Puedo sentir la exasperación en sus palabras. Es revitalizante para el alma ver a un chiquillo de siete años dar semejante disertación, y más aún el comprobar que todo lo que dice está respaldado en conocimientos reales, en investigación, en documentación científica, en cada quema voluntaria de pestañas al devorar libros, y en cada documental que trajo el tema a colación alguna vez.
—¡Vean! ¡Vean! —Nos increpa llevándonos al jardín, donde su telescopio apunta en ángulo hacia el cielo en el cual cada noche hace sus observaciones, fascinado, ausente, haciendo rabiar a su madre y obligándome a ir a buscarlo para cenar—. Están ahí, ¡dínamos de gas incandescente! ¡A distancias inimaginables de nosotros!
—¿Y cuál es la molestia? —Le pregunto sonriente, aunque procurando que no tome mi gesto por burla.
—Los hechos, papá, ¡los hechos! Mamá viene por la madrugada, toda oronda, diciéndome: "Hien, ya es hora que sepas sobre las estrellas y tu herencia mágica".Pongo cara de circunstancia mientras veo a su madre con ese aire de complicidad que patentamos desde nuestra niñez, ella sonríe con esa dulzura tan suya, a la que ni siquiera el pequeño sabelotodo ante nosotros se puede resistir.
—Bueno, eso es cierto, cariño. —Le dice ella, jugueteando con la llave que pende de su cuello.
—Bien, ya estamos avanzando. —Dice él, ajustándose las gafas que no tienen aumento, pero que él atesora—. De igual manera, no hay un sustento para aquello a lo que llamas "magia" y...
—Y ahí es donde yo te corrijo, hombrecito. —Intervengo sacando de mi bolsillo un pequeño cilindro— ¿Qué es la verdad, Hien?
—Es la realidad.
—No. La verdad es un ajuste entre una postura y su correspondencia con la realidad, y una verdad no necesariamente descalifica al resto como mentiras. —Tomé una diminuta lámpara e iluminé el cilindro, proyectando su sombra contra el muro más cercano— ¿Qué forma tiene la sombra, hijo?
—Es un círculo. —Dice él, dubitativo— Pero...
—¿Y ahora? —Lo interrumpo, cambiando el ángulo de la luz en relación al cilindro.
—Un rectángulo... ¿pero eso cómo...?
—Lo que papá quiere decir es que comete un error quien piensa que es dueño de la verdad. —Interviene Sakura, agachándose ante él, retirándole las gafas y tratando de aplacar su cabello, tan alborotado como el mío—. Lo que tú sabes es cierto, y se corresponde con una parte de la realidad. Lo que vamos a hacer hoy no invalidará lo que sabes, sino que lo ampliará.Hien no estuvo jamás en contacto con la magia. Al menos no hasta ahora, no había una razón específica, la vida nos fue llevando hasta que llegamos aquí. Miro en su poco común inteligencia y la bondad que definitivamente heredó de su madre, la más brillante esperanza de un futuro mejor. Así que iniciaré la enseñanza de hoy:
—Las estrellas, hijo, también representan la fuente de inspiración y poder de tus dos familias.
Le es imposible mantener la boca cerrada al tiempo que la estrella de ocho puntas con el Ying-Yang al centro resplandece bajo mis pies, mientras extraigo mi espada desde el núcleo de mi alma a través de la palma de mi mano izquierda. Estoy que no quepo en mí de orgullo por mi demostración inicial... y me vuelvo hacia mi esposa, mientras descuelga su llave del pecho.
Este niño, el más esperado y amado del mundo, descubrirá esta noche que entre más sepa, más misterios habrá por desvelar.
Esta noche descubrirá que por sus venas corre luz de estrella.
Estrella.
Fin.
Escrito por Pepsipez.
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Reto Fictober 2019 - Colaboración.
FantasyTreinta y un días, treinta y un palabras. ¡Este es el reto Fictober 2019! Cada día del mes, una historia original.