Reloj

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-¡Hola, Tomy!
-¡Hasta que apareces, mujer! ¿Dónde te habías metido? He intentado contactar contigo por todos los medios posibles, incluso te llamé más de veinte veces al celular y no respondiste.
-Perdón...no fue mi intención. He estado viendo una serie que me atrapó y pues... sabes como soy. Me desconecto del mundo ¡No sabes Tomy...! ¡Es genial!
-¿O sea que no me atendiste por la serie? A ver si entendí... Has estado de ermitaño por tres días enteros... ¿por una serie? Y yo pensando que estabas estudiando para aprobar esa materia que te tiene por el camino de la amargura. -Le dice Tomoyo, poniendo el tono más serio que pudo ya que conoce como es de despistada la castaña.
-Lo intenté, pero de verdad que la serie está muy buena y... -Sakura duda de continuar su relato, porque conociendo a su amiga como lo hace, ella sabe que le va a decir de todo... menos palabras amables.
-Sakura... ¿Qué pasó?
-Este... Bueno. ¿Por dónde empiezo?... -habla para ella misma-. ¿Viste que mi casa tiene esa alarma que suena cuando se quema algo?
-¡Por Dios, Sakura! ¡¿Qué rayos pasó?! -Le dijo ya alterada Tomoyo.
- Ya... Ya... No pasó nada. Alcancé a apagar la cocina porque justo estaba...
-¿Cómo que la cocina? ¡Dime que no te ha pasado nada! ¡¿Dónde diablos tienes esa cabeza tuya?! Si no la tuvieras pegada al cuerpo, seguro la perderías por lo despistada que eres. -La reta y respira hondo para calmarse. -Pero no te pasó nada, ¿verdad? Mira... como si no te conociera.Te puedo asegurar que estabas distraída y te olvidaste de lo que sea que ibas a hacer por esa serie... ¿O me equivoco?
-No... Pero estoy bien. Fue un susto nada más...- Sakura ríe a manera de disculpa. -Y hablando de sustos...
-¿Qué más pasó?
-¡Nada malo! Te dije que estoy bien... volviendo a lo que te estaba por decir... Debo ir a la relojería del señor Terada porque mi reloj pulsera se averió y sabes lo especial que es para mí. Y también quiero cambiarle la correa porque la tiene desgastada. Podría ponerle una en color turquesa o celeste pastel o rosado como los cerezos, ¿qué dices? Ah... Además, la última vez que pasé por allí me comentó que le iban a traer un reloj de bolsillo muy especial, creo haber escuchado que era de la era Joseon... aunque no estoy muy segura. ¿Quieres ir?

Tomoyo sabía la debilidad que tenía Sakura con ese reloj pulsera. Fue un regalo de su madre para el día de su cumpleaños, por lo que hace más de diez años que lo conserva. Y con respecto a ese gusto extraño que tiene por ese tipo de cosas, no sabía de quien lo había sacado, porque ninguno en su familia había desarrollado ese amor por los relojes. Era pasar por una relojería y Sakura podía pasar horas sin aburrirse y admirarlos como si fueran las joyas jamás vistas.

-Eso ni debes preguntarlo.
-¡Genial! Esperame en el parque Pingüino. Termino de arreglar el desastre aquí y voy.

Una vez corta la llamada, se pone manos a la obra y trata de dejar la casa lo más limpia que puede. Toma sus cosas y sale hacia el parque Pingüino a encontrarse con Tomoyo.

Como sabe que su amiga todavía está ocupada, Sakura decide tomar el camino más largo y disfrutar del hermoso paisaje que le brinda el parque con las flores de cerezo esparcidas por el suelo. En el camino se entretiene mirándolas caer como una hermosa cortina de lluvia rosada cuando cerca de donde se encuentra, escucha the song of the silence... y la estaban interpretando con una ¿armónica? «¿Quién será la persona que toca? No logro verla... Es tan hermosa y llena de sentimiento... ¿Qué clase de cosas le habrán pasado a esa persona para transmitir tanta... tristeza y melancolía? Ojalá Tomoyo estuviera aquí para escucharla... le enviaré un mensaje para que venga y luego vamos a la relojería. Sakura no pudo evitar entonar un pedacito de la melodía mientras le escribe a su amiga.

""Fools" said I, you do not know silence like a cancer grows.

Hear my words that I might teach you, take my arms that I might reach to you.

Reto Fictober 2019 - Colaboración.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora