-Chicos siguen aquí- no puede ser es aquel chico rubio con sus cuatros amigos detrás de él.
Ay no, tiene una navaja, cada uno. Vamos a morir.
-A ver si ahora son tan valientes- se van acercando a nosotros.
Alvin me coge de la mano.
-¡Corre!- dice Alvin, sigue sin soltar mi mano. Nos están persiguiendo.
Alvin se para y entramos en un coche, su coche supongo.
Arranca y da media vuelta a toda velocidad, las ruedas suenan y entramos en carretera, los que nos perseguían ya no lo hacen, menos mal.
-Joder, joder, joder- pego mi espalda al sillón y me tapo la cara.
-¿Estás bien? ¿Te has hecho daño?- insiste.
-Ha sido, JAJAJAJAJA, la cosa más loca que he hecho nunca- no puedo parar de reírme.
-Lo siento JAJAJAJA cuando estoy nerviosa me río, mucho JAJAJAJA
-Vale ya, JAJAJAJAJA- no, todavía no.
Pasa unos minutos y paro. Por el rabillo del ojo he visto que le he sacado una sonrisa de medio lado.
-De todas formas gracias.
-No ha sido nada, ten cuidado con esos tíos, no son muy amables
-Entonces como tú, lo podré aguantar- lo digo con sentido del humor y a la vez no, pero el parece muy convencido de lo que está diciendo.
-Va en serio- asiento.
-He dejado allí mi chocolate.
-No seas niña chica, es solo chocolate- eso si que me ha ofendido, lo del chocolate claro.
-¿Perdona? El chocolate es como una droga para mi, y no soy ninguna niña chica- pone los ojos en blanco.
-Solo por decirlo ya lo eres, mejor te llevo a mi casa- dice, y volvió el Alvin de siempre, bueno fue bonito mientras duró. Y sinceramente creo que nunca se fue.
-No, voy a comer fuera, para aquí- digo señalando con la mano a un parque que tenemos casi al lado.
-Ni loca piensas que te voy a dejar aquí, a tan solo unos kilómetros de esos tíos- de repente comienza a llover, no tengo paraguas.
Alvin me mira victorioso, sabiendo que no me voy a quedar en la calle lloviendo y sin paraguas.
-Vale vale está bien, llévame a tu casa- digo rindiéndome.
Ya no volvemos a articular ninguna palabra, es un silencio incómodo, muy incómodo.
Hemos llegado, él baja del coche y cierra, corro antes de que cierre con la llave y me deje aquí dentro.
Este es bipolar, antes era un "amor" y ahora no se soporta ni él.
-Hola ¿ya estás aquí?- me pregunta Alex que está limpiando el polvo de la habitación de los Brown.
-¿Estás bien?- asiento. ¿Cómo sabe que me pasa algo?
Soy una persona que muestra mucho sus sentimientos a través de los ojos, la cara en general.
-Es Alvin, se comporta de manera extraña ¿lo conoces?- pregunto para al manos tener más información.
-Lo conozco lo suficiente como para decirte que te alejes de él- me advierte pero ¿tan malo puede llegar a ser?
No sé exactamente qué es a lo que se refiere Alex con que tenga cuidado, pero creo que va en serio.
Los señores Brown no están, así que perfecto, Alvin, bueno él no sé donde está y Kevin tampoco lo sé.
Bajo a por un vaso de agua.
Y hablando del rey de Roma, allí está sentado viendo un partido de fútbol.
-Hola Elizabeth- dice Kevin, lo saludo con la mano y me siento a su lado.
Es increíble la suerte que he tenido al encontrar a unos jefes así, me tratan como una más de la casa solo que tengo que limpiar, no tengo que llevar uniforme, ni tenemos una television para nosotros, podemos comer con ellos. Es un lujo.
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Amor prohibido [PAUSADA]
Novela JuvenilUna chica con 18 años tiene que ir a trabajar de asistenta del hogar a una "mansión" debido al estado económico de su familia. En ella vive dos hermanos mellizos también con 18 años y su compañero, un tanto liantes y enamoradizos.