Me siento tan normal, tan real, tan frágil cuando la simple idea de lo que pudo haber sido y fue uno de tus roces viene y va por mi mente.
Estoy al borde de la locura de solo pensar que lejanía que había entre nuestros cuerpos ahora es un abismo que nos separa y me esta matando por dentro. El deseo removiendo mis entrañas me hace extrañar cada beso, cada toque en el lugar preciso con la delicadeza de esas manos que parecían saber amarme.
Mostramos nuestros secretos, bailamos al compás de nuestros latidos con una sensualidad descomunal, nos comimos como si lleváramos eones sin hacerlo y no me arrepiento.
De encontrarnos nuevamente en esa soledad tentadora de nuestros cuartos temo perder la poca cordura que me queda y entregarnos nuevamente a la locura de fingir amarnos bajo las sábanas.
Una vez mas soñare con tu boca candente recorriendo mi cuerpo, con tus manos lentas y con el placer que nos consumía.
¡Feliz Halloween, joven Stark!
