competencia

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(Intersector)

La noticia de que el intersector iba a ser en Zaraut voló de boca en boca, bueno, mas bien de móvil a móvil en cuanto la española sacó las listas, estuvimos haciendo las maletas con toda la emoción del mundo, la semana pre- sector fué dura, tuvimos que entrenar y estar concentradas, estuvimos pensando en la función que cada una tenía que realizar en todo momento, en las jugas y también en que habíamos tenido suerte de que nos tocara un lugar con playa.

Las habítaciones eran dobles, Paulita, mi amiga la otra portera y yo estabamos compartiendo una que tení un baño compartido y terraza amplia, estaba fabulosamente bien.

Solo nos dió tiempo a cotillear un poco la habitación y bajar corriendo porque anteriormente Irene, nuestra delegada nos había mandado bajar en cinco minutos.

Mientra bajo las escaleras me vibra el móvil, es un mensaje de Guille, lo abro:

-Seguro que tu culito queda muy bien en uno de esos paisajes vascos- su mensaje de wassap me hace sonreír, como es.

-Respondiendo a tu pregunta inirecta: sí ,hemos llegado bien

Me envía un besito y doy por terminada la conversación.

Paulita y yo somos las primeras en llegar al comedor por lo que, por hacer tiempo nos sentamos en la entrada del hotel.

Se empiezan a escuchar canticos y ambas nos giramos hacia esa dirección.

-Aupa Zaraut aupa...

Levanto mi ceja rapada hacia el grupo mientras comienzan a pasar al hotel.

Se trata de la aficción del equipo vasco contra el que nos enfrentaremos el último día, hoy nos toca contra unas navarras, a las cuales deberíamos ganar, estoy nerviosa.

Casi al final del grupo puedo distinguir una sonrisa juvenil de lo más sexy, se trata de un chico que rondará nuestra edad, y su sonrisa va dirigida a nosotras.

El chico es guapo, y encima lo sabe, así que cuando pasa a nuestro lado tiene el descaro de giñarnos uno de sus ojazos verdes, los cuales hacen contraste con su pelo castao rapado; es alto, muy alto, rondando el metro noventa, musculatura normal y viste bien, pero que muy bien, de mi estilo: pantalones cortos negros de chandal, camiseta y calzetines del mismo color, con unos dibujos de calaveras sacando el dedo y unas converse negras, por supuesto.

-Hola- susurra cuando pasa por mi lado, su aliento cálido choca contra mi oreja y estoy apunto de gadear.

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Me dieron de alta en el psicólogo.

Discutí con Rebeca, ambas pensábamos que yo podía tener TLP, el TLP es una enfermedad mental común, las personas que la padecen tienen dificultad para manejar sus emociones e impulsos, se lo dije a mi madre y pedimos cita para el psicólogo, a regañadientes.

Borrosa realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora