J-Sisters / MiSaMo

¡ Mina is here !

Cuando les comunicaron la noticia, Momo abrió su boca tanto que podía sentirla tocando el suelo de la sorpresa, Sana con una sonrisa confundida no sabía muy bien como reaccionar o qué decir, tenían aún solo nueve y ocho respectivamente.

Daniel y Jihyo decidieron que esta vez no lo tratarían como una sorpresa, primeramente porque no querían que se repitiera lo mismo que con Momo y Sana quienes hasta el día de hoy han peleado, se han recinciliado y han vuelto a pelear y se han vuelto a reconciliar desde que la menor llegó a la casa. El segundo punto es que la pequeña que se integraría a la familia era menor y con un comportamiento distinto a lo que eran Momo y Sana, por lo que debían explicarles algunas reglas a sus hijas para que la recibieran bien y la pequeña se sintiera cómoda.

Cuando Jihyo terminó de hablar por 10 minutos seguidos sobre como debían querer mucho y cuidar mucho a su hermanita, miró en dirección a Daniel esperando que este también les dijera algo para motivarlas y lograr que se comportaran con la menor.

Sana y Momo se solían llevar mal, pero aun así por lo general siempre estaban en su burbuja a la cual nadie fuera de ellas puede ingresar, tendían a solo jugar entre ellas cuando salían y descartaban el hecho de incluir a alguien, solo en la escuela se separaban y jugaban con otros chicos y chicas.

Jihyo había dicho muchas cosas y el cerebro de Daniel estaba seco.

-Eh... ¡Ella es una bebé!- Jihyo hizo un facepalm- Así que deberán cuidarla mucho y no hacerla llorar

-¿No era ya una niña?- Interrogó Sana confundida.

-Sí, pero... sigue siendo pequeña, y ustedes pasarán a ser sus hermanas mayores, así que no quiero peleas con Mina ¿Bien?

Las menores asintieron, Momo rodando los ojos y Sana aún algo emocionada/asustada por lo que sería tener una nueva hermana. Le costaba imaginar que desde ese día ya no serían solo sus padres y su hermana, sino que alguien más pequeñita pasaría a ser parte de su familia ¿Sería linda? ¿Sería agradable? ¿Le gustarían las princesas como a ella y a Momo? ¿Le caería bien? ¿Qué hacer si le cae mal? Su cabeza iba a explotar.

Momo hacía un dibujo y Sana practicaba su caligrafía, le gusta hacer eso, pero esta vez no estaba tan pendiente de lo que escribía en el papel. Sus ojos se centraban en lo emocionado que estaba su padre, caminando de un lado a otro con una sonrisa gigante, pocas veces antes lo había visto sonreir así de grande y eso que su papá es bastante risueño. Veía a su madre preparar una bolsa con un regalo, su esperanza le decía que podía ser para ella, pero pronto relacionó que probablemente sería para su nueva hermanita.

Su hermana mayor seguía con rostro de disgusto, supuso que sería alguien confiable a quien preguntar.

-¿Cómo es tener una hermanita nueva?

-Horrible

Momo contestó rápido y sin dudar, haciendo que Sana de inmediato se preocupara. Algo que utilizaba Momo para molestar a Sana, es que la menor es muy crédula e inocente, por lo que no se detenía a pensar mucho lo que decía Momo y simplemente le creía ciegamente.

-¿Fue muy malo cuando yo llegué?

-Uff... ni te imaginas, no lo recuerdas, pero nos arrepentimos mucho una vez que estuviste aquí- Sana hizo un puchero- De hecho estuvimos a punto de devolverte

-¡N-No es cierto!

-Sí lo es- Momo sonreía de lado terminando su dibujo.

-¡No lo es!- Exclamó más fuerte Sana.

-Que sí

-¡No! ¡No! ¡No!- Gritaba Sana al borde de las lágrimas, Momo seguía pintando como si nada.