Lástima.
Los días se me hicieron muy largos, vacíos y monótonos.
Ruggero me llamaba por teléfono y yo hacía cualquier cosa por ir a verle. Lo hacíamos en cualquier sitio, en su coche, en un hotel, incluso en mi propia cama cuando Cande y mis padres se iban a hacer la compra. Me estaba acostumbrando a su piel, a su manera de mirarme a sus sonrisas. Realmente y me avergüenzo por decirlo, pero me estaba enganchando a él según pasaba el tiempo.
En algún momento, pensé que él quería algo conmigo más allá del juego.
Sus manos viajaban por mi espalda, por mi pecho, por mis muslos. Su boca buscaba mis rincones más ocultos, oh dios, me rendía ante el placer. Recordaba nuestros encuentro una y otra vez mientras comía con mi hermana. Quizás disfrutaba torturándome, porque mi pensamiento me llevaba a Ruggero, pero la realidad lo alejaba de mí. La persona que tenía delante se lo acabaría llevando al altar con el mínimo esfuerzo. ¿Qué le habría demostrado ella? Nada, absolutamente nada. Sólo le había causado problemas, o eso pensaba yo.
Bueno, tampoco penséis que soy la típica tontada que acabó prendada de un tipo que la manejaba como quiere. Eso es muy común, pero no, quizás mi caso no es exactamente así... ¿Qué cuál es la diferencia? Pues... eh... es complicado, porque esto no lo he buscado yo y además...
-Creo que voy a plantar a tu hermana por ti.
-¿Estas de coña?
Estábamos comiendo al aire libre en una terraza céntrica de la ciudad. Su frase me pilló de sorpresa.
-Si, bueno... me lo estoy pasando bien -se estiró-. Bastante bien -resaltó-. Pero tenemos que resolver algo antes.
-¿El qué?
-Me he estado viendo con otra mujer, se llama Keira.
-Anda ya -solté una risotada.
Ruggero se puso serio,me miró de esa manera que hacia que me quedara casi sin palabras.
-Pensaba que eras liberal. A fin de cuentas no te ha importado acostarte conmigo siendo tu futuro cuñado.
-No es lo mismo.
-No es lo mismo cuando te conviene, Karol. Que yo sepa no tengo porque serte fiel, no eres nada mio.
-Entonces me estas engañando al decirme que vas a dejar a Cande por mi. Si eso ocurre, quiero que seas mi pareja no un polvo ocasional -murmuré enfadada.
-No se puede tener todo en esta vida.
-Eres un gilipollas.
-Tú me enseñaste el camino. Me diste las pautas para perder el control, pero cuando todo eso se vuelve en tu "contra" no te conviene. Quien me dice a mi que tú no has ido con otros. Ya que soy infiel a Cande, no te voy a ser fiel a ti, es una contradicción.
-Entonces no la plantas por mi, sino por la diversión que ella te puede arrebatar en cuanto des el "si quiero" -me crucé de brazos-. Estoy flipando, sencillamente, no me lo creo. Para un tío que pensaba que se había dignado a hacerme caso y va... -me di cuenta de que estaba hablando en voz alta-. ¿No has sentido nada por mi?
Ruggero dudó unos segundos.
-Lástima. En realidad siento lástima de ti y de Cande -me acarició el rostro.
-No me creo que no hayas sentido nada... al principio...
-Siéntete ganadora, me quiero quedar con la vida que tú me ofreces. Podemos vernos, follar y quien sabe...
Si, vale, decirlo claramente. Ruggero es un cabrón y yo una payasa. ¿Por qué le hice caso a Cande?
-Karol -tragó saliva-. Sé lo de vuestra promesa.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------
OMGGGGG SE ESPERABAN ESO???????!!!!!!!!!!!
DE QUE PROMESA HABLARA RUGGERO?
ESTÁS LEYENDO
Promesas || Ruggarol || A.
FanfictionAdaptación. Todos los derechos reservados a la autora de esta historia.