Ya por fin se habia acabo mi etapa de colegio, tenia un deseo por estudiar licenciatura y ser un maestro pero las cosas no eran tan faciles como creia. me encontraba en el mes de diciembre y para muchos es el mas donde mas se festeja y por ende mas dinero se gasta, mi madre no podria costear mi carrera, y no tenia ayuda de nadie, mi unica opcion era estudiar en un establecimiento menos costoso otra carrera, lo malo es que ninguna de las otras carreras me llamaba la atención, de la impotencia de no poder hacer nada solo me quedaba callado o me iba para mi cuarto, pensaba en trabajar ya que por lo menos tenia titulo de bachiller pero mi edad no me lo permitía apenas tenia 17 años, me faltaba 1 miserable añito para poder trabajar en algo que me pudiera dar ingresos. No sabia que hacer y ahi es donde se me ocurre la pesima idea de no hacer nada y tomarme un año libre, lo pense ya que podria mejorar mi salud ya que mi enfermedad estaba relacionado con estres y una universidad es en pocas palabras trasnochos, parciales , dolores de cabeza y entre otras cosas. Le hable con mi mama y le dije, claro ella al escuchar los motivos permitio esa decision, pero en realidad en el fondo no queria ni seguir haciendo nada en mi vida por la sencilla razon que no tenia tantos motivos; aveces solo me encerraba en mi cuarto y dejaba fluir ese pensamiento negativo que fluia en mi que siempre me hacia preguntarme:¿ para que esforzarme si a la final pasaria mi vida solo y sin ningún tipo de afecto ya que nadie quería estar con alguien como yo?
Al final si, Me tome el año libre para no pensar en nada y no tener tantos problemas en mi cabeza, obviamente debia ayudar en casa, al principio me tocaba lavar la ropa; algo que se me daba muy bien, tambien limpiaba los platos y entre otras cosas. Paso el tiempo y mi abuela me ordeno que no la ayudara mas, ya que aunque lo hacia bien ella sentia que las cosas quedaban mucho mejor por ella, al final solo me dejaba limpiar las ventanas, el piso y barrer absolutamente toda la casa.
Muchas veces cuando me sentía aburrido se me daba por visitar la playa de noche, me causaba mucha tranquilidad ver el mar con ese tono nocturno, las estrellas y lo mejor de todo era sentir la arena en mis pies, era para mi una de las mejores sensaciones.
Cuando llegaba la noche y no podia dormir se me daba por llamar a mi mejor amigo a jugar online porque nunca me fascinó jugar solo, el aceptaba ya que a el tambien le gustaba mucho y asi fuimos poco a poco a acostumbrarnos a adaptar un mal habito, nos comenzamos a quedar despierto todas las noches, era lo mejor, nadie te molesta y solo te quedabas hablando con tu amigo de cualquier tema o simplemente concentrarse en ganar con tu amigo.
Pasaba el tiempo y seguia fortaleciendo una gran amistad, nos dabamos concejos mutuamente y siempre hablamos de que ibamos hacer en el futuro, lo unico que veia mal con respecto a el era su novia, me contaba sus problemas y la situacion en que pasaban, yo aburrido porque siempre eran los mismos problemas yo siempre le aconcejaba lo mismo, todo ya se volvia costumbre.
Pasaban los dias y ese juego me volvia aun mas adicto, ya no queria salir de la casa, mejor dicho ni de mi cuarto queria salir. Seguia con la idea de no estudiar nunca y seguir asi; que pensamiento tan pobre lo se, pero aun seguia sin tantos motivos y razones para luchar por una meta en la vida.
Aveces me venian a visitar a casa algunos de mis antiguos compañeros del colegio, me invitaban a salir a fiestas y reuniones, pero siempre decia que no, me había acostumbrado a estar en mi cuarto encerrado sin hacer nada que en pocas palabras ignoraba lo que pasaba a mi alrededor. Mi madre venia a visitarme aveces para saber de mi salud, y al verme acostado sin animos se hizo la idea de que podria tener depresión, obviamente si estaba deprimido, estaba conciente de que estaba perdiendo mi vida, casi nadie ni preguntaba por mi solo mi madre, ni yo mismo me queria como lo que era.
Mi abuela muy desesperada al verme de esa manera llama a mi madre para contarle lo mal que la estaba pasando, le comentó que pasaba llorando, golpeando las paredes, no quería comer y entre otras cosas.
Mi madre al saber que estaba así me vino a visitar al día siguiente, ella me vio tirado en la cama; con el Mp3 escuchando música triste, al verme así solo me insultaba porque según ella parecía un tonto que solo hacia llamar la atención y no, nunca quise hacer eso en realidad.
Una de mis hermanas se enteró y para hacerme sentir bien me regalo un supuesto frasco de vitaminas C, al tiempo me tome la primera y si, tenia un sabor muy raro, no se podia masticar tampoco; sabia muy desagrable. Le decido preguntar a mi hermana que era en realidad esas pastillas y para mi sorpresa no era para nada vitaminas, al parecer queria hacerme tomar pastillas para mejorar el animo de una persona, es decir me había regalado un frasco de pastillas para la depresión.Yo me enoje mucho con ella, ya que no me gustó que hubiese tratado de engañarme, pero termine aceptando que las intenciones que tenia ella eran buenas, pero aun así no era la manera correcta.
Mi madre al ver esa situación de inmediato trato de convencerme a visitar a un psicologo, yo al principio tenia dudas pero lo hice por mi madre pero como ya lo sabia no funciono llevarme a donde un psicologo; yo no le hacia caso a las personas y mucho menos a un psicologo que obviamente era un persona.
Llegue a un punto donde no le encontraba ya ganas de vivir, hablaba con mi mejor amigo pero no me llenaba, me la pasaba llorando en mi cuarto preguntándome ..¿porque era tan tonto?, ¿ porque deje perder muchos años de mi vida?, todo culpa de la pena y de estar preocupado de las opiniones de las personas, en esos momentos me llegaba la idea de suicidarme ya que escuchaba que cuando una persona muere descansa, y yo no tenia ganas de seguir sufriendo mas.
Siempre veía a mi madre llamandome por telefono, preguntándome como estaba, se preocupaba por mi y en ese momento recordé que alguien si me quería en este mundo, mi madre y se me quitaron tanto las ganas de quitarme la vida.