Capítulo 12

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Dead promises.

Me senté en uno de los bancos de la iglesia y vi a Ruggero en el altar, estaba impecable. Su madre estaba llorando y su padre levantaba el dedo pulgar.

No sabía que haría Ruggero, pero mi promesa estaba en el aire y  él la había aceptado. Lo único que tenía  claro es que si se casaba, era por hacer feliz a Cande.

El amor tiene caminos que la propia razón desconoce. Allí estaba yo, muerta de envidia y más nerviosa que la novia. Las cosas debían ser como todos esperaban ¿No? Seamos realistas, Ruggero no iba a dejar a mi hermana plantada delante de todo el mundo, no era tan hijo de puta. En el fondo de mi corazón deseaba que dijera la verdad a Cande y que ella le dejara, pero él no iba a confesar por medio a represalias. Bueno, en realidad no sabía porque no lo decía, pero imaginaba que sería por eso, porque no le hicieran sentir culpable. El orgullo le recorría todo el cuerpo.

Mi hermana entró en escena y Ruggero me miró durante unos segundos. Bajé la mirada, me sentía muy incómoda. Ya no era el hecho de imaginármelo  sobre mi cuerpo, acariciando mis pechos, penetrándome mientas gemía en la oreja, no , no era eso. Es que ambos queríamos más, más y más, hasta que nuestros cuerpos se fundieran. Lo que pude entender es que  Ruggero no quería tener una  relación más allá de la que tenía con Cande. Era complicado y ambos habíamos entendido que no se podía tener todo en esta vida.

No quiero decir que la mala de la película fuera Cande, pero ella nos había metido en ese lío.

Se dieron el "si quiero" entre aplausos.

Qué final tan feliz...

Y UNA MIERDA  

Los finales felices no existen. ¿Qué pensabais? ¿Que él se iría con Cande y luego volvería conmigo? No, Ruggero no era así.

La boda fue preciosa y muy especial para mi hermana. Su gran día no tuvo ninguna pega, salió tan perfecto que daba hasta asco. Ella de vez en cuando me miraba con desprecio, haciéndome sentir como una mierda. Parecía decirme con la mirada "yo lo he conseguido, tu morirás sola" . Tenía tantas ganas que ese día terminara, por suerte no fue tan malo para mi.

Sobre las cuatro de la mañana, cuando hasta mi madre estaba borracha y la gente empezaba a bailar el paquito chocolatero, Ruggero me llevó al baño y allí nos despedimos con... un suave beso en los labios, bueno, me toqueteó un poco también, pero todo lo hizo muy despacio y eso me puso más roja que la bebida. Nos deseamos suerte y me dijo que cumpliría su promesa.

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EL SIGUIENTE ES EL FINAAAAL , NO LO PUEDO CREEER!!!!!!!!

QUIERO QUE ME CUENTEN QUE LES PARECIÓ LA HISTORIA

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