|Mi sexy abusador| [Yaoi/Chico x Chico]

Introducción:

Era una noche de aquel miércoles, como cualquier dia otra vez no podía dormir.

Miré hacia el techo y vi la pintura blanca con la cual estaba pintada, mi estómago me dolía, pero no era un dolor como los que tenía.

Estaba sin poder pegar los ojos, mañana tengo escuela y no podré estar atento a mis clases, miré mi celular: 11;49pm.

Y yo muriendome con mi dolor de estómago, me levanté de mi cama y me dirigí al baño con tal de tomarme una aspirina o algo así.
Me mire al espejo y mi cabello castaño caía a mi cejas. Abrí el cajón y llené un vaso con agua y me tome la pastilla.

De pronto noté que la ventana de mi cuarto estaba abierta, pensé que la había dejado así, pero recorde que no había sido yo, la cortina se movía con el viento frío del otoño mientras la luna iluminaba mi cuarto y cerré la ventana muy confundido.

- Psssssst... - Susurró alguien.

Mi cara puso una expresion muy asustada y mire a todas partes tratando de averiguar quien habia sido. Miré mi cama y noté que estaba alguien debajo de ella, di un paso ligeramente hacia esa dirección y con los nervios de punta me puse de rodillas para ver quién podria ser.

- (Susurrando) Será mejor que guardes silencio mi cachorrito.

"Esa voz". - Pensé.

- No es posible que seas tú Jim. ¿Dónde estas?. - Dije esperando una respuesta.

Jim salió debajo de mi cama, con ese uniforme naranja y la cara llena de suciedad.

- Jim: ¿Me extrañaste cachorrito lindo?. - Preguntó extendiendome sus brazos.

Mi cara solo se puso roja como tomate como antes, y terminamos abrazados después de tiempo de no verlo. No pude contener mis lagrimas al tenerlo de nuevo conmigo.

- Jim: Te amo Adrián. Pero no sé cuanto tiempo estaremos juntos. - Tomó mis mejillas y bajo la luz de la luna llena presente, nuestros labios se unieron una vez más.

- Jim, quiero pedirte un favor. - Tomé su gran cuello con mi manos y lo mire a los ojos.

- Jim: Claro, dime ¿Qué necesitas?

Tomé sus grandes manos y las puse en mi pecho.
"No me olvides nunca por favor". - Decía con lagrimas en los ojos.

Sólo nos tomamos de las manos mientras uniamos nuestros cuerpos mutuamente.

Y el sonido de las patrullas se acercaban a mi casa, ambos lo notamos y empezamos a llorar desenfrenadamente, Jim tomó mi cabello y me dio un beso en la frente mientras miraba su cara llena de lagrimas.

"Será lo correcto, y no te fallare lo prometo".- Me susurraba al oido.

Pero, todo comenzó ese día, ese magnífico día cuando vi su cara por primera vez. Esa sonrisa, que me enamoro. Ese día, cuando mi vida dio un giro inesperado de 180 grados.