Pensamientos de un pingüino

Un día volvemos a soñar

-- Hoy he vuelto a soñar con el día en que casi muero, si, y dos veces nada menos, pero en cada una había algo diferente y dos cosas similares. Lo similar era que no hacía el intento de nadar y las personas de mi alrededor se quedaban de pie, observando cómo me ahogaba sin hacer nada por mí. Y, la única diferencia que recuerdo es que en cada sueño había personas diferentes; en el primero mis padres, que lloraban al verme pero ninguno saltaba a por mí, y en el segundo mi hermana, que dirigía su mirada hacia otro lado. Tras despertarme de éste, empapada en sudor y lágrimas lo único que se me ha ocurrido es coger una chaqueta y salir al porche, al frío de la madrugada. Allí me he quedado hasta que ha empezado el amanecer.
.- Hoy también he vuelto a escribir, cosa que hacía cuando no tenía con quien hablar, con quien soltar el aire que oprime mis pulmones, con quien desahogarme. Quizá, algún día deje de escribir mis pensamientos en una pantalla, pero mientras tanto mis demonios y mis neuronas viajarán de mi cabeza a la pantalla.
-- Esto jamás lo ha leído nadie -no sé si eso es bueno- , pero, si alguna vez alguien lo lee espero que comprenda con todas estas letras unidas sólo por mi cabeza el gran desorden que hay, pero, también espero que esa persona no las malinterprete porque solamente es un medio de escape, y lo que sí espero es que sepa ver que la persona que soy.
-- Viajamos a la deriva, sin buscar un camino, porque no lo necesitamos, caer es necesario lo mismo que levantarse es obligatorio. Tú si quieres coge tu barco, que yo me encargaré de quitarle el timón al mío.