Capítulo 5: Reunión inesperada

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Luego de alejarse de las 2 peligrosas mujeres, Ren se dirigió a un famoso restaurante para probar un plato típico de la zona, el Moussaka. Aunque llegó unos días antes a Grecia, se tomó la libertad de disfrutar sus "vacaciones totalmente pagadas" para dormir en la playa e ir a famosos restaurantes para probar las delicias locales.

Después de almorzar, Ren fue a reunirse con su guía de Grecia en la sala del hotel donde se hospeda actualmente. Aunque pareciese que solo vino de vacaciones, él no olvidaría la tarea que le habían encomendado. Cuando llego al lugar designado, buscó un sillón en la sala principal para descansar mientras esperaba a su guía.

Dionora: - ¿Qué haces aquí? - Cuando entró a la sala junto a su sirvienta, descubrió al hombre que la derrotó fácilmente. Con un tono frío y serio, ella le habló.

Ren, quien estaba descansando y tenía los ojos cerrados, repentinamente escuchó una voz conocida. Abrió sus ojos y reconoció a las 2 mujeres, la chica con una cola de caballo castaña y la peligrosa dama rubia. La chica estaba usando un uniforme de sirvienta, el cual le quedaba perfectamente bien. Mientras que la dama rubia estaba usando un vestido azul claro, que resaltaba su esbelta figura. Ren quedó aturdido unos segundos por presenciar a ambas hermosas mujeres paradas frente a él. Si bien ya las conoció durante la playa en sus bikinis, verlas vistiendo otras ropas, un verdadero uniforme de sirvienta y un elegante vestido, les daba un nuevo aire de belleza.

Ren: - ¿Por qué no puedo estar aquí? - No pudo evitar fruncir el ceño y estar alerta, al recordar a esta mujer violenta atacando de repente en la playa.

Dionora: - ¿Acaso eres un acosador? ¿Estás siguiéndonos? - Después de leer los informes del gran aumento repentino de delincuencia y vandalismo en las ciudades vecinas y estimar que esta ciudad sería la próxima en la lista, ella se volvió más cautelosa y precavida. Su orgullo y su cautela, fueron las razones de su pelea en la playa.

Lisa: - ¡Señorita! ¡Tenga cuidado! - Lo decía mientras miraba a Ren como si fuese un criminal.

Ren: - Yo me hospedó en este hotel. Ahora mismo estoy esperando a una chica llamada Dionora Trent, para que sea mi guía por Grecia. -

Dionora: - ¿Qué? ¿Tú eres Ren Dyusanto? - Lo dijo con incredulidad.

Lisa: (¿Por qué me es tan familiar el nombre? ¿Dónde lo escuche antes? ¿Será porque escuche el nombre de nuestro respaldo para esta misión? Pero siento que no es así. Es como si estuviera olvidando algo importante.)

Ren: - Sí, lo soy. ¿Dionora Trent? - Preguntó con la esperanza de que fuese otra persona. Desafortunadamente, él estaba destinado a decepcionarse.

Dionora: - Así es. Supongo que no me queda otra opción más que trabajar contigo. - Con un suspiro, Dionora decidió rendirse y aceptar esta situación. No es como si ella pudiera rechazarlo directamente y cancelar esta misión.

Ren: - ¿Crees que podría cancelar esta misión o darla como fallida? Debería preguntarle a Leonardo. - Preguntó con la expectativa de cancelarlo y así escapar de la dama peligrosa que tenía enfrente suyo.

Dionora miró al hombre frente a ella y no pudo evitar despreciarlo. Esta era una misión muy importante y el fracaso no era una opción. Además, esto afectaría a su historial de misiones exitosas.

Ren: - Bien, tal vez debería seguir con el trabajo. - Lo dijo nervioso al observar a Dionora mirándolo seriamente.

Dionora: - Síguenos. Debemos hablarlo en una habitación privada. -

Ren siguió a las damas por un pasillo hasta una habitación privada. Parecía que este hotel contaba con varias habitaciones para reuniones de negocios, ya que vio varias salas a lo largo del pasillo. Sin distraerse demasiado, entró a la sala y se sentó la silla más cercana. Frente a él se sentaron las damas.

El Octavo CampioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora