Por muy nerviosa que me ponga la mujer-tortuga, tengo que verla una vez a la semana.
La verdad era que no me daba malos consejos:
-Hay puestas de sol que jamás culminan su ocaso
-¿y a mi qué me importa?-suspira, pidiendo paciencia.
-Las almas que se aman lo bastante no escapan ni persiguen
-Eso no tiene nada que ver con lo anterior-protesto
-¿Seguro?
-No te hagas la interesante
-Una puesta de sol es seguida de otra ¿no?-asiento-las relaciones son iguales, la tuya en cambio nunca terminó por lo que sigue en tu cabeza.
-Puede continuar en mi cabeza no me supone ningún problema-miento
-No debes enamorarte de quien quieres conseguir a toda costa, si no de quien no te haga necesitar salidas de emergencia.
-Me enamoré sin darme cuenta, como cuando cambiamos de estación y las hojas se empiezan a caer, solo que ya era muy tarde para pegarlas.
-Siempre habrá desilusiones ya que estamos convencidos de poder tenerlo todo.
No respondo, ya sabe lo que diré: solo lo quiero a él.
Quiero que vayamos a contar los círculos de un árbol como me había prometido tantas veces, deseo demasiado que esa promesa se haga realidad.
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Borrosa realidad
RomansaEstoy terminando de escribir la lista. Tengo una obsesión con las listas. Me ayudan a amueblar la cabeza. Las escribo en el instante en que se me ocurre la idea, para que no se me olviden, como ahora en mitad de la clase de educación física, al meno...