Después de las horas más largas de su vida en aquel avión, Genos finalmente había llegado a su destino. No es que fuera un viaje muy largo, sino que estuvo demasiado sumido en sus pensamientos que lo único que deseaba era poder desconectar su mente por un instante.
Caminó tranquilamente con sus maletas, saliendo del lugar hasta que un hombre de ojos rojizos y cabello negro se acercó moviendo una de sus manos.
- Genos, ¿verdad? - Preguntó con una leve sonrisa.
El rubio le miró extrañado. El hombre frente a él lucía un abrigo beige abierto con una camisa, pantalón y botas negras. Sentía haberlo visto en alguna parte.
- Sí, soy yo.
- Mucho gusto, por favor dime Zeta. - Extendió su mano en forma de saludo. - Soy el mánager de Amai. - El menor abrió los ojos con sorpresa aceptando el saludo. - Quise venir directamente a recibirte, quería conocer al chico por el cual Amai insistía tanto.
- M-Mucho gusto... perdón las molestias. - Dio una leve reverencia.
- Tranquilo, mejor salgamos, el auto está esperando. - Añadió con serenidad empezando a caminar siendo seguido por el rubio.
Al salir, un auto negro les esperaba. El conductor tomó sus maletas mientras el de ojos rojos le invitaba a subir a la parte trasera del auto.
Genos simplemente aceptó sin oponerse, no veía necesaria tanta atención, pero era de esperarse viniendo de alguien tan excéntrico como lo es Amai.- No pensé que estuvieran esperándome. - Habló segundos después de emprender marcha. -
- Amai es un dolor en el trasero a veces. - Comentó divertido mirando al de ojos ámbar. - Desde que volvimos de la presentación en aquella academia musical no paró de insistir y hablar de ti. - Metió una de sus manos a su abrigo sacando su celular, mirando la pantalla de este y desviando la llamada entrante. - Además, tengo entendido que se conocen de tiempo atrás.
- Así es pero... No quiero que piensen que estoy acá sólo por conexiones. - Acotó frunciendo el entrecejo.
- Tranquilo Genos, nadie a dicho algo como eso, al contrario, no es muy común que Amai se interese tanto en uno de los nuevos sin importar si los conoce o no. - El pelinegro notó la inconformidad en su rostro. - Además, yo también vi tu presentación. Llevo muchos años en este medio y sé cuando alguien es prometedor.
Lo último llamó su atención, ¿muchos años? ¿qué edad tenía acaso ese hombre?. Apenas y lucía unos años mayor que él.
Abrió su boca queriendo preguntar pero en ese instante el pelinegro atendió la insistente llamada de su celular.Bueno, más tarde preguntaría. Suspiró un poco más tranquilo, desviando su vista hacia la ventana del automóvil.
Altos edificios y establecimientos empezaban a verse iluminados; la vida nocturna estaba a punto de iniciar y las calles empezaban a llenarse rápidamente.Estaban en la capital del país, una ciudad que poco duerme, y en la cual él estaría a punto de mostrarse como un foco donde centrarían su atención en sólo un parpadeo.
Tan sólo quería que todo saliera bien, e inevitablemente con ese pensamiento, las imágenes de lo que dejó atrás llegaron a su mente, haciendo que empezara a intentar convencerse más fuertemente de que había hecho lo correcto, y de que sus padres estarían orgullosos de verle escalar alto.
Sí, seguramente sería cuestión de tiempo para acoplarse y olvidarse de quien posiblemente ya no pensaba en él.
Sus vidas serían menos complicadas así.
- Hey, ya te dije que lo llames directamente a él, no sé por qué no contesta. - Genos escuchó que Zeta hablaba con fastidio con quien estuviera llamándole. - Hombre no, no estoy con él... Sí soy su mánager, no su maldita niñera. - El pelinegro colgó furioso la llamada suspirando en el acto. - Es la décima llamada en los últimos 30 minutos, demonios. - Giró su vista hacia el oji-ámbar quien le miraba con intriga aunque quisiera demostrar desinterés. - No es nada, es sólo que Amai es bastante... solicitado.

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Starboy. | SaiGenos
FanfictionGenos es un joven de 19 años con un don único que lo hace un talentoso artista musical, además de que su apariencia fisica lo convierten en un candidato perfecto para idol. Dispuesto a cumplir con su sueño, se inscribe en una prestigiosa escuela mus...