Capítulo 11 - Reunión -

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Las gotas caían, su sonido formaba música, los autos pasar formaban canciones en mi cabeza, me sentía tan perdido como una persona en un laberinto, estaba nublado, veía a la gente sonreír, mi mentón apoyado en mi mano, el brazo sobre el apoyo del sillón.

— Y fue así como pasó, oiga, perdón ¿me está escuchando?

— Oh, lo ciento, es que pensaba en todo lo que pasó ayer.

— Si, fue una noticia terrible lo de la hija del alcalde, su muerte, pero al menos nos queda la poca esperanza que nos da Rojo.

— ¿Qué piensa usted de aquel hombre?

— Uno en mil millones, nadie se hubiera atrevido a ser un héroe, y enfrentar al alcalde, solo existe uno como el — sonreí y luego me puse de pie.

— Bien, habla de un ladrón, dice que entra a su casa durante su trabajo, entonces sus sospechosos son, sus vecinos Emil y Thara, el primero... — Lara tocó la puerta y entró.

— El jefe te está llamando.

Ya en la oficina del jefe, él se encontraba leyendo el periódico y fumando un puro, sonrió al verme.

— Hola WM, necesito que ayudes a tu compañera Erika con un caso, trata y tráfico, Lara te llevará con ella.

— Bien, espero que no se trate de un perrito secuestrado.

— Escucha, te di la oportunidad de volver con la condición de que no interfiera en otros asuntos, además ese tal Rojo — el jefe miró a Lara de reojo —, Lara nos das un momento — ella salió de la oficina —, ¿Qué paso entre ustedes? Hace una semana que no los he visto juntos.

— No es algo que deba explicar, iré a hacer mi trabajo, que tenga buen día.

Salí de la oficina y le dije a Lara que me llevara con Erika.

— ¿Sigues molesto? Solo digo.

— No, solo, déjalo.

— Oh, pero miren a quiénes tenemos aquí, pero si es la pareja de las grandes cabezas — dijo aquella Erika que no conocía.

— Eso sí lo dices considerando la cabeza de tu gato — saque una menta, me di la vuelta para sacarme la máscara y comérsela —, como sea, las evidencias.

— Siempre arrogante... — respondió Erika.

— Siempre feminazi — le dije —, concéntrate en tu trabajo y no en tus prejuicios, creo que aquí termina para ti, Lara — Lara me miró triste y se fue, me paso una carpeta y comenzó a hablar.

— Cuatro niños secuestrados, se revisó la habitación de los cuatro menores, pistas, una habitación con muchos dulces, una con peluches, otra con muchos dibujos, la última es algo más peculiar, pintada de negro.

— ¿Qué esperas que haga con esa información?

— No lo sé, tú eres el de la magia... bueno, las personas sospechosas están en la última hoja, el más inculpado, el jefe de la compañía "C.E.M.B.H.", los padres son trabajadores de la empresa y tuvieron conflictos con el mismo.

— Doctor Manta, esto me ayudará.

— ¿Ayudar a qué?

Me retiré sin decir nada, vi las fotos de las habitaciones de los niños, dibujos, menta, peluches y color negro, niños especiales, la ubicación de las casas en la última hoja, necesitaba revisar los lugares, vi unas huellas en las fotos.

Llegue en taxi a una de las casas, la del niño que me atraía más, la de la habitación negra, sus padres me recibieron muy apenados y preocupados, subimos a la habitación, era como en la imagen, pero me interesaba lo que había en el suelo, unas huellas y dos hojas con forma de gotas.

El Primer Héroe - El demonio de ciudad CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora