—Maldito vejestorio —consigo articular con dificultad.
Intento sentarme, pero un mareo repentino me obliga a recostar de nuevo la cabeza. No estoy seguro de cómo llegué hasta la enfermería; sin embargo, estoy en ella. Este olor a hospital es inconfundible.
Mis manos se deslizan sobre la superficie metálica de la camilla, aferrándose al borde como si me pudiera caer de un momento a otro. Debo llevar un buen rato acostado para que su frialdad no me apuñale por la espalda, como me suele pasar cada vez que visito a mi médico de cabecera.
El sonido de una cortina abriéndose me hace sospechar que no estoy solo y su tímida voz me lo confirma.
—¿Cómo se llama? —escucho decir a una joven, vestida de blanco, mientras me toma una mano, palpando mi muñeca hasta encontrar el pulso.
—Ignacio —respondo por inercia—. Ignacio Contreras.
Una punzada de dolor me ataca al pronunciar mi apellido, pues me cuesta recordar la muerte de mis padres.
—¿Cuántos años tiene? —continúa su interrogatorio, como si no se hubiese dado cuenta de mi mohín.
—Cuarenta y dos.
—¿Conoce su grupo sanguíneo, Señor Contreras?
—¿Por qué? ¿Es necesaria una transfusión? —pregunto sobresaltado y me ataca una tos repentina.
La joven se sonroja mientras intenta tranquilizarme, asegurándome que son consultas de rutina, con intención de saber si hubo afectación de algún tipo en el sistema nervioso tras el incidente ocurrido.
Formula dos o tres interrogantes más y, acto seguido, me informa que parece estar todo en orden. Que mis respuestas físicas contrastan exitosamente con los resultados del examen neurológico.
—¿Puedo saber quién me trajo hasta acá, doctora? —Mi voz suena temblorosa, incluso para mí.
—Rubens, ese vejestorio al que estabas maldiciendo en sueños hasta hace unos minutos —contesta y veo cómo sus mejillas vuelven a inyectarse de sangre por la vergüenza.
Es una niña muy dulce. ¿Cómo puede trabajar aquí, rodeada de delincuentes?

ESTÁS LEYENDO
El insomne © (En Edición)
NouvellesIgnacio Contreras, empresario de éxito y dueño de una franquicia internacional, se ha convertido en el principal sospechoso de un crimen que asegura no haber cometido; sin embargo, no cuenta con una coartada lo suficientemente sólida para demostrar...