(7-2-2016)

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Por muy nerviosa que me ponga la mujer-tortuga, tengo que verla una vez a la semana.

La verdad era que no me daba malos consejos:

-Hay puestas de sol que jamás culminan su ocaso

-¿y a mi qué me importa?-suspira, pidiendo paciencia.

-Las almas que se aman lo bastante no escapan ni persiguen

-Eso no tiene nada que ver con lo anterior-protesto

-¿Seguro?

-No te hagas la interesante

-Una puesta de sol es seguida de otra ¿no?-asiento-las relaciones son iguales, la tuya en cambio nunca terminó por lo que sigue en tu cabeza.

-Puede continuar en mi cabeza no me supone ningún problema-miento

-No debes enamorarte de quien quieres conseguir a toda costa, si no de quien no te haga necesitar salidas de emergencia.

-Me enamoré sin darme cuenta, como cuando cambiamos de estación y las hojas se empiezan a caer, solo que ya era muy tarde para pegarlas.

-Siempre habrá desilusiones ya que estamos convencidos de poder tenerlo todo.

No respondo, ya sabe lo que diré: solo lo quiero a él.

Quiero que vayamos a contar los círculos de un árbol como me había prometido tantas veces, deseo demasiado que esa promesa se haga realidad.

Borrosa realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora