Capítulo 16

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Jonathan:

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Jonathan:

Después de dos meses en que mi vida se fue literalmente a la mierda, no dejo un solo segundo en no perderla de mi memoria. He vuelto desgraciadamente en gloria y majestad al alcohol y no tengo la menor idea de porqué. Tal vez soy un maldito alcohólico o mi vida ha caído los más bajo posible, como cuando perdí a las mujeres que amo. Me digo a mi mismo cuando me arreglo la corbata al frente de mi espejo que es solo un deseo y me conformo con aceptarlo como un cobarde, pero no existe arreglo de ninguna forma.

Ha sido meses agitantes, sobre todo por esa boda que planeé antes de ese paradisiaco viaje. La tuve que aplazar más de la cuenta. La razón es que tuve que explicar el accidente ocurrido en ese lugar y Sasha armó en tremendo escalándolo. Ella ha sido paciente conmigo y fue justa la decisión. Una parte de mí nunca hubiera querido esta boda cuando conocí a mi sirena, pero soy claro con que no moveré un solo dedo para que se cancele. Voy a valer lo que prometí y si es por el bien de mi familia, yo trataré de estarlo por ellos.

Tomé la lapicera que Sasha una vez me regaló para navidad y jugué con ella entre mis dedos. Giré la silla de mi escritorio y vi la imagen preciosa de una ciudad que no deseo ver en lo absoluto. En mi mente solo llegan recuerdos de esa playa, en una noche estrellada donde la luna iluminaba su cuerpo esplendoroso y de cómo la hacía mía en la arena. Extraño ese cuerpo moreno, esos ojos de igual color y esa sonrisa inocente que posee. Mi bella sirena no dejas mi pensamiento ni siquiera en el trabajo.

Mi cabeza está inquieta; los recuerdos, la tentación y el deseo que me lleva a saber de ella, me matan. Han sido muchas las veces que quise marcar al teléfono fijo del lugar para hablarle, pero está mal molestar a una mujer casada. La última vez que me fui de ella, noté en sus ojos como lagrimearon un poco. Me molesta el hecho de que la podía hacer feliz, pero ¿renunciar a algo por felicidad mutua? Me niego a aceptarlo. No fue lo que me atrajo a la cima, no fue el amor por una persona. Miro a mi padre, luego a mi abuelo y mi hermano, Collins, son una clara imagen de que eso es una mierda.

—Señor —Tocaron mi puerta.

—Dile que pase, Mary —Me giré en silla y en la misma posición de siempre, esperé a que entrara.

—Hola, Jonathan —Subí los ojos y encontré a mi prometida en medio de la sala con una sonrisa tierna.

—Hola, Sasha —Le contesté con el mismo tono de siempre. Nadie conoció mi otra cara, solo ella.

—¿Irás esta noche a cenar con mis padres? —Cerré mis ojos por un momento, solo para procesar lo que acabo de oír. Ni siquiera tengo tiempo para estar en completa paz, hay problemas por doquier.

Dejé la lapicera a un lado y la miré fijamente. Sasha a pesar de ser una mujer hermosa y tierna que nunca me dio problemas, irradia encantos por todos lados. Sus ojos turquesa son hipnotizantes y creo que fue esa la razón para encontrarla bastante atractiva cuando nos conocimos. Ha sido mi compañera de vida por bastante tiempo, pero aquello ya no tiene importancia. Esos años de una relación un tanto vacía, ya murieron o nunca existieron. Una chica de apenas veintidós años me cautivó con creces, su morena piel y su sonrisa no se equipará con nada, incluso con ella. Ella logró en dos semanas, lo que Sasha ni siquiera en años pudo.

No culpes al deseo (disponible solo hasta el 18 de Marzo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora