El chico de mis sueños - ☆PerthSaint☆

Capítulo 10 { Renunciando }

Narra Saint:

(Toco la puerta)

(Se escuchan pasos acercándose)

-¡¿Quién es?!

-...

(Abre la puerta)

-¡Saint! - expresó mi padre bastante alegre al verme detrás de la puerta.

Aunque mi expresión no fuera la más agradable de todas. Mis brazos estaban cruzados y mi mandíbula tensa.

De repente la alegría de mi papá se borró de su rostro poco a poco al abrir aún más la puerta y ver a Perth al lado mío con su cabello mojado casi goteando.

Fuimos a mi casa y le presté ropa, pero no dimos por olvidado los problemas que mi papá le causó.

-Perth... - dijo con desánimo aquel hombre.

-Hola... - el moreno hizo una pausa para formar una gran sonrisa en sus labios y decir con total orgullo - suegro...

Mi padre inmediatamente abrió sus ojos de par en par, y me observó esperando a que reproche a Perth por haberle dicho así, pero al ver que en verdad formé una sonrisa al igual que el moreno... Un suspiro no tardó en cubrir el silencio que nos rodeaba.

-¿Pasan o se van a quedar allí?

-No queremos entrar... - me dije de manera directa, y acercándome a él de manera lenta - sólo queremos una explicación.

-¿E-Explicación?

-Una explicación por el supuesto despido de Saint... - explicó Perth mirando a mi padre cómo sí quisiera brindarle una que otra maldición por lo que hizo.

-Pues... Emm... - mi padre me miró y yo solamente negaba con la cabeza, a la vez que lo miraba con desaprobación porque su "pequeño" acto sobreprotector casi acaba con la vida de Perth - yo solamente... Les envié una foto... A Los dragones del agua.

-En la que nos veíamos su hijo y yo dándonos un beso, y a causa de ello, esas lagartijas van a tenerme en la mira hasta no tenerme a tres metros bajo el suelo - Perth se acercó a mi padre hasta tenerlo pocos centímetros de la cara, y con fuerza agarró el cuello de su camisa - ¿acaso es usted un hombre tan imbécil cómo para no medir la gravedad de sus actos?

-¿Perth...? - mi padre estaba impresionado por la nueva faceta del moreno dónde se enfrentaba a él con tanta seguridad sin temor a nada - soy tu entrenador.

-Y el padre de mi novio, así que será mejor que usted y yo nos llevemos bien... Porque le aseguro que mi relación con su hijo será bastante larga, y no querré tener resentimientos.

-¿Por que lo hiciste, papá? - pregunté mirando al hombre alto que estaba tan callado con su mirada baja.

-En serio, no sabía que esos idiotas iban a querer hacerle daño a Perth, sólo pensaba que con eso ustedes... - mi padre nos miró a ambos - iban a entender el riesgo de su relación.

Perth y yo no tenemos permitido en su universidad y en ninguna otra estar juntos siendo "Entrenador y atleta". No es algo muy bien visto por las personas, y menos por la diferencia de edad entre él y yo.

Por esa razón renuncié a ser el entrenador de Los dragones del agua, y de Los tigres. Fue una decisión bastante difícil, pero tenía que hacerlo.

Lastimosamente para que esta relación se vuelva realidad tenía que sacrificar algo...

Y ese algo, era mi trabajo.