❝ Mera Coincidencia ❞ ♥ ShouMob♥

❝ "Creó" ❞

Desde que se separo de su hermano menor, Shigeo comenzó a sentirse más y más nervioso. Caminaba a un lado de Shou en silencio y no estaba Suzu como para ayudar a aliviar el ambiente, miraba al pelirrojo y cuando este giraba su mirada a él la apartaba de inmediato.

El camino fue en silencio, un silencio extrañamente agradable, a cada paso Shou se acercaba un poco a Shigeo, y no podía evitar mirarle de reojo con cierta timidez que no había sentido en mucho tiempo. Para Shou era difícil saber lo que sentía el pelinegro, para Mob era difícil sentir en general.

Llegaron a un pequeño parque del cual a un lado se hallaba el cine, aún faltaban unas cuantas horas para la función y al menos una hora para que comenzara a oscurecerse, ambos se sentaron en una banca cercana, Shou había comprado boletos con anticipación y ahora sólo tendrían que improvisar algo para distraerse.

Mob miró a Shou, no había notado que se había vestido diferente, pero cuando el menor volteo y le regreso la mirada la apartó lo más rápido que pudo, sentía sus mejillas calentarse un poco pero le resto importancia al escuchar la pequeña pero siempre reconocible risa de Shou, le miró con timidez y vio como se levantaba de su asiento estirándose un poco.

- Bueno, deberíamos hacer algo, ¿Quieres helado? - Cuestionó mirándole con esa gran sonrisa que tanto le gustaba.

- Uh, suena bien

- ¡Entonces vamos! - Tan pronto lo dijo tomo su mano y lo comenzó a guiar rápidamente por el parque en busca de su helado.

Shigeo sonrió con suavidad, el entusiasmo de Shou siempre le hacia sonreír, incluso si él no entendía por que; Al encontrar una pequeña tienda de helados fueron directamente a ella, al llegar ambos pidieron un helado cada uno, Shou pidió un helado de menta con cubierta de chocolate y galleta mientras que Mob sólo pidió un helado de vainilla simple.

Shou sentía una extraña atracción por la manera en que Shigeo siempre buscaba lo más simple, lo sencillo, era algo completamente diferente de él. Ambos recibieron sus helados y Shou estaba dispuesto a pagar, pero Shigeo fue más rápido y en su mano ya tenía el dinero perfectamente contado, se lo entrego a la joven que atendía y está lo acepto con una sonrisa, agradeció y ambos salieron.

Pasearon por el pequeño parque mientras disfrutaban de su helado, Shigeo no podía evitar mirar a los niños que se divertían y reían con fuerza, le recordaba aquellos días en los que solía ir allí y jugar con Ritsu, el recuerdo se disipó con rapidez al notar que Shou detuvo el paso. Shigeo vio como se acercaba a un gran árbol y se sentaba a los pies del mismo.

- Sabes, antes venía seguido por aquí - Comentó repentinamente mientras esperaba a que Shigeo se acercará a él y se sentará a su lado, cosa que hizo unos segundos después.

- Ah, ¿En serio? Yo también lo hacia, ¿crees que nos hayamos visto?

- No sé, por el trabajo de mi padre tuvimos que movernos mucho.

Shigeo noto como Shou bajaba su mirada, sabía que él habia sufrido con su padre y no quería que ese tema siguiera en el aire, y aún así, no se le ocurría ningún tema por el cual cambiar la plática, simplemente dejo que su cuerpo se moviera sólo, se acercó más a Shou y puso una mano sobre su hombro de manera amigable, notó la mirada de sorpresa de Shou que rápidamente cambio a una grata sonrisa que correspondió rápidamente.

Pasaron unos minutos en silencio y ambos terminaron su helado, ambos caminaron por el parque camino al cine, aún si faltaban 2 horas, ambos podían pasar por la plaza y pasear un poco, Shigeo y Shou hablaban de todo, Shigeo le contaba su semana en el instituto y Shou de las travesuras que hizo en la semana, algunas sólo y otras con Ritsu, asunto del cuál Mob después hablaría con su querido hermanito.

Al llegar a la plaza fueron directo a la zona de juegos de la misma, Shou alardeaba tanto de su puntería que Shigeo quizá ponerlo a prueba en algún juego. Los chicos jugaban en las máquinas y reían a más no poder, Shou sugería juegos de disparar y Shigeo simplemente aceptaba. Mob disfrutaba de escuchar la ruidosa risa de Shou cada que fallaba, quizá eso fue lo que afectó su puntería en el juego, mientras que Shou adoraba la pequeña sonrisa que el de pelo negro le dedicaba en forma de apoyo cada que fallaba, culpaba a Mob de fallar tanto, aún si en el fondo sabía que fallaba propósito.

