Capítulo 4

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Eren no dijo nada, estábamos en completo silencio yo veía por la ventana esperando a que el se decidiera a hablar.

- quien era el? - pregunto por fin.

- un amigo - me limite a solo decir eso.

- no me vengas con estupideces Mikasa, si crees que te burlaras de mi estas equivocada.

- Eren date cuenta de lo idiota que suenas, tu crees que a estas alturas de nuestra relación voy a ser infiel.

El no dijo nada, nuevamente un silencio incómodo nos invadió, mi mirada regreso al cristal a mi lado ya no me importaba si el me creía o no, cuando llegamos a casa yo salí de el auto, entré a la casa sin mirar a Eren subí por las escaleras hasta el cuarto me quite la ropa solo quedando en ropa interior metiéndome en la cama, pude escuchar como el se acercaba lenta y cautelosamente sentí cuando se sentó en la orilla de la cama.

- perdón, tienes toda la razón, soy un completo idiota.

Hubo un largo silencio, suspiré - eres también un imbécil.

Escuché una carcajada proveniente de el - si pero tu amas a este imbécil.

- para mi desgracia si.

Me levante y vi como el me sonreía yo quedé encantada por su expresión, sus ojos y la forma en la que me miraba lentamente se acercó y me beso era cálido, lento pero poco a poco fue cambiando y la pasión en mi se fue intensificando la agresión y el éxtasis nos dominaban y lo que estábamos haciendo ya no era solo inocentes caricias, poco a poco me quito la ropa y yo hice lo mismo sintiendo su cuerpo desnudo cada vez más cerca de mi, yo estaba emocionada, mi cuerpo y expresiones me delataban no era sutil, quería que el se diera cuenta de lo que me provocaba, que le quedara grabada la imagen de mi, de mi expresión para que no volvería a dudar nuevamente. Poco a poco sentí como el entraba en mi de manera lenta, con cautela, con paciencia pero yo quería más, mucho más, quería sentirme casi como si me sometiera pero el no era así el era dulce, tierno, aburrido se podría decir, el calor cada vez nos envolvía en el cuarto, me sentía tan bien pero cuando yo estaba empezando el termino desplomándose al lado mío quedándose completamente agotado.

- eso es todo? - dije molesta.

- espera cariño, deja solo repongo energía ya veras en el segundo raun.

Yo sabía que eso no era cierto, era una mentira el ya no despertaría hasta la mañana volví a sentirme molesta, me sentía como si me utilizará, como si fuera su objeto sexual personal que el podía utilizar cuando le plazca.

A la mañana siguiente no me levante, seguía molesta, escuché que Eren me habló para que le preparará el desayuno pero le dije que estaba muy cansada y lo ignore olímpicamente, las horas pasaron y escuche cuando salió de la casa me levante y baje y ahí estaba como lo imagine, no preparo nada, solo comió un simple serial ni siquiera le puso fruta o algo, suspiré agobiada por lo perezoso que podría ser este chico, decidí despejar mi cabeza ya no quería estar molesta ya no quería sentirme así.

- bueno si Eren no puede consentirme lo haré yo.

Fue la tarde más relajante que e tenido, ese momento era para mi para dedicarlo a mi misma me sentía tan complacida, el reloj sonó era el momento para empezar a prepararme para ir al trabajo, tome una ducha tan relajante lenta y liberadora cuando salí de el baño me prepare tome mis cosas cerré la casa y fui en dirección a la parada de autobús miré a las personas pasar, sin preocupación como si no tuvieran ningún problema las envidiaba, realmente lo hacía.

Vi lo mismo una vez que llegué a el bar, las chicas practicando las nuevas coreografías y a Hangie preparando todo en la barra.

- hola Hangie.

Ámame Esta Noche (Rivamika) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora