Jonathan:
Han pasado tres semanas y los papales vuelan como pedazos de basuras. Debo admitirlo; desde mi salida de la empresa hace ya un año, hicieron mierda mi esfuerzo de años. Todo el mundo está enfadado conmigo, ninguno se imaginó que no me casaba con Sasha. Incluso papá quien se lo dije a la cara sin lamentaciones, pero con el pasar de los meses pensó que regresaría con ella, tal vez porque ella les mentía en todo momento. El único enterado de mi situación real era mi hermano Collins y el idiota de Ryan, pero ese está tan jodido por Charlotte que muy poco le importó mi llegada.
Me establecí en Manchester como lo planeé y después de meses estando trabajando en una empresa de inversiones sobre marcas deportivas de auto, logré comprar una hermosa casa, lejos del tráfico. Al terminar el año decidí que era el momento de volver y olvidarme de todo. Lo mejor de todo fue mi llegada, nadie creyó que esto pasaría, solo Sacha. De solo verla o recordarla no se me olvida lo que me dijo hace un año atrás.
—No puedes dejarme así —Su voz quebrada le impedía hablar—. Mi familia está en la bancarrota, lo único que nos queda es el apellido. Mi padre borrara cualquier acuerdo si no nos casamos. Todos tus clientes preferirán irse a otro lugar. Puede que no tengamos nada de dinero, pero nuestra familia y el apellido de esta, y es mucho más importante que todo... —Hizo una pausa para borrar sus lágrimas—. O renuncias a esto y la empresa de tu padre va a la banca rota o te pones lo pantalones y sigues este fuego que iniciamos juntos.
Hice una pausa.
—Tengo bien los pantalones puestos, Sacha —La miré indiferente—. Y seguiré adelante, sin ti. Seré cobarde si acepto seguir contigo.
—Si decides ser así de hombrecito, entonces arregla esto que tú iniciaste—Se levantó bruscamente de su asiento—. Yo no cederé hasta que arregles esta porquería.
Suspiré con esa nostalgia que solo te da migraña. Sacha era inteligente y sabe muy bien controlar a la gente, aparentando una ternura en su cara. Estaba claro que no se quitaría de encima así que tuve que mover algunas cartas y un candidato que necesitaba esposa, apareció en mi radar. No era nada más que compañero que conocí en la secundaria. Ese hombre andaba desesperado por contraer matrimonio para heredar la empresa de bienes raíces que posee su familia. Y Sacha aceptó sin protestar, había sido un mutuo acuerdo. Aunque, en ningún lado vi las letras chicas de aquello, mi familia estaba a punto de perder la mitad de las acciones por culpa de los inversionistas, porque yo las cedí al abuelo de nuevo. La mierda de economía era tan delicada que, en simplemente una semana, ya les está quitando la mitad de todo.
Me senté sobre la pequeña cama y miré a mi chica, recostada desnuda entre las sabanas. A pesar de todo esto, sigo con mis ojos en ella. Samantha ha sido la mayor sorpresa desde que llegué. No es la misma chica inocente de la que me enamoré. Su forma de ser, me cautiva siempre. Su cuerpo precioso cambió y soy afortunado de tocarlo. Sus caderas están más anchas, sus pechos crecieron y eso me vuelve como un loco demente. Esa chica llena de ternura, se transformó en lujuria. Pero más allá de eso, es donde reina mi paz, la que necesité por tantos años. Ella hace que todo el mundo a mi alrededor no valga nada. Pero me preocupo por ella, le ha tocado lo más difícil, Nana es un está estricta con ella. En toda la semana solo la puedo ver por las noches, por respeto a mi familia y a su situación. Nana, siempre supo cómo hacer que todo sea una maldita tortura.
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No culpes al deseo (disponible solo hasta el 18 de Marzo)
RomanceUn cruel accidente fue la perfecta combinación que necesitó la sirena para caer en los encantos de un hombre de unos ojos profundamente azules. Su tiempo era reducido, aquel día en que estuvo preparándose meses y meses le pisaba los talones, pero ¿C...