerrando el espacio entre las dos y acortando a un negativo muy positivo la distancia entre los labios de ambas. Definitivamente Irene no esperaba que Inés fuera quien la besara, pero tampoco le sorprendió ese beso, dado el historial de momentos entre ambas estas últimas semanas y meses de tensión sexual no resuelta. Se separaron momentáneamente para luego fundirse de nuevo, dejándose llevar.
Como pudo Irene levantó a Inés quien apoyándose en el mueble del lavabo seguía besándola. No quedándose satisfecha la levanto de nuevo, y como pudieron sin querer separarse se dirigieron hasta uno de los cubículos, el cual cerraron a su paso.Dije que se venía y se vino. ¿Qué creéis que pasará?
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What If (anything could be everything) (Irenés)
Hayran KurguIrene toma la clase de arqueología que le podría cambiar la vida. Aún más cuando a la ponente es aficionada a #megustanlaspiedras