Pasaron una hora y media en las máquinas, finalizando cuando Shigeo jugó en una máquina de peluches y ganó un peluche de hámster para el de pelo rojo, quien lo aceptó con titubeos y un rostro casi tan rojo como su pelo. Ambos sonrieron y caminaron directo al cine, media hora era suficiente para poder comprar palomitas y comenzar a buscar sus asientos. Shou quería palomitas con mucho picante, y Mob por su parte, no quería que hubiera tanto picante, así que compraron dos paquetes de palomitas, uno con extra picante y él otro con mantequilla.

Eran las 7:48, la función ya iba a empezar y ambos tuvieron que casi correr para lograr tener asientos juntos y disfrutar de la película
Afortunadamente, los únicos asientos juntos estaban hasta arriba de la sala, corrieron sin cuidado de tirar las cosas, pues Shigeo las sostenía en el aire con su poder, llegaron y se sentaron cómodamente viendo la sala oscurecer a la par que comerciales comenzaban a iluminar la oscura sala.

Shou sentía una sensación rara de estar allí con Shigeo, ya había ido al cine a ver películas con amigos, con Ritsu, pero por alguna razón hoy era... Diferente... No de una mala manera, no le disgustaba en absoluto, pero aún así, cuando rozó su mano con la de Shigeo cuando estaba a punto de agarrar palomitas, era diferente, raro, y cálido, parecía una escena cliché de película romántica, pero no podía importarle menos, decidió concentrarse únicamente en la película en la que acababa de haber una explosión.

Por otro lado, Shigeo no podía poner atención a la película, todo pasaba tan rápido y de maneras ridículamente épicas que Mob se concentro más en sus pensamientos que en la misma, pensaba como adoraba la compañía de Shou, y por alguna razón, su rostro se pintó de rosa, y sólo recuerda que eso pasará cada que veía a Tsubomi, su viejo enamoramiento. Y entonces se detuvo, no podía comparar la actualidad con eso, ¿verdad? Eso sólo significaría una cosa que puso a Mob aún más nervioso.

Una secuencia de explosiones iluminó la sala casi en su totalidad, ya había pasado casi media hora, una media hora que ni siquiera habian notado, Shigeo miró tímidamente a su amigo y pudo ver como su rostro se iluminaba, tenía una gran sonrisa y sus ojos azules brillaban a más no poder, sonrió suavemente y sus mejillas se tiñeron de rojo, separó su mirada dirigiéndola a la gran pantalla nuevamente. Shou giró su cabeza también y vio la cara pintada de rojo de Mob, tenía esa pequeña pero siempre sincera sonrisa que lo definía y vio como al haber otra explosión en la película su mirada se iluminó y aparto la mirada con el rostro igual de rojo que él, Shigeo aceptó los fuertes latidos que du corazón brindaba y Shou sólo sonreía bobamente intentando que la razón triunfara sobre su corazón, batalla que sabía, no ganaría.

Ambos eran tontos y no sabían lidiar con sus emociones.

Después de otra hora y media, la película termino y ambos salieron de la sala, tiraron la basura de las palomitas y los vasos de soda vacíos y caminaron fuera del cine en silencio.

— Ya oscureció. — Murmuró Shigeo viendo el oscuro cielo nocturno.

— Cierto, vamos rápido a casa de Hanazawa

Shigeo asintió suavemente y ambos caminaron con rapidez directo al departamento de Teru. Al llegar allí Shou tomo su mochila con todas las cosas del pequeño felino y al propio gato, mientras Shigeo agradecía al rubio y se disculpaba por los inconvenientes.

Finalmente se despidieron, salieron y Shou se despidió de Ritsu, pero al momento de despedirse de Shigeo lo hizo con timidez y Shigeo correspondió con un rostro algo rojo.

Los hermanos Kageyama siguieron caminando hasta llegar a casa, entraron y ambos se sentaron en el sofá, fue un largo día pero ninguno tenía sueño realmente, fue cuando el menor de los hermanos notó el sonrojo que cubría el rostro de su hermano mayor, y antes de que pudiera decir algo, el otro se adelanto.

— Ritsu... Creo que me gusta Shou.