Cap 15(1/2)

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--¿que nos cuentas de tu lección de kayaks? --pregunta Ryan alegremente mientras pasa un plato lleno de maíz envuelto en papel aluminio.

Siento que las orejas de mi madre se afilan, y le lanzo a Ryan una mirada de desaprobación.

--¿que? --pregunta ella inconscientemente. Pero hay un pequeño resplandor en sus ojos que me pide que responda --creo que es asombroso que hayas hecho eso.

<<y tú no quieres hablar de Ethan o de por qué estas aquí ahora >>pienso.

--¿cómo dices? --pregunta mi madre como si no hubiera oído bien a Ryan --¿has montado en kayak hoy? --me mira confundida. Y con razón. Esto es inesperado --¿tiene algo que ver contigo? --pregunta dirigiéndose a la abuela --¿es algo del sombrero rojo? --la abuela niega con la cabeza, y mi madre vuelve a mirarme, todavía más confundida --¿con quién has ido?

Paso el plato de maíz y Ryan me da el de carne del mercado para gente con ideas alternativas. Trato de que todo suene desenfadado :

--he ido sola, con mi alma. La abuela y yo hablamos ayer de hacer algo así, de modo que hoy tan solo... Lo he hecho. Como un capricho -- agrego tratando de decirlo como lo haría Ryan, con la suficiente resolución y confianza para que nadie lo cuestione, sin importar el hecho de que  navegar en un kayaks no es algo en lo que hubiera mostrado interés alguno jamás. Mi madre solía captar esos detalles, pero, desde que tiene miedo de que mi padre sufra un infarto cerebral, ella se ha mostrado un poco más astuta con ese tipo de cosas.

O funciona, o es una historia que todos quieren creer, porque entonces viene una serie de preguntas, como si regresará de dar la vuelta al mundo, y no de una lección de kayaks en la costa. Todos hablan al mismo tiempo, se pasan la comida y se sirven. Todos, excepto la abuela, que se sienta con una sonrisa burlona, mientras observa el interrogatorio.

Papá :¿te lo has pasado bien?
Mamá :no te habrás mojado los puntos ¿verdad?
Ryan :¿tu instructor era un hombre?
Papá :¿a dónde habeis ido?
Mamá : se te puede infectar.
Ryan :¿ era guapo? ¿Soltero?

--He --digo, una vez que conteste a todas sus preguntas --solo ha sido una lección de kayaks.

Sueno cómo si estuviera irritada, y sé que estoy enfadada conmigo por estirar la verdad y omitir un detalle extremadamente importante de esta historia.
Mi madre alisa su servilleta sobre las piernas.

--Lo siento, cariño. Creo que solo estamos felices por escuchar que has disfrutado del día. Es exitante. --dice con una sonrisa y una ligera elevación de hombros.

Sé que tiene razón, y lamento que vestirme y salir de casa sea ahora un motivo de celebración.

--no es gran cosa --declaro, más a mi plato que a ella, como si no supiera que mis padres me observan todos los días para ver cuando empiezo a salir adelante.

La abuela interviene.

--lo que tu madre esta tratando de decir, dejando la palabrería a un lado, es que estamos felices de ver que estas empezando a...

--¿superarlo? --termino con la que es su palabra favorita.

--exacto -- dice, dejando el tenedor en la mesa --así que mi pregunta para ti, Lu, ahora que se han terminado las preguntas del público poco conocedor, es ¿si has pensado en ir de nuevo? Creo que deberías hacerlo si sabes lo que te conviene. Soy lo suficientemente vieja como para saberlo. Golpea mientras el hierro está al rojo vivo.

--o el instructor de kayaks --agrega Ryan por lo bajo.

--¡Ryan! --la regaña mi madre

--no lo sé --me encojo de hombros --No he hecho planes todavía --me quedo callada y por un momento me imagino deteniendo el coche enfrente del local de Fernando, entrando en la tienda y diciéndole que me gustaría pasar otro día con él. --tal vez --agrego, y decirlo en voz alta me hace ponerme nerviosa.

--oh, no me salgas con esa tontería de quizá -- dice la abuela. Ella toma un sorbo, con el meñique levantado, de su vaso de vino --hazlo mañana o nunca lo harás.

Mi madre le lanza una mirada a mi padre que significa que ella tiene la misma opinión que la abuela ;sin embargo, me gusta. Es como si la abuela pensara que finalmente puedo manejar un poco de amor difícil.

--tiene razón --dice Ryan --¿por qué no?

<<¿por qué no>>me pregunto

Oigo a Fernando diciendo esas mismas palabras en la cafetería, y puedo pensar en muchas razones por las que definitivamente no debo hacerlo. Pero sé está volviendo cada vez más difícil sostenerlas, sobre todo con las reacciones de mi familia.

--¿que piensas? --pregunta mi madre --¿por qué no te das otra oportunidad? Todos tenemos cosas que hacer mañana, y será mucho mejor que quedarte en casa, tú sola, pasando horas en el ordenador, buscando...

<<buscando a ese receptor del corazón >>pienso
Todo queda en silencio por un momento, y me pregunto que pensarían si en realidad lo supieran. Si supieran lo que están animandome a hacer.

--sería mi regalo --dice mi padre. Eleva su cerveza como si estuviera haciendo un brindis 

Miro a mi familia y reconozco la esperanza en sus rostros. Como si esto fuera lo que finalmente pudiera sacarme de donde he estado. Y, por supuesto, no puedo decir que no.

-- está bien, está bien, lo haré de nuevo --digo, y sueno más convencida de lo que estoy.

No estoy segura de que en realidad vaya a navegar en kayak de nuevo, o que vea a Fernando ;pero, si eso los pone felices, puedo conducir hasta Shelter Cove y pasar el día en la playa ;así creerán que he tomado otras clase.

--¿mañana? --pregunta la abuela. Ella arquea una sola ceja, dándome a entender qué respuesta quiere.

--mañana.

--no hay más que hablar --dice con autoridad que nadie desafía.

Y, sin decir palabra, continuamos con la cena. A través de la terraza, vemos que se está haciendo de noche. Los grillos chirrían en el fondo, y todas las velas que mi madre ha puesto fuera parpadean y danzan. Después la conversación se desvía hacia Ryan y sus planes para el verano, ahora que está en casa. Hablan de tratar de hacer el rembolso en los billetes de avión, la posibilidad de pasar un año en la escuela de arte italiana que tanto le emociona y lo peligroso que puede ser viajar sola por Marruecos. La siguiente revisión médica de mi padre. Lo último que ha aprendido mi madre sobre salud. La próxima reunión de la sociedad del sombrero rojo de la abuela.
No digo mucho, y ni parecen notarlo, tal vez porque he permanecido callada durante mucho tiempo, desde lo de Trent. Sin embargo, hoy es diferente. Aquí con mi familia y sus buenas intenciones, no estoy deseando que regrese. No estoy tratando de revivir el pasado. Hoy me dejo llevar, devuelta al océano y a un kayaks, y a la posibilidad de otro día con Fernando. Sé que lo que estoy haciendo es peligroso, pero pienso en lo que he sentido al estar hoy con él, y la verdad es que quiero sentirlo de nuevo.

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He vuelto 🎊y aquí les dejo la primera parte del capítulo de hoy ❣️.
Espero lo disfruten y los quiero ♥

un corazón para dos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora