Cap 19

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Cuando regreso a casa, el coche de Ryan es el único en el camino de la entrada. Al subir los escalones del pórtico, la veo tendida junto a la piscina, en una de esas sillas tumbonas, con una de las revistas de cocina de nuestra madre extendida sobre la cara. Me acerco a ella, sin saber si está despierta, y levanta ligeramente una esquina cuando me oye.

--Eh, ¿como ha ido la clase de kayaks?

Es una pregunta Normal, pero puedo oír la sonrisa en su voz, cómo si estuviera bromeando al preguntarmelo. Probandome.

Me siento en la silla junto a ella.

--las olas eran demasiado grandes como para sor hoy.

--¿y que has hecho entonces?

--regresar aquí.

Ella se aparta la revista de la cara, luego estira las manos hacia atrás y, antes de sentarse, se vuelve a atar la parte superior del biquini.

--si, pero te has ido todo el día. ¿Que has hecho antes de regresar?

--Nosotros..., yo... --me corrijo demasiado tarde.

--ah. Lo sabía --eleva una ceja y sonríe --¿y quién es él?

--¿y si he estado con uno de mis amigos?

Ryan se baja las gafas de sol y pone sus ojos a la altura de los míos.

--¿cuando fue la última vez que saliste con uno de tus amigos?

Me enojo de hombros. En realidad, no puedo recordarlo.

--bueno. Entonces, ¿quién es el hombre?

--¿cómo sabes que hay uno?

--es una suposición --dice --Eso, y que sé cuándo no me estas diciendo algo. Así que habla ¿quién es él?

No respondo de inmediato. Quiero hablarle sobre Fernando y el día que hemos pasado juntos. Quiero contarle lo que he sentido al sentarme junto a él en ese acantilado. Que me siento preocupada y atraída al mismo tiempo. Quiero que me aconseje, como lo hizo la primera vez que le pregunté sobre besar a Trent, y después de la primera pelea que tuvimos, y si debía ser la primera en decir " te amo", o si en realidad ya estaba lista para dormir con él. Ryan siempre tenía las respuestas a todas mis preguntas.
Quiero saber lo que pensaría sí supiera la verdad, pero también me siento aterrada.

--él es... --digo, eligiendo las palabras y los detalles con todo cuidado -- es el instructor de kayak que me dio clase el otro día. Sólo hemos almorzado hoy, porque no hemos podido sacar el kayak.

Verdades a medias. Omisiones.

--y... -- ella se inclina, esperando.

--y luego he regresado a casa.

La última edición de la revista "coma bien" viene volando hacia mí y tengo que agacharme.

--oh. Vamos, dime algo.

--eso he hecho.

Ella me lanza una mirada seria.

--se llama Fernando.

Ryan hace un movimiento con la mano como diciendo "vamos sigue", pero yo no quiero decir mas.
En cambio, me encojo de hombros.

--No lo sé, él es..., es realmente dulce, y sólo salimos por ahí.

--eso es estupendo -- dice, estirando una mano hacia mí pierna. Me da una palmada en ella -- de veras. Es bueno salir adelante.

Salir adelante suena mejor que superarlo, pero aún así siento una punzada de culpa ante la idea, lo que de alguna manera mi rostro debe de mostrar, porque Ryan cambia de tema.

un corazón para dos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora