Cosas extrañas ocurren

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Le sonreía.

La forma en la que sus labios se curvaban hacia arriba y la manera tan profunda en la que le observaba, se asemejaba mucho a como su madre empezó a mirarlo una vez pudo resolver las cosas con ella. Eso que se describe como cariño o algo por el estilo; no era un experto en el tema. Pero a que era una mirada cargada de ¿Amor? Por decirlo de otra forma, sí que lo era.

Pero eso no era posible. La persona que estaba en frente suyo era todo, menos alguien a quien verías regalando una sonrisa sincera a otro. Lo más parecido que se encontraría en su cara sería una sonrisa de superioridad; de esas que te dicen "Quítate que no eres nada al lado mío". Definitivamente algo no estaba bien.

Oh, no...

Ahora esa persona empezaba a acercarse. Seguía con ese gesto para nada usual y lo más perturbador de todo era que la sonrisa era dirigía a él. ¿Por qué de entre todas las personas, que tienen relación mucho más cercana con el rubio, debía estar pasándole algo como eso? Porque, bueno... Hasta donde lograba recordar, su relación se basaba sobre todo en la rivalidad que sentía el otro a hacia su persona. No era alguien especial como para que algo tan extraordinario le pasara.

De repente ese chico dejó de sonreír y lo miró de manera seria mientras seguía caminando. Algo dentro de él tembló al ver ese cambio tan abrupto de semblante del otro.

Pudo analizar como el señor "Fuera de mi camino, extra", se plantaba frente a él de forma seria y sin previo aviso tocó su mejilla, para otra vez regalarle una sonrisa.

—Shouto...

Ok... Ahora sí que se estaba asustando. ¿Desde cuándo Bakugou Katsuki le llamaba por su nombre? Siempre le colocaba apodos para nada amistosos, como en un intento de molestarlo, mas nunca le prestó atención a ello. Y mucho menos creería que ahora decidiera llamarlo por su nombre de héroe porque en ese mismo momento no estaban en una situación para ello.

Volvió a prestar atención cuando su otra mejilla era tocada por la otra mano de Bakugou, esta vez para hacer que lo mirara fijamente. Seguido sintió como sus frentes se tocaban haciendo el momento mucho más íntimo y, por ende, más incómodo.

—Shouto... Mírame por favor...

Bien. Si antes estaba asustado, ahora estaba aterrado. ¿Qué clase de telenovela barata se estaba montando justo frente a sus ojos? ¡Ese no era Bakugou! ¡Era imposible! ¡Era un impostor!

A todo esto, ¿Por qué no había dicho una sola palabra o había movido un músculo hasta ese momento? ¿De verdad eso estaba pasando? Y más importante ¿Desde cuándo había un campo de flores en todo el tiempo que llevaba ahí?

Ah... Es un sueño...

Eso tenía sentido. Porque hasta donde recordaba, él había llegado a su cuarto luego de un largo y duro entrenamiento. Salió por un vaso con leche y luego de arreglarse para dormir, se acostó.

Un momento. Si todo era un sueño, ¿La novela barata se la estaba montando su propia mente? ¿La leche estaba pasada para que ocurriera algo así? Era un sueño o...

Y ocurrió.

Sintió que sus labios eran tocados delicadamente por los ajenos y se sumergían en un beso apasionado. De repente ya sus manos se movieron, pero no a donde él pensaría, sino que tomaron la cintura del rubio y lo acercaban más para sentir con mayor facilidad el cuerpo ajeno. Las cosas se estaban saliendo mucho de control y más al sentir que eso le estaba gustando.

Es una pesadilla.

Y despertó. Su cuerpo estaba sudando bastante. Sentía sus manos temblar y su respiración estaba muy agitada. No entendía absolutamente nada de lo que había pasado.

Sin pensarlo, se levantó, fue al baño y lavó su cara. Algo muy extraño había pasado esa noche y quería saber por qué. A él le agradaba Bakugou, pero no de la forma en la que lo retrataba su pesadilla que por fin acabó.

Y no era tanto el sueño lo que lo había sorprendido. Sino que fue ese pensamiento de que le gustó ese beso para nada realista con Bakugou... ¡Con Bakugou!

Él no se podía considerar alguien romántico ni mucho menos. Lo único que sabía de ese tema era de las películas cliché que su hermana le mostró como una forma de abrirse más a él y conocerse mejor, así fuera revelando su gusto culposo. Pero de ahí a ser un conocedor, no lo era.

Pero ese sueño era por algo y necesitaba saber su significado. También le dio una gran curiosidad el saber si de verdad Bakugou era capaz de sonreír de una forma, si bien no igual, relativamente parecida a su sueño.

Aunque la conclusión más importante que llegó a su cabeza fue el no volver a tomar leche de noche. O por lo menos comprobar que no estaba pasada porque no deseaba revivir tan horripilante pesadilla que ahora le costaría el resto de su noche de descanso.

Miró el reloj y vio que aún faltaban tres horas para tener que alistarse. Por ello decidió intentar consiliar el sueño otra vez. Aunque fue en vano, ya que el simple hecho de pensar que esa pesadilla se repetiría o hasta sería peor, le quitó todo rastro de cansancio en su cuerpo.

En verdad... Algo muy raro le estaba ocurriendo.

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Y bueno. Esto es un TodoBaku que salió de un extraño sueño que tuve y que me causó la suficiente gracia como para escribirlo y publicarlo (?).
No prometo publicar pronto ya que solo fue un momento instantáneo de inspiración. Pero sí tendrá segunda parte, porque me gustó como quedó.

Esto lo hago un poco más enfocado en comedia, así que no esperen momentos románticos entre ese par, más allá de la retorcida mente de Todoroki quien aún piensa que es culpa de la leche (?).

Y pues eso era todo. No espero que nadie lea esto, sinceramente. Pero ahí lo dejo por cualquier cosa.

Sueños extrañosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora