El caso de Santiago G

Santiago G

El 22 de noviembre de 2019, todos los maestros, alumnos, e incluso los directivos de la secundaria Normal 1, estaban agotados. Terminaba el ciclo lectivo y había muchas cosas que hacer; Terminar de cerrar notas de los trimestres, tomar más pruebas, e incluso terminar de corregir algunas.
Al salir de la escuela, a las seis de la tarde, el día ya no estaba tan lindo como casi todos los días de noviembre, ahora, el cielo se había puesto gris y la tarde parecía triste.
Un grupo de amigos se había puesto de acuerdo para ir, después de la escuela, a la casa de pedro, pero ni Santiago, ni Camila, ni el mismo pedro hubieran sabido que se largaría a llover tan fuerte como lo hizo al día siguiente. Llegaron a la casa y salieron al patio a jugar. Como era viernes, Santiago y Camila se quedaban a dormir, asique aprovecharon todo el tiempo posible. A las diez de la noche llego Ricardo, el padre de pedro, y los tres chicos lo esperaban con la cena ya hecha, pollo al horno con verduras. Al terminar de comer, Santiago, el más callado de todos, se puso a lavar los platos, y cuando por fin finalizó se pusieron todos a ver una película en Netflix. La película termino a la una y media de la madrugada, y Santiago se quedó dormido en el sillón. Camila y pedro se pusieron a preparar un juego de mesa, “El Krarken”. Ricardo se fue a su pieza. A las dos de la madrugada, cuando pudieron despertar a Santiago para jugar, empezaron. Camila sacó la primera carta y decía: “avanza tres casilleros”. Pedro tomó la segunda y leyó: “retrocede un casillero”, pero estaba en el punto de salida así dijo “paso”. Con un fuerte estruendo y un refusilo comenzó a llover tan fuerte que Ricardo se levantó de su cama con un sobresalto y fue a ver s los adolescentes habían hecho algo, y no, los chicos estaban jugando, y el ruido había sido solo la lluvia.
El papá se fue a dormir y ellos siguieron jugando. Se olvidaron de la lluvia. Camila miró por la ventana y pregunto en voz alta “¿Qué pasaría si… saliera una planta carnívora del ropero y nos comiera a todos?”, entonces pedro miró y respondió “Camila, deja de decir pavadas”. Era turno de Santiago, así que tomo la carta y la leyó para sí. Pedro, al ver la cara de su amigo le pregunto “¿Qué pasó?”, entonces el chico respondió leyendo: “caíste en una selva, para salir saca cinco u ocho con el dado”. Cuando termino de leer, Camila advirtió que salían enredaderas del ropero, y señalando con un dedo la puerta del mismo, “les dije que estaba esa cosa ahí”, y como resultado los dos chicos miraron hacia lo señalado y se pararon de un salto. Pedro llamo a su padre, y este, vino tan rápido como pudo. Luego de explicarle a Ricardo la situación. Tomaron un cuchillo cada uno y empezaron a cortar las plantas que los atacaban.
La casa se había vuelto una selva y estaba toda cubierta de hojas y ramas. Camila, la que siempre tiene la razón, mirando fijo a pedro, le dijo “si hubiésemos sabido que pasaría esto no hubiéramos venido”, Pedro, respondió irónicamente, le dijo “bueno, ya sé, pero nos divertimos. ¿O no?”. La chica, con furia, respondió también irónicamente “claro, ¡PORQUE ES LINDO QUE PLANTAS TE MATEN! El papá de Pedro, al verlos pelear, les dijo “basta de pelear chicos, ayúdame a buscar a Santi, que no sé dónde está”.
Estuvieron buscando a Santiago, desesperadamente, por dos horas y no lo encontraban. Se oían sus gritos de ayuda, pero no sabían dónde estaba. Lo buscaron en el baño, la terraza, la cocina,debajo de las camas y no lo encontraban. Los gritos aún se oían, hasta que el silencio inundó la casa. Hasta el día de hoy, 13 de enero del 2029, se sigue buscando el cuerpo de Santiago Gómez.
La PDI quiere cerrar el caso y no hablar más de él. Ya que dicen que es algo paranormal. Pedro Martínez y Camila Suarez, hoy, con veinticuatro años, siguen pidiendo justicia por lo que le pasó a Santiago hace siete años. Respondiendo a la pregunta de Camila, esto pasaría: Santiago Gómez seguiría desaparecido…