IMPREVISIBLE

235 38 48
                                    

Sábado, 15 de mayo de 2119.
9:00 horas.

—Buenos días Sara. Hoy es sábado, 15 de mayo de 2119. —La voz del asistente doméstico había empezado a sonar al detectar que tenía los ojos abiertos— He consultado las agendas públicas de tus contactos habituales y todas figuran como completas. ¿Quieres que amplíe el rango a las de los no habituales?

—Gracias Domus, no es necesario —Genial, un sábado más aburrida y sola en mi módulo—. Ofréceme un resumen de las noticias del día por favor.

Bostezando coloqué los pies en las ranuras de la cabina de higienización y, mientras la máquina seguía el proceso de rutina diaria de limpieza y esterilización, escuché varios casos de robos de identidad virtual —algo a la orden del día—, los avances en la construcción de la nueva estación de teletransporte de Valencia y un titular que me resultó muy curioso «El Tribunal Internacional Euroamericano aprueba una nueva ley que permite el matrimonio entre humanos y androides».

El mundo estaba volviéndose loco. ¿En serio se iba a casar la gente con robots de compañía?

Mientras me tomaba el batido nutro-protéico de las mañanas empecé a navegar, ociosa, por páginas con información muy curiosa sobre relaciones de personas con hombres y mujeres biónicos. Al parecer gracias a este fenómeno había descendido una barbaridad el índice de muerte por suicidio. Había muchos testimonios de gente que había conseguido ser feliz e incluso formar una familia.

Sin darme cuenta, clicando aquí y allá, acabé atrapada por la página clave. La corporación Perfect & Droids era la pionera en todo este tema de vender androides, y con un par de estratégicos vídeos publicitarios acabaron por conquistar mi alma sedienta de afecto.

Sus potentes rastreadores funcionaban con unos algoritmos muy avanzados que extraían toda tu información virtual: tus aficiones, gustos, comentarios y reacciones en redes sociales; obteniendo así una base de datos tan completa que permitía que sus androides fueran, física e intelectualmente, creados a la medida de cada cliente. Casi se podría decir que te conocían mejor que tú misma.

«Ha comprado usted el paquete Perfect & Lover nivel básico. Recuerde que puede mejorar su experiencia adquiriendo nuestras actualizaciones de nivel avanzado. Estamos seguros de que su androide cumplirá con todas sus expectativas, pero recuerde que según la ley 487/3 del Código de comportamiento robótico, estamos obligados a comunicarle que la palabra de seguridad para la desconexión automática del equipo será silentium

Sí, lo hice. Aparqué mis prejuicios en la cuneta de la desesperación y me lancé de cabeza a la piscina del amor virtual.

Domingo, 16 de mayo de 2119.
5:15 horas.

Entramos en mi módulo arrancándonos la ropa. Como pude, entre besos y mordiscos le dije a Domus:

—Adelante Domus, por favor, toma el control. Gestiona la compra del nivel más avanzado y de todas las actualizaciones que existan sobre mi última compra en Perfect & Droids.

Una espalda grande y perfecta, unos músculos cincelados, unas manos expertas...

—Disculpa Sara —Empezó a sonar la voz metálica de mi asistente— Detecto una noticia que considero que es de tu interés.

—Domus, ahora no. Sigue adelante con mi orden y ponte en modo silencio hasta nuevo aviso.

Estos hombres-máquina eran amantes inagotables. Además, cada vez que abordaban una nueva tarea se reprogramaban ajustándose para ejecutarla mejor en sucesivas ocasiones.

Sumergida en ese éxtasis lujurioso no le di paso a Domus en toda la mañana y, por tanto, no escuché la noticia más importante del día:

«Una imprevista tormenta solar provoca un accidente en las instalaciones de la estación de teletransporte de Valencia. Se ha abierto un micro-agujero de gusano durante milésimas de segundo en la puerta de acceso a los servidores locales, tiempo suficiente para provocar desastres informáticos de desconocido calibre e imprevisibles consecuencias. Se aconseja no hacer uso de ninguna inteligencia artificial y retener así mismo toda gestión en la red hasta nuevo aviso.»

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

PERFECTO [Historia corta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora