Capitulo 13 - Rayer -

104 40 1
                                    

Había personas encerradas en un ambiente oscuro, carente de temperatura cálida, llevaban sogas atadas a sus piernas, la gran mayoría se reunía para tener calor entre ellos.

Era un sótano, una puerta abrirse sonó, la luz que entraba en el lugar reflejaba una silueta con una "V" de símbolo en el pecho.

— Todos fuera de aquí — dijo el hombre de la silueta, Rojo.

La gente se levantó débil y algo confundida.

— Tigresa, Demoledora, ayuden a los civiles, yo subiré al último piso a buscar pistas.

— ¿Quién te sacara de aquí? — pregunto Demoledora.

— Centry, me ayudara, vayan, quedan cinco minutos hasta que la bomba explote el lugar.

Las dos heroínas sacaban a la gente de a poco, entre la multitud había niños, ancianos, adultos, de todo género y edad.

Volteo Rojo hacia las escaleras y subió, al abrir un portón de metal este le dirigió a un pasillo de metal que parecía estar sobre un centro de investigación.

— Es agradable ver al demonio de ciudad Cristal — dijo una voz al otro extremo del pasillo.

— Otro de los sirvientes de Manta...

— ¿Sirviente? — dijo enfurecido y se mostró.

Hombre muy bien formado, de pelo negro, dos pistolas a la cintura y una escopeta a la espalda, su presencia era adornada por una bufanda en su cuello, de negro y blanco.

— ¿Sabes? Me gusta el negro, pero siempre he desconfiado de la gente de blanco, así que supongo que vienes a matarme — dijo Rojo sacando una catana

— No supones mal.

— Si te pasa algo no podrás alimentar a tu tigre, mercenario.

— ¿Cómo sabes...?

El hombre dio un gruñido y corrió hacia Rojo disparando sus pistolas, Rojo las bloqueo con ayuda de la catana, entonces guardo la espada y comenzó la pelea de golpes. Rojo rápidamente pudo leer los movimientos de su atacante, pudo leerlo, Tae Kwon Do.

En unos segundos Rojo tenia al hombre por el cuello.

— Ya basta, solo he venido a destruir el lugar, no quiero hacerle daño a nadie — dijo Rojo.

— ¡Ah! Pobre idiota, nunca te has preguntado ¿Por qué ser héroe? A veces las preguntas más fáciles son las que no tienen respuesta — el hombre saco algo como barro de sus bolsillos y lo puso en los ojos de Rojo.

— Viendo que llevo casco y no mascara eso no me afecta en nada.

El hombre quiso lanzarlo a un recipiente grande en el suelo haciéndolo caer desde el pasillo, pero Rojo había tomado al hombre y ahora el que estaba más cerca del recipiente era él y no Rojo.

— No te sueltes — dijo Rojo colgado de una mano mientras con la otra sostenía al hombre.

— Por favor, no vayas a soltarme.

Sus manos se resbalaban, no pudo tomarlo más tiempo y cayó al recipiente, los ojos de Rojo se limpiaron de aquella masa y alcanzo a ver el recipiente, mutageno puro, ya no quedaba nada que hacer, los gritos de aquel hombre perturbaban los oídos de Rojo.

Quedaban casi cincuenta segundos en el cronometro de las bombas, Rojo subió al techo y espero ahí, una flecha se plantó en el suelo en si extremo una soga, Rojo la tomo con la mano y comenzó a descender por la soga lejos del edificio.

El Primer Héroe - El demonio de ciudad CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora