Capítulo 34:

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POV ADRIAN:

Negué y negué tratando de convencer al Juez de lo que estaba diciendo aquella chica, el sólo me dijo que me tranquilizara, que el recuerda haber hablado con Jim sobre estas cosas, Chris Violet era conocido por ganar juicios a como de lugar, por medio de trampas o de sobornos, el era llevado a la victoria siempre, sin embargo el nunca quizo dejar este caso sin resolver, por lo que el Juez Falcón me creyó más a mi, que a ese desgraciado vestido de traje.

El tiempo se descanso terminó, por lo que ya no sería necesario quedarme en el estrado y me fui directamente al asiento que estaba vacío.

- Alejandro: Me da mucho gusto que por fin hayas abierto los ojos amigo. - Dijo abrazandome los hombros. - ¿Qué paso con Kiim?.

- El idiota me quería vender a Italia con tres tipos que le ofrecieron dos mil dólares.

- Alejandro: ¡No inventes!, y ¿Qué harás ahora?. - Dijo algo sorprendido. -

- Acabaremos con esto y después iré a gastarme el dinero que Kiim tenía ahorrado en sus maletas, Mínimo tendría acumulados unos veinte mil dólares en sus tarjetas. - Dije sonriendo descaradamente. -

- Alejandro: Me encanta verte así de feliz. -

Los testigos salieron del pequeño cuarto mientras, Jim hablaba con su abogado de lo que había pasado, Chris estaba tranquilo con una gran seguridad de que este caso ya lo había ganado, sin embargo, la última decisión aun no estaba tomada.

- Juez: Señores. - Comenzó a hablar. - Hemos tomado una decisión, hicimos lo mejor posible para llegar a un acuerdo y estaré de acuerdo con lo que dicte el jurado.

Se levantó una señora de aproximadamente unos 45 años, que estaba sosteniendo unos papeles mientras se acomodaba los lentes cuadrados que traía puestos.

- A pesar de todas las cosas buenas y malas que las personas hagan. - Comenzó a hablar. - nunca es tarde para comenzar a cambiar. El jurado encontramos al señor Jimmy Folletk...

- Por Dios, que pase algo bueno hoy. - Pensé.

- Alejandro: Todo estará bien. - Me miro fijamente. -

- ... culpable de la muerte de la señorita Elizabeth McLuhan, por lo que se dictará la misma sentencia de antes, esperando contar con ayuda psicológica para el joven, permitiendo la visita de sus familiares y amigos en un tiempo de cuarenta minutos a una hora. Es todo. - Dijo aquella mujer.

Sentía que el mundo se me venía encima al escuchar la última decisión que tomaron una vez que escuche eso, note como Jim abrazaba a su abogado con la cabeza baja mientras este trataba de explicarle como fue que sucedió esto.

- Juez: Lo siento mucho pero, por las órdenes que me atacan estipular, Jimmy Folletk. - Lo miro seriamente. - te dictó sentencia de cinco años y dos meses con derecho a libertad condicional por $50,000 dólares, hicimos lo posible pero en esta ocasión la decision fue tomada. - Golpeó el martillo en el círculo de madera. - He dicho.

- ¡¡¡No es posibleee!!!. - Grite llorando. -

Alejandro tomó mis hombros y abrazandome me con solo diciéndome que todo estaría bien. Pero, como decirle ahora a mi corazón lo que estaba pasando... Jim estaba siendo esposado enfrente mío sin decir una palabra.

- ¡¡No se lo lleven!!, ¡¡¡Esperen!!!. - Dije desesperadamente mientras corria a sus brazos. -

- Jim: Estaré bien cachorrito, no te preocupes por mi. - Dijo con lágrimas en los ojos.

Tomé aire y rodee su cuello con mi brazos mientras mis lágrimas caían a mares por mis mejillas, restrego su cabello en mi cara mientras trataba de calmarme diciéndome que todo estaría bien, que no me preocupara de absolutamente nada.

- Jim: Te amo cachorrito. - Dijo dándome un beso en la frente. - nos veremos pronto.

Los oficiales me alejaron de su cuerpo mientras se lo llevaban esposado enfrente de mi, quería irme con el a donde se lo estaban llevando, pero no me lo permitían para nada, mi corazón se partió en millones de partes al ver la cara asustada que tenía en ese momento cuando cruzó la puerta al otro extremo de la habitación.

Se nos ordenó que salieramos ya que el Juicio había concluido, Alejandro sólo me abrazaba mientras yo seguía llorando como si me hubieran quitado la mitad de mi alma.

- Richard: No puedo creer que tengas que jugar sucio por destruir una relación así Chris.

- Chris: Lo siento mucho, pero no me importa en lo absoluto, hicimos justicia, total, ¿Qué son cinco años?. - Dijo en tono burlón.

- Alejandro: Ojala se pudra en el infierno, nadie tiene la culpa de la vida tan inútil y basura como la tiene usted.

- Chris: Lo entiendo, y créeme, nadie de aqui te lo preguntó mocosito.

El idiota de Chris salió por el elevador mientras trataba de calmarme y no golpearlo en ese momento, este sentimiento de ansiedad e impotencia no lo sería desde hace tiempo, pero ahora que el Juez Falcón se vaya a Canadá, no tendré la misma suerte de poder tener un día a un lado de el.

- Alejandro: Nos tenemos que ir, mañana veremos que sucederá con el, ¿De acuerdo?. - Dijo levantando mi cara. -

- Richard: Yo... podría darles información de todo lo que pase con Jim, les doy mi tarjeta, sólo llamenme si necesitan algo.

El abogado de Jim nos extendió una tarjeta con su número telefónico dándonos instrucciones de como son estos procesos y que tiempos pueden llegar a durar, cerré los ojos pidiéndole a Dios que estuviera bien, creo que volver a perder la libertad le fue como un golpe directo al corazón.

- Juez: Pequeño. - Dijo por detrás. - ¿Tienes un minuto?. -

- Oh claro... - Me dirigí a el mientras se sentaba en su oficina. -

- Juez: ¿Te das cuenta de lo que acaba de pasar cierto?. - Me pregunto quitándose sus lentes dejándolos en su mesa. -

- ¿Qué Jim estará en la cárcel otra vez?. -

- Juez: Si y no, Violet volvió a hacer de las suyas, pero... no es eso de lo que quería hablarte, hay algo que debo darte y que debo hacer ahora.

Abrió una caja fuerte y metiendo la mano... sacó un sobre de papel polvoso lleno de telarañas por todos lados.. la dejó en la mesa mientras yo la miraba con curiosidad.

- Juez: Es... lo único que le queda de su familia, espero que cuando todo esto termine se la entregues, porque ambos sabemos que Jim no hizo lo que dijo Violet, así que no te preocupes, yo ya no estaré aquí, pero.... Jim lo estará para ti.

- ¿Es la carta que le dejo su bisabuelo no?. -

El Juez Falcón asintio sornientemente mientras limpiaba sus anteojos.

- Juez; Espero volver a verte pronto pequeño. - Me extendió su mano. - fue un gusto haberte conocido Adrian, eres un buen chico, y cuida de Jim, en serio te necesitará pronto.

Correspondi su saludo y abrazandolo, me despedí amablemente de el, hicimos lo que estaba en nuestras manos, pero mis lágrimas no podían quedarse en su sitio por lo que una que otra salieron de mis ojos.

- Cuidese mucho Juez, y buen viaje. - Me despedí de el con un sonrisa y salí de su oficina con el corazón triste pero me di cuenta que, así tiene que ser la vida, unas personas llegan, y otras a mi parecer...

... se tienen que ir.












|Mi sexy abusador| [Yaoi/Chico x Chico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora