III. Al fin nos conocemos.

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Al caer la noche, los Vastaya se encontraban sentados en la entrada de la cueva observando el cielo cubierto con un manto oscuro lleno de estrellas. Rakan contemplaba las características de su hermosa mujer: cabello magneta oscuro que combinaban con sus ojos que eran del mismo tono, plumas oscuras que podían cortar el cuello de alguien en unos segundos, todas sus características hacían juego con su nuevo traje sombrío, y la luz de la luna hacía que resplandeciera el brillo de sus labios siendo la cereza del pastel de su cuervo.

Atontado por su belleza, Rakan jugaba con los cabellos de Xayah, que estos aparte del color magneta tenían unos mechones morados y rosados.

— ¿Estaremos solos en el universo?

— Rakan...Somos de otro planeta.

— Ah, es cierto.

De repente, algo interrumpió a la pareja, un portal apareció dando unos colores los cuales eran demasiado brillantes y desconcertantes para la vista de la pareja, miraron aquella niña de ojos heterocrómicos, se encontraba sentada de un columpio hecho de estrellas que salía del portal, vestida con un traje de guardiana sólo que sus ropajes estaban mezclados con un tutú, y dos medias de diferente estilo: una lisa de color blanco y otro cruzado totalmente oscuro. Por otra parte un pequeño pulpo salía del portal y este miraba fijamente a los médiums de los Vastaya.

— Otra vez "ella"...— murmuró Rakan al verla.

"Ella", el Aspecto del Crepúsculo, el caos, oscuridad, mal desatado, la encarnación del portador de la verdad de la Estrella Prima, heraldo del conocimiento y la pérdida de la inocencia.

— ¿Quién eres tu? — preguntó Xayah mientras sostenía algunas de sus plumas afiladas entre sus dedos.

— ¡Soy Zoe! — sonrió con alegría y con una gran expresión divertida mientras levantaba su mano. Sin embargo, los Vastaya no correspondieron al saludo — No sean tímidos — extendió sus manos moviendo sus dedos para crear un portal debajo de ellos haciendo que la pareja sucumbiera a este y cayeran.

— ¡Será divertido! — dijo Zoe entre risas y dió una pirueta hacia atrás sumergiéndose en el portal, los médiums observaron la ida de sus guardianes y los siguieron haciendo desaparecer el portal luego de que entraran.

Los Vastaya descendieron desde otro portal, Xayah bajó de pie usando sus alas a favor para bajar segura, mientras que Rakan aterrizó con elegancia dando un efecto dramático.

El cuervo miró hacia arriba, notó que se encontraban en un lugar diferente a lo que habian visto antes, un lugar donde el espacio y tiempo se retorcían entre sí.

La Dimension Oscura.

Pero enseguida bajó la mirada hacia Zoe.

— Den gracias a los astros que les haya dado unos cuartos. No quiero que mis guardianes estén incomodos — comentó Zoe mientras flotaba y creaba una pequeña constelación para hacer un nudo con este.

— ¿Sus guardianes? — Xayah miró a Rakan frunciendole el ceño. Rakan no le dirigió la mirada, el sabía muy bien que estaba molesta y que expresión tendría. Tal vez hacer un trato no era la decisión mas sensata, miró hacia las enormes puertas del castillo. Hechas de un cristal morado translúcido con rombos que se abrían ante ellos como la boca de un gigante.

— ¡Bienvenidos a mi hogar! — el aspecto dió un giro gravitatorio, se veía lo emocionada de tener nuevos amigos.

El interior era oscuro, conforme caminaban hacia el interior, unos cristales comenzaban a brillar iluminando el lugar. Zoe mientras flotaba les comentó que sus habitaciones se encontraban subiendo las escaleras. El Vastaya bien vestido notó que eran demasiados escalones, las escaleras tenían la forma espiral haciendo que estas parecieran más un laberinto.

Un Millón de Estrellas (CANCELADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora