J-Sisters / MiSaMo

Love u mommy

Faltaba poco para el cumpleaños de Jihyo y del tema no se había hablado en casa, todos actuaban desinteresados, continuaban con la clásica rutina a la que estaban acostumbrados y cualquier persona externa a la familia podría pensar que lo habían olvidado.

Menos Jihyo, por supuesto.

Ella los conoce demasiado bien, la sonrisa relajada no ha abandonado su rostro, porque sabe perfectamente que es eso "actuar desinteresados", solo actuar.

Debe reconocer que lo están haciendo muy bien, Sana ha estado tranquila y no se ha mostrado emocionada, eventuales sonrisas que se escapan de su boca. Momo parecía hacerlo bien de vez en cuando, aunque luego se mostraba desagradable o hacía alguna travesura para mantener su actuación, pero Jihyo sabe incluso como funcionan las travesuras de Momo para saber que no son 100% sinceras. Daniel era el que más normal se mostraba, exteriormente hacía todo como siempre lo hace y no había ningún comportamiento extraño, pero cuando Jihyo lo mira a los ojos sabe que está emocionado. Mina directamente lo hace perfecto, pero uniendo piezas Jihyo sabe que también participa.

No está preocupada en absoluto, confía en que Daniel las cuida y dirige bien, también la tranquiliza que Mina esté un poco más grande para cuidar a sus hermanas, sí, con nueve es muy responsable.

A Jihyo de hecho la situación la divierte, ha sido bastante traviesa, todas las preguntas sutiles las ha evadido con éxito y espera emocionada lo que resulte.

-¡No puede ser que no sepamos qué regalarle!- Exclamó Daniel.

-¡Eres su esposo!- Dijo Momo- ¡Deberías saberlo!

-¡Eres su hija!- Respondió indignado Daniel- ¡Deberías saberlo!

-¡Pero tú la conoces de más tiempo!

-¡La conoces de toda la vida!

-Ok, detenganse- Llamó Sana- ¿Cómo lo resolvemos?

-¿Y qué hay de una fiesta sorpresa como regalo?-Opinó Mina- Acompañado de algo más, obviamente, pero así no quedaría tan mal si no acertamos a lo que quiere

Todos quedaron con la boca abierta reflexionando un poco aquel plan que la menor describió, no sonaba para nada mal.

Estuvo hecho, hicieron una lista con todo lo que debían hacer y comprar, aparte de asignar las tareas para cada uno. Daniel suspiraba, sería caótico controlar a las dos niñas para que todo saliera bien, sobretodo cuando él debe estar involucrado en la mayoría de cosas, era una suerte que Mina también ayudara en mantener el orden.

El día de la verdad había llegado, Jihyo se levantó para ir a trabajar y despertó a Daniel quien simuló seguir durmiendo. Jihyo lo dejó mientras intentaba calmar su risa, sabía que todos estaban dando su mejor esfuerzo y ya debía poner de su parte en algo.

Apenas la puerta se cerró, Daniel se levantó para despertar a sus hijas y dejarlas en la escuela, durante el camino repasaron el plan otra vez y las niñas le recordaban a su padre las cosas que debía comprar mientras ellas no estaban. Cuando se bajaron le dieron entre las tres una mirada amenzante.

-No olvides nada ¿Eh?- Advirtió Sana.

Daniel asintió y las tres se marcharon dentro del establecimiento. El mayor condujo hasta un supermercado y compró todo mo necesario, repasando una y otra vez la lista comparandola con lo que había en el carrito, al parecer ya estaba todo en ese lugar. El siguiente lugar fue una librería, donde compró una gran cartulina y muchos lápices bonitos, intentaba recordar los tipos de lápices y decoraciones que sus hijas habían pedido.

Y por último fue a una joyería, luego de hacer mucha memoria, recordó que una vez hace ya un tiempo Jihyo había visto un collar que le había encantado, pero lo dejó pasar. Daniel sabía que era su oportunidad y, para su suerte, todavía quedaba un ejemplar de ese modelo allí.