El traje.
Estuve una semana sin saber nada de Ruggero , tampoco le eche de menos. De momento no era tan fundamental en mi vida. Cande iba de un lado a otro preparando todo para la boda. No había ni un solo día que no hablara sobre su día especial y a mi me ponía la cabeza como un bombo. ¿Tan importante era casarse? Sus padres se iban a gastar un pastón en una celebración del amor y lo siento mucho, pero no veía ningún tipo de pasión entre ellos dos. Ya me podía imaginar la foto de su enlace presidiendo del salón de su casa.
-Podrías cambiar un poco esa cara de pasa -dijo Cande en medio de una comida. Mi madre y ella estaban hablando de las flores que elegirían para el ramo. Mi padre estaba ausente, como siempre.
-¿Por qué?
-Desde que te enteraste de la boda no has sonreído ni un poquito. ¿No te hace ilusión? Va a ser mi día. Cuando sea el tuyo prometo que...
-No te esfuerces, no me pienso casar. ¿Para qué? No quiero ser el centro de atención y mucho menos gastar un pastón semejante para que todo se quede en un día, prefiero irme a visitar Punta Cana en una semana.
-No te enfades Cande, ya sabes que tu hermana siempre ha sido un poco especial-intentó suavizar mi madre.
-Lo se -me guinó un ojo-. Es especial y tiene sus cosas. Espero que según pasen los años se le endulce un poco el carácter. Por cierto, Ruggero irá esta semana a por el traje de novio -cambió de tema radicalmente-. Me muero de ganas de verle tan...
-Ruggero es un caballero, estará estupendo.
Se me erizó el pelo de los brazos. Ruggero con traje, con el pelo repeinado, con esos ojos marrones mirando a mi hermana en el altar. Maldita sea , me ponía mala. No quiero arruinarles la boda ni por nada del estilo... creo. Cuando terminamos de comer, sonó el timbre. Vaya, que oportuno. Nadie esperaba visita. Cuando abrí vi a un Ruggero vestido con un traje negro y una corbata a juego. Cuando me vio, carraspeó y se puso las manos tras la espalda. Sonreí. Acababa de aparecer vestido tal y como me lo estaba imaginando en mi cabeza. No es que mi futuro fuera especialmente arrebatador, era muy atractivo y eso es más importante que ser guapo.
-¿De qué te ríes?
-La boda es dentro de un año.
-Karol, vengo de trabajar -dijo pasando apartándome con el cuerpo-. Vengo a ver a Cande
-Después de darte un paseo por mi cabeza ¿No?
-No me jodas, Karol -puso cara de haber visto un fantasma.
-No, no tienes tanto poder de seducción. ¿Como voy a estar enamorada de ti? ¡Estamos locos!
Se pasó la lengua por el labio inferior y miró a los lados, seguramente parra comprobar que no había nadie cerca.
-Me quieres besar -murmuré agarrándole el dedo meñique.
Nos quedamos un momento mirándonos, fijamente, intentando derrotar el orgullo del otro.
-¡Cariño! -gritó Cande. ¿De dónde había salido?
Ruggero me besó la mano rápidamente, me aparté de él, no esperaba aquel gesto.
-Ves, que te dije, es un caballero -murmuró mi madre detrás de mi hermana.
-Venía a buscar a Karol, bueno... iba a por el traje del novio y como no tengo ninguna mujer que me asesore aparte de mi madre -se inventó sobre la marcha.
-En realidad conoces a muchas chicas -dudó Cande entrecerrando los ojos-. No entiendo...
-Creo que tu hermana prefiere estar con los chicos antes de que la agobien en una tienda de novias con la pregunta del millón -dijo y esperó unos segundos-. La de... ¿para cuándo la tuya? Karol está un poco agobiada con el tema, ya sabes, se siente... -movió los ojos rápidamente-, agobiada. ¿No los has notado? Bueno, nos dimos los teléfonos y me lo comentó en confianza. ¿Te parece bien?
-Ruggero, cuando nadie te pide explicaciones, no las des, porque se nota que las mentiras salen precipitadas de tu boca -pensé.
-Llévate a Karol -dijo Cande, no muy convencida.
-¿Puedo ir yo también? -gritó mi madre, loca de contenta.
-Eh... -Ruggero me miró buscando una excusa. Sonreí.
-Ese traje es fabuloso -aplaudió mi madre.
Llevábamos media hora en esa tienda y ya comenzaba a estar un poco cansada. De haber sabido que Ruggero era un tipo indeciso, me había quedado en casa. ¿Por qué fui? Obvio, porque la situación parecía ultra morbosa.
-Es estupendo -comentó la madre de Ruggero.
Estaba sentada en un sofá con cuatro mujeres, mientras que otras dos de la tienda ayudaban a Ruggero a elegir el traje. Teníamos el sitio para nosotros solos, ya que además era un sitio bastante caro. Me sentí totalmente fuera de lugar y lo que más me mosqueaba es que al final hubiera venido todo un grupo de personas. Por un momento pensé que él me había llevado allí para que viera con más claridad que se iba a casar y que entre nosotros no habría nada. Si, era una lección en toda regla.
-¿Qué opinas Karol? -me preguntó mientras se ajustaba la corbata.
-Que estarás mejor desnudo -dije mientras las mujeres soltaron una exclamación-. Quiero decir, que ninguno te favorece y llevamos aquí un buen rato.
Al final todas asintieron. Que hipócritas.
-Os invito a un café mientras ayudo a Ruggero a no arruinar el día de Cande con ese horrible estilismo -dije mostrando un billete de veinte euros a las mujeres. Mi madre lo cogió encantada y al final convenció a las demás para que se marcharan. Joder, cuantas ganas tenía de quitármelas de encima.
Cuando las vi salir de las tienda, me acerqué a Ruggero y las otras chicas fueron a buscar otro traje para el novio.
Él sonrió y me revolvió el cabello.
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AL FIN PUDE ACTUALIZAR , ESPERO QUE LES ESTE GUSTANDOOOOO:)!!!!!!!!!
SE VIENE ATENTXS AL OTRO CAPITULO, CADA VEZ AVANZAMOS MÁS.
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Promesas || Ruggarol || A.
FanfictionAdaptación. Todos los derechos reservados a la autora de esta historia.