La sensación fría de la pared sobre su espalda, y el fuerte agarre de los brazos ajenos rodeandole la cintura empezaban a doblegarle.
Saitama le besaba casi que con desespero como buscando grabarse a la perfección la textura y forma de sus labios, mientras él simplemente pudo aferrarse a la espalda del mayor cuando este apegó sus cuerpos en un roce bastante insinuante.
Genos jadeó instintivamente separando sus bocas, y mandando su cabeza para atrás por un segundo que Saitama aprovechó para atrapar la blanca piel de su cuello entre más besos.
En ese instante había dejado de pensar y lo único que llenaba sus sentidos era la imagen del cuerpo del rubio respondiendo ante su contacto. Nunca creyó llegar a hacer eso con otro hombre, pero en ese preciso momento, estaba más que convencido que Genos poseía el sabor más dulce y adictivo que alguna vez hubiese probado.
Con la respiración agitada, el rubio sentía que su piel se erizaba ante la calidez de la respiración que chocaba contra su cuello.
Saitama le hacía sentir tan bien con tan sólo besarle, que sabía que en unos minutos más la situación cambiaría.
Pero, ¿qué sucedería si sólo se dejaran guiar por el momento?
Genos no quería que Saitama pensara que sólo era una capricho de una noche; su confesión fue verdadera y ahora temía que lo único que impulsara al mayor fuese una sensación de confusión por ello.
Además, no sería justo, y sería demasiado doloroso involucrar más sus sentimientos, cuando sabía a la perfección que él debía marcharse y olvidarse de un "pudimos ser".
Salió de sus pensamientos al sobresaltarse cuando sintió una de las manos del mayor colándose por debajo de su camisa.
- E-Espere... - La suave voz que volvió a escucharse en medio del lugar, llamó la atención de quien parecía no querer interrumpir su labor.
- ¿Estás bien? - Preguntó mirándole a los ojos, acomodando algunos rubios mechones con sus dedos.
- No deberíamos...
- Genos, sé que ambos nos sentimos igual. - Se separó dedicándole una suave sonrisa que desapareció al sentir la mano del rubio sobre su pecho, empujándolo levemente.
- No es así. - No entendía la voz seria de Genos ni mucho menos el rotundo cambio de actitud.
- Hey, te lo estoy diciendo, tú me gustas. - Aclaró sin dudar. - Yo te gusto, ¿no es así?
-...- Genos giró su rostro evitando el contacto visual.
- Responde. - Se separó empezando a sentirse algo aturdido por la situación, ¿se había equivocado y Genos no le veía de esa forma?. - Genos, ¿yo te gusto?
El rubio apretó sus labios y sus ojos, negando con la cabeza. Sabía que iba a arrepentirse, pero sería lo mejor para ambos.
- Mientes. - Acotó al instante haciendo que los ojos ámbar volvieran a mirarle. - Lo veo en tus ojos. Lo sé por la forma en que reaccionaste cuando te besé, ¡y esa canción!
- No sé de qué habla, me sorprendió que me besara, y la canción... lo malinterpretó.
- No, no estás siendo sincero - llevó su mano hasta su pecho, arrugando su camisa. - ¿¡Por qué no eres sincero!? - Apretó sus puños con frustración, el rubio parecía querer decir algo pero simplemente no lo hacía.
- Yo... no puedo. Me iré con Amai y debutaré con su productora.
Saitama soltó una risa incrédula.
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Starboy. | SaiGenos
Hayran KurguGenos es un joven de 19 años con un don único que lo hace un talentoso artista musical, además de que su apariencia fisica lo convierten en un candidato perfecto para idol. Dispuesto a cumplir con su sueño, se inscribe en una prestigiosa escuela mus...