Capítulo 10: El poder de un dios

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Dionora: - No comprendes la situación. Solo un Godslayer puede oponerse a los dioses, a menos que un humano realice la absurda tarea de asesinar a un dios. En tal caso, ese humano podrá robar las autoridades, es decir, los poderes divinos de la deidad asesinada. - Como si tuviera una brillante idea, Dionora sonrío.

Rosemary, quien estaba sentada frente a ellos, notó la idea que tuvo Dionora.

Rosemary: - Dionora, ¿podría ser que tengas la intención de convertirte en una Godslayer? -

Dionora: - No soy tan confiada. Desde luego, si hubiera alguna oportunidad, no me importaría llegar a ser alguien como Sir Salvatore Doni o Lord Kusanagi Godou, los últimos Campiones nacidos, aunque eso es sólo una ilusión. Sin embargo, tengo algunas ideas sobre cómo sellar la existencia de un dios o suprimirlo. -

Rosemary: - Eso se determinará en el momento en que te encuentres con el dios hereje. Es probable que no tengas ninguna experiencia previa con los dioses, ¿verdad? -

Dionora: - Sí, es correcto. Precisamente porque no tengo ninguna, quiero adquirir experiencia esta vez. -

Con una sonrisa confiada, Dionora lo declaró. La confianza absoluta en su capacidad y la oportunidad de convertirse en unas de las figuras más importantes del mundo mágico eran la raíz de su actitud. Para los jóvenes magos, el tener dicha oportunidad era el mayor sueño que podrían tener. Por supuesto ninguno de ellos previamente conoció a un dios, sino dejarían de lado su temeridad y bajarían sus cabezas humildemente. Este problema fue la causa para que la maestra de Rosemary lleve a su joven discípula a conocer al Márquez Voban durante el uso de una de sus autoridades.

Rosemary: - Eres joven y talentosa, una genio de tu generación pero aún no conoces el verdadero terror de los dioses. Ruego para que confíes en tus compañeros cuando llegue ese momento. -

Dionora quedó confundida ante las palabras de la bruja de las llamas. ¿A qué se refería cuando dijo "compañeros"? ¿Solamente se refirió a Lisa o también a Ren? ¿Ren? Pero él solo sabe usar sus puños. Ante todas estas preguntas, Dionora decidió ignorarlas.

Ren: - Al menos ya sabemos que Hermes aparecerá en esta isla de Ítaca. ¿Hay alguna razón en especial o fue totalmente al azar? -

Rosemary: - No creo que esto se trate de una simple coincidencia. Los dioses herejes se sienten atraídos por templos y lugares relacionados con ellos en la mitología. Después de todo esta isla tiene una relación muy profunda con Hermes. -

Ren: - ¿Qué relación hay? -

Rosemary: - El rey de la isla de Ítaca es su descendiente Odiseo, o también llamado Ulises. Hijo de Anticlea y Laertes. Anticlea es la hija del argonauta Autólico, quien se había convertido en un exitoso ladrón gracias a su padre, Hermes, el dios de los ladrones. Él le había otorgado el don de poder cambiar el color de todas las cosas que robase, por lo que podía actuar impunemente. -

Ren: - Y pensar que Hermes resulto ser un ladrón y embustero. Yo pensaba que era tan solo el dios de la velocidad. -

Rosemary: - Aunque Hermes era el dios más rápido del Panteón Griego, no era conocido como el dios de la velocidad sino como el dios olímpico mensajero, de las fronteras y de los viajeros que las cruzan, pues era capaz de pisar cualquier parte del mundo. También podía entrar y salir del Inframundo, una hazaña que muchos, incluso los mismos dioses, no podían lograr fácilmente. -

Dionora: - Odiseo, no solo es su descendiente, es el personaje principal de la famosa Odisea, el poema épico griego escrito por Homero que narra la vuelta a casa, tras la Guerra de Troya, del héroe griego Odiseo. Ahí se describe como Hermes lo ayudó durante su viaje de regreso. -

El Octavo CampioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora