Capitulo 4 - Odan Velgester -

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— Si papá, estoy hablando tan enserio como aquella vez que te dije que podía sacar fuego de mis manos.

— Ya te dije que eso pudo haber sido un sueño... ¿además en donde conociste al niño?

— El me encontró, como yo te encontré a ti cuando estaba escapando de todo.

— Es cierto, entonces... puedes traerlo a casa, hijo.

Me pregunto cuanto faltara para las dos de la tarde, supongo que falta mucho, me siento un poco raro, será la primera vez después de mucho tiempo que tengo una familia y que no viva solo, al menos supongo que ahí estará esperándome.

Extraño a mamá y a papá, me pregunto si mi nuevo papá me dejara tener un perrito, su nombre es un poco peculiar, casi nada común como el mío, Odan y Percy juntos para ser felices.

— Señor — entro un recepcionista del hotel por la puerta — estuve pensando que se sentiría muy solo en la habitación, le he traído algo de comer y unos cuantos pases para que pueda ir a los juegos del hotel.

— ¿Enserio? — mis ojos se llenaron de alegría — ¿habla enserio?

— Si, puede ir a disfrutar de los juegos ahora mismo si lo desea.

Me puse a comer todo lo que me habían traído, pollo, frutas, helado, luego me cargue la mochila que había comprado para guardarme cosas que pueda conseguir, y luego baje con rapidez hasta la sala de juegos de la cual me había hablado el recepcionista.

Cuando llegué, vi la felicidad, había juegos de todo tipo, la montaña rusa, los autos chocones, resbalines de todo tipo, juegos de canchitas, carreritas en coches, estaba a punto de dar un paso hacia adelante, pero me invadió el pensamiento de "¿está todo esto pagado?", se puede decir que mi nuevo papá solo me ha dado cinco billetes.

Volví hacia la recepción y le pregunte al que atendía si el dinero que les había dado era suficiente, el recepcionista me miro con cara de sorpresa y me dijo:

— Pensé que te lo había dicho, no tienes de que preocuparte, ¿ves a aquel hombre de allá? — señalo a un recepcionista que se encontraba barriendo el suelo, era el que me había traído la comida y la tarjeta de juego a la habitación — ese chico pago para que te divirtieras.

— Gracias.

Me acerque a el que estaba muy concentrado en lo que estaba haciendo.

— No hay mucho polvo, se supone que está limpio.

Aquel recepcionista me miro alegre, no había notado que todavía era joven, no parecía superar la edad de mi nuevo papá, aun así, tenía un rastro de barba de pelos muy cortos.

— Supongo que ya te lo han dicho

— Si me lo acaban de decir, ¿Por qué lo hiciste?

— Viniste solo sin padres a la recepción diciendo que debías esperar a que tu nuevo padre te recoja, estabas totalmente sucio, yo... también viví así por algún tiempo cuando era pequeño, entonces solo pensé que debías divertirte un poco antes de ir con tu nueva familia.

— ¿Cómo supiste que tendría nueva familia?

— El Señor MURNER — señalo con la cabeza hacia el recepcionista al que le había hablado antes — el me adopto y me hizo un mejor hombre, el me lo dijo.

— Supongo que tiene sentido.

— Tranquilo, ve a divertirte, yo te avisare cuando llegue la hora de marcharte.

Le sonreí y luego corrí con toda emoción hasta los juegos, había pasado tiempo desde que no me divertía así, la última vez que lo había hecho era con mis padres, días antes de que comenzara la guerra.

El Primer Héroe - El demonio de ciudad CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora