J-Sisters / MiSaMo

Fashion

-Papá~ estoy aburrida- Exclamó Sana tironeando de la ropa de su padre.

Un año había pasado desde la llegada de Mina, Momo seguía molestandola y la menor la ignoraba por jugar con sus muñequitos. Sana se aburría fácilmente y quería entretenerse con algo, Momo ya la había invitado a jugar con ella, pero estaba enojada por una broma que le había hecho la mayor antes.

Sus opciones se redujeron a su padre, que hace rato miraba la pantalla de su computador sin hacer nada, el mayor estaba estancado.

En algún momento llegó Momo a ubicarse junto a Sana para participar también de lo que fuera que fuesen a hacer con su padre, sería divertido. Daniel aún no dejaba de ver la pantalla del computador, sin aún poder salir del trance en el que se encontraba. Mina, motivada por el silencio poco común en casa, llegó hasta ubicarse también junto a sus hermanas y participar de la divertida actividad de mirar a su padre.

-¿Papá? ¿En qué trabajas?- Preguntó Momo.

Desde siempre todas las hermanas han sabido que su padre trabaja en casa, aunque nunca se habían preguntado en qué exactamente, por lo que Momo fue la responsable de formular la gran interrogante. A aquella pregunta Daniel puso atención y volteó a verlas.

-Verán, traigan unas sillas para que les muestre- Habló a Momo y a Sana, a Mina la sentó en sus piernas.

La menor fijó sus ojitos en la pantalla, habían dibujos que le llamaban la atención, a los pocos segundos ya estaban sus hermanas sentadas en las sillas que anteriormente trajeron.

-Les explico, papá escribe comics en su computador- Sus hijas entreabrieron sus bocas- Cada vez que termino una historieta, se la envío a su madre y ella la presenta en su trabajo, la edita, la imprime y finalmente sale a la venta

-¡¿Mamá hace todo eso?!- Dijo incrédula Sana.

-Bueno, todos allá en su trabajo hacen una parte. Su madre trabaja en una editorial, y yo mando mis trabajos a esa editorial

-Wow- Dijo impresionada Momo.

-¿Podré dibujar uno?- Pidió Mina.

-Claro- Daniel le sonrió- Cuando quieras, pequeña- Apagó la computadora- Creo que tomaré un descanzo

-¡Papá, juguemos!- Pidió Sana- Porfa~

-Hum... no lo sé- Se hizo de rogar.

-¡Por favor! ¡Por favor!

Entre sus tres hijas, Daniel fue forzado a jugar para pasar la tarde algo más entretenida. No creía que fuera una mala idea o que se fuera a salir de control, de todos modos, son niñas pequeñas aún.

-Bien, qué quieren jugar

Las hermanas se miraron entre ellas, pero mentalmente Sana ya lo tenía decidido y con una sonrisa traviesa le comunicó la idea a todos, recibendo la afirmativa de las otras dos niñas de inmediato.

Daniel no podía creer haber aceptado.

Mina y Momo estaban sentadas en el sofá, la más pequeña con un cuaderno y un lápiz. La mayor se encargó de colocar música de pasarela y buscar lo que más se pareciera a un micrófono, mientras Mina traía sus peluches de pingüino para que fueran público igualmente.

Sana y Daniel estaban en la habitación del mayor, colocandose distintos accesorios y ropa que encontraran por ahí, y ese "por ahí" se refiere al cajón de ropa perteneciente a Jihyo. Sana encontró una mágica cajita que en su interior contenía maquillaje, Daniel se negó, pero ella no dudaría en usarlo.

-¡¿Ya vienen?!- Se escuchó el grito de una impaciente Momo.

Sana se asomó por la puerta haciendole gestos a su hermana para que comenzara la función, Momo se posicionó en medio de la sala mirando hacia el amplio público de peluches y a Mina.