Starboy. | SaiGenos

Sentimientos.

- ¡G-GENOS!- Gritó alarmado al verse descubierto.

Miró al más joven frente a él quien seguía con una expresión de sorpresa, no sabía que decir, Saitama incluso podía jurar que los dorados ojos de Genos brillaban aún más de lo normal por lo que tuvo que apartar su vista de aquella intensa mirada que empezaba a ponerlo más nervioso de lo que ya estaba.

Rió intentando fingir que nada había sucedido pero lo único que consiguió fue parecer más nervioso.

- Ah, q-qué sorpresa encontrarte acá...- Como si el asiento del piano hubiera estado hirviendo, Saitama se levantó buscando esquivar al joven rubio frente a él.- Nos vemos luego, ¡buenas noches!

Dio algunos pasos pero la voz suave del menor le hizo detener su huida.

- Enséñeme.

- ¿Qué?

- Por favor, sea mi maestro.- Habló seriamente sin dejar de mirarlo luego de dar una leve reverencia.

La cara de Saitama era la confusión personificada.

- Oye, oye, no sé de qué demonios estás hablando yo sólo estaba recorriendo el lugar, ¿ok?, así que por favor olvida todo lo que hayas visto o escuchado.- Pidió con la esperanza de que eso le ayudara a librarse del rubio.

- ¿Por qué le molesta que lo haya escuchado?.- Vaya, eso fue una pregunta bastante directa.- Es bastante obvio que con esa voz es un maestro de la academia, ¿acaso piensa que no fui lo suficientemente bueno para merecer sus enseñanzas?.-

-Wow, este chico sí que no se anda con rodeos.- Pensó mientras observaba el semblante serio con el cual le había hablado.- Hey, relájate, lo estás malinterpretando.

¿Acaso ese chico sabía lo que decía? ¿Que no fue lo suficientemente bueno? Por todos los cielos, sí él mismo se dio cuenta de la cara de idiota con el cual observó su audición.

- ¿Por qué me pides semejante cosa? Yo no tengo nada que enseñarte hombre.- Dijo finalmente al reacomodar sus ideas.

- Lo he escuchado cantar, nunca en mi vida había escuchado tanto sentimiento reflejado en una canción.- El rubio llevó su mano derecha hasta su pecho.- He podido captar sus sentimientos y... fue increíble, tanto que no supe que hacer y simplemente me quedé congelado observándolo.

¿Sentimientos?

- Genos, yo simplemente hago esto por diversión, mi trabajo acá es sólo ayudar al viejo Bang, nunca en mi vida he enseñado algo a alguien y mucho menos en este lugar.- Se cruzó de brazos suspirando mientras hablaba.- Tú tienes mucho talento, no creo que sea necesario...

- ¡Por favor! Es todo lo que necesito.- El rubio alzó la voz sorprendiendo a Saitama.- Yo...Nací con algo llamado el oído absoluto, gracias a esto puedo captar y reproducir sin ningún problema cualquier nota musical sin una referencia, pensé que era un don magnífico que me ayudaría a llegar alto pues desde muy pequeño fue fácil para mí aprender correctamente técnicas vocales pero, de nada sirve todo eso en un artista si no es capaz de reflejar sus sentimientos a través de su arte.- La voz del menor casi sonaba suplicante, ¿en dónde había quedado el radiante rubio desbordante de seguridad?.

- Oye espera, mi cabeza no procesa tanta información a la vez.- Saitama intentó captar toda la información pero su calva cabeza parecía a punto de fundirse.

- Lo siento, por favor deme una oportunidad, no le defraudaré.- El oji-ámbar casi parecía un gatito suplicante.

El mayor suspiró palmeando su cara.