Capítulo 22

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Samantha:

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Samantha:

—¡Oh! Vaya —Murmuré para mí misma, dentro de mi habitación.

El corazón me palpita como una bomba a punto de explotar. Ni siquiera logro mantenerme de pie que necesito apoyarme en mi puerta para no caer del delirio. Aunque, sonrío como una boba al darme cuenta de que todo esto es más que real, es posible. Ese terco hombre me ha cautivado desde el primer momento y verlo declararse de una manera tan impensada, me llena de asombro. Las palabras que ha dicho Luka hace un tiempo de que su hermano mayor dirigía la empresa era verdad. Jonathan, dejó todo tal cual lo dijo.

Di un sinfín de vueltas por mi pequeña habitación. No puedo creer que esto aún siga rondando en mi cabeza. Acabo de hablar con él y de una forma tan intensa, premeditada y con ese toque que siempre nos diferenció, la cercanía seductora de un susurro. Él siempre ha hecho que aquello sea tan caliente y secretamente oscuro. Todo me da a entender que ese hombre fue, es y será mi cruel perdición.

Sonreí con esa inocencia que me caracterizó por todo el tiempo en que crecí y me tumbé sobre el colchón. Ahora no era una simple chica que irradia tristeza por todo el lugar, ahora soy una mujer nueva que no entiendo como reaccione a tal confesión.

—Esto no está pasando —Susurré entre mí.

—¡Maldición, maldición! —Gritó Charlotte y abrió la puerta, dándole un portazo ya adentro sin percatarse de mí. Se apoyó en ella con el rostro pálido, tiritaba y en sus ojos noté algo muy diferente—. ¡Esto es una maldita broma de mal gusto! ¡Maldito desgraciado!

—¿Sucede algo Char? —Pregunté de repente y ella saltó de un respingo.

—¡Con un demonio! ¡Samy! —Se quejó y yo arrugué mis cejas.

—¿Qué te sucede? —Pregunté por curiosidad y ella llevó una mano vendada a su cara, para esconderla—. ¿Qué te sucedió ahí?

Me preocupé.

—Yo... —me miró con un miedo o más bien nerviosismo—, estaba dando champan y rompí una copa... ¡ah! Estoy igual que tú —gruñó fuerte y se quedó de espaldas hablando para sí misma—. Esto no me puede estar pasándome a mí, ¿cómo carajo está ahí con ella y comprometido? Me estoy volviendo loca.

—Char, dime. ¿Viste al novio? —Pregunté por curiosidad y ella asintió con un movimiento de cabeza—. ¿Quién es?

—Solo es un... —me miró y tragó saliva—, es un... —pausó—, un amigo que no había visto hace mucho tiempo.

—Pensé que... —Ella negó.

—No, eso no. Ryan y yo estamos bien —Suspiró fuerte y después de minutos tratando de arreglar su compostura, me miró intrigante—. Todo el mundo se está volviendo loco allá afuera, Samy. La esposa del señor Roger casi cae de espalda cuando ve a Sasha entrar y con ese hombre. La verdad ha cambiado, es más... —Revolvió la cabeza—. Pero ese no es el punto, no me lo cambies —Al parecer su estado no ha cambiado—. Lo que si es que es que todos pensábamos que Jonathan se iba a casar con la chica de porcelana, tu nana alardeaba por todos lados, pero nadie dijo que sería una estrategia para cerrar un contrato. Este compromiso es una farsa —Comentó exaltada y yo desvié la mirada apenas terminó—. ¡Un momento ahí, morena! ¡¿Qué sucede?! Sean te vio correr a la casa. —Mordí mi labio con nervios—. No me digas que te encontraste con Jonathan.

No culpes al deseo (disponible solo hasta el 18 de Marzo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora