X. Padre.

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Ronco tapándose los ojos con la mano miraba el sol y mientras que las nubes se acercaban a cubrirlo.

—Parece que hoy viene el comprador, ¿no?— dijo Cráneo. Un hombre delgado que se le marcaban las costillas, llevaba un cinturon de cuero en el cual se encontraban varias bombas tóxicas, pistolas y un látigo. Revisó sus gafas y las limpió con un trozo de tela. Ronco lo miró de momento pero no dijo nada.

—Convendría comer algo...— volvió hablar Cráneo.

—Luego.

—¿El gordo barbón no quiere comer?— dijo burlándose Tav.

—Miren— dijo de pronto Cráneo.

Xayah entró desde la calle principal y atravesó entre los puestos. Se dirigía directamente a ellos.

—Ajá —dijo Ronco— Es la chica que mencionó Hordak. Dame el arma, Tav.

Se enderezó rozando su dedo índice por el gatillo, listo para disparar.

—¡Ni un paso más!

Xayah se detuvo. Le quedaban veinte pasos para llegar a ellos.

—¿Dónde está Rakan?— preguntó Xayah.

—No sabemos de quién hablas— habló uno de los gemelos que afilaba su cuchillo.

—Es un hombre de cabello azul. Alto, con cicatrices sexys y bonitos ojos. Dan ganas de besarlo.

Ronco adoptó una sonrisa cruel.

—Está siendo golpeado por su padre. Un paso más y disparo.

Xayah se acercó. El robusto pelirrojo alzó el arma y se hizo el silencio.

El sonido cual trueno de la bala retumbó por el callejón. La joven se arrancó cinco plumas y las acumuló de forma precisa en su palma, sujetándolas con el índice y el pulgar, lista para lanzarlas. Usó las plumas para contrarrestar la bala y se oyó un ligero gemido prolongado de la bala siendo dividida en dos partes. Las plumas seguían intactas. Xayah siguió avanzando con una expresión fría emanando un aura terrorífica.

—Partió...— gimió Tav —Partió la bala en dos partes como si nada...

—Si me dicen donde está Rakan, les puedo dar una muerte rápida y sin dolor.

—Jamás— hablaron unos gemelos al mismo tiempo que preparaban sus armas.

La chica cuervo aceleró el paso, su andar, de extraordinaria ligereza y fluidez, se convirtió en una carrera, no llegó directamente, sino de lado. Seguía manteniendo las cinco plumas en su palma.

Tav no pudo soportar más y se abalanzó contra ella reduciendo la distancia mientras que los gemelos lo seguían.

—¡Regresen a la formación! ¡Maldita sea! — dijo Ronco maldiciendo al perder a la chica de vista.

Tav por lógica fue el primero en perder la vida. En tan solo un segundo iba persiguiendo a la chica, se dió cuenta de que ella lo había rodeado con gran velocidad hacia el lado izquierdo. Intentó frenar pero la vastaya se deslizó cerca de Tav cortándole la garganta. Tav se retorció y trataba de cubrirse la cortada que cada vez salía más sangre. Quedan cuatro plumas.

Los gemelos atacaron a la vez con la misma habilidad, inferiores ante Xayah. En tan solo el momento en que los gemelos se distrajeron al buscar con la vista a la chica, uno de ellos había recibido una pluma atravesandole el pecho y el otro en la cabeza. Quedan dos plumas.

Cráneo se dio la vuelta muy deprisa. Pero no lo suficiente. Recibió un tajo en la barriga, aguantó, se dobló para golpear, entonces recibió un segundo tajo a un lado del cuello, justo por debajo de la oreja.

Un Millón de Estrellas (CANCELADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora