𝗠𝗜𝗡𝗜 𝗚𝗘𝗡𝗜𝗢 (𝖫𝖮𝖲 𝖱𝖤𝖨𝖣 #1) ━━ SPENCER REID #wattys2019

Capítulo 35 Tu acosador

Sin lucha no hay progreso.
-Frederick Douglass

Hotch

Terminamos de resolver un caso, bajamos del avión y fuimos directo a la oficina. Nos dieron un reporte que nos tomó desprevenidos, el "acosador" se había metido de nuevo al edificio, esta vez nos había dejado una especie de "regalo".

—¿Galletas? —dijeron ______ y García a la par.

—¿Revisaron el paquete? —le pregunté al agente que nos había notificado de aquello.

—Sí, señor. —dijo seguro. —No tiene ninguna sustancia extraña o algo por el estilo, son caseras.

—Para que no piensen que los odio, bueno, sí los odio, atentamente el acosador de la UAC. —leyó Rossi en voz alta.

—¿Burla? —preguntó JJ.

—Al parecer ya se estabilizó.

—O eso quiere que creamos. —dijo Morgan. —Habrá que esperar más movimientos para estar seguros.

—Mientras tanto, ¿Qué hacemos jefe? —preguntó García.

—Debemos investigar desde donde fue enviado, trabajen en ello. —todos se fueron a sus respectivos lugares de trabajo. —Y dime ¿Nadie vio nada? —me dirigí al agente.

—No, señor. La mayoría estaba en horario de comida, los demás trabajaban en otras áreas, sin embargo, las cámaras de vigilancia captaron algo, ya se lo envié a García.

—Gracias.

García

Este chico, señor, lo que fuera, era demasiado extraño. Lo que más me enojaba era que entraba y salía del edificio como si fuera su casa, era muy ágil.

—¿Qué tienes García? —preguntó Morgan entrando a mi pequeña cueva.

—Pues nada extraño, no se ve su cara, consiguió nuevos lentes, por cierto. —dije reproduciendo el video de seguridad. —Pero no hay ningún movimiento extraño, o bueno, dime tú.

Morgan observó detenidamente el video, daba miedo.

—Sí, hay algo.

—Vaya... Creo que ya no pueden confiar en mí  —dije con ironía.

—él sonrió de lado. —Si te das cuenta, pasa su mirada rápidamente por la sala, tal vez quería conocerla mejor, tal vez vaya a dar el próximo paso ahí mismo.

—Entonces tendrán que mantener vigilada esa zona.

—Así es.

_______

Habían pasado un par de horas. Todos se encontraban haciendo algo. Estaban investigando sobre el acosador, o estaban comiendo, o estaban practicando tiro; sin embargo, yo había decidido acompañar a nadie porque tenía que caminar demasiado, y no quería eso, y claro en ese momento me arrepentía, estaba demasiado aburrida.

—¿Qué hago? ¿Qué hago?

Comencé a dar vueltas en la silla de rueditas de JJ, observando cuidadosamente el lugar, caí en cuenta de que estaba algo desordenado. Justo estaba entrando un chico que ya conocía, trabajaba como intendente en el edificio, y vi que estaba comenzando a sacar unas cajas.

—¿Puedo ayudarte?

—Am... ¿Estás segura? Seguramente tienes muchas cosas que hacer y...

—No tengo nada que hacer, estoy aburrida, puedo hacer algo productivo. —me miró no muy convencido. —Yo dejo de estar aburrida y tú acabas más rápido, ambos ganamos -sonreí.

—De acuerdo. —dijo algo tímido.

[🖋️]

Casi estaba todo listo, solo faltaba ordenar un pequeño mueble lleno de gavetas. Cuando estaba sacando unos documentos ví que había una hoja blanca con un mensaje escrito con recortes de letras de revista, no era algo que pasara desapercibido, ya que todos los folders de esa gaveta eran de color neutro, y esa nota estaba llena de color.

Imagina despertar un día y darte
Cuenta de que vas a perder todo,
Y lo peor... Es que no es tu culpa.
Pequeña "genio" No sabes lo que
Te espera.
-Tu acosador

No sabía qué hacer, esta vez estaba más que claro que la nota era exclusivamente dirigida a mí, no podía controlar mi sorpresa, así que comencé a intentar regular mi respiración, pero no podía; miedo... Eso era, mis manos comenzaron a temblar y cuando intenté levantarme de donde estaba tiré todos los documentos al piso, incluyendo la nota.

—Oye, oye, ¿Estás bien? —me preguntó el chico.

Quería decir que no, quería pedirle ayuda, pero no podía, el pánico comenzaba a hacerse presente.

—Spencer... Spencer... —era lo único que podía susurrar.

—¡Doctor Reid! —justo cuando empezó a gritar, su voz la escuchaba cada vez más lejana. —¡Alguien llame al doctor Reid!

Mi cabeza comenzó a dar vueltas, y caí completamente al piso, sólo vi como el pelinegro se acercó a mí y me sostuvo en sus brazos.

—Tranquila, vas a estar bien.