|Mi sexy abusador| [Yaoi/Chico x Chico]

Capítulo 10:

POV ADRIAN:

Pasaron unos veinte minutos hasta la casa de Alejandro, pensé en todo el camino todo lo ocurrido en la casa de Jim.
El tener que dejarme llevar por alguien como el, no suele pasar todos los días.

Sin embargo... esa mirada aterradora que tenía antes de que terminaramos en su cama, sólo me dejaba pensando otras cosas.

No tenía idea de que tuviera ese par de ojos luminosos y llamativos, pero me haré a la idea de que esto que acaba de ocurrir fue por diversión, no por alguna cosa que tenga que ver sentimentalmente con el.

- Alejandro: ¡¡Amigo!!. - Me abrazó fuertemente. - ¿¿Cómo estas después de tu tarde de pasión??. -

- Sólo... - Me moría del dolor interno en las caderas pero no podía comunicárselo a mi cara. - Deja de hacer eso. - Lo aleje de mi mientras le apuntaba con el dedo.

- Alejandro: Vamos entra, tienes que contarme todo lo que ocurrió. -

Entré a su casa dirigiendome al sofa, no dejaba de quejarme del dolor a pesar de que ya había pasado tiempo sin sentirlo.

- Alejandro: Pronto estarán listas las sopas, así que... - Me lanzó una mirada aterradora. ¡¡Cuéntame!!. -

- Pues... sólo estaba en su casa, ocurrió algo con Yuri y...

- Alejandro: ¿Yuri?, ¿Quien es el?. -

- Un vecino que vive en el mismo lugar que Jim, nos subimos a su departamento y... y... ahí lo hicimos. -

Alejandro sólo mostraba una cara de eterna felicidad, como si el hubiera sido quien se acostó con el.

- Alejandro: Oh por Dios, te convertiste en todo un personaje... y te dije... sólo llevas ¿Qué?... Dos días de conocerlo y ya te metiste a su cama. - Me felicitaba como si fuera un gran logro el que alcanze.

- Alejandro: Pero... a ti te ocurre algo, ¿Sucedió algo raro con el?. -

Y como siempre, tiene el poder de leer mi mente como si se tratara de algún científico loco.

- Cuando me estaba besando, note que tenía algo raro en los ojos, como si su mirada cambiará de repente y...

- Alejandro: ¿No pareciera el mismo?. - Terminó mi oración.

- Alejandro: ¿Entonces... aun no te haz enterado de eso verdad?.

- ¿Cómo que de eso?. - Pregunté confundido.

Se dirigió a su habitación mientras me decía que esperará aquí, un sentimiento de ansiedad y nerviosismo atacaban mi pecho, pensando en las mil cosas que podrían estar pasando.

- Alejandro: Cuando el maestro te pidió asesorar a Jim, ¿Te dio unos documentos no?. -

- Sii, ¿Pero eso que tiene que ver con lo que le pasa a Jim?.

- Alejandro: Pasa que te dio un expediente con sus datos y su información personal, ¿No los leíste o si?. -

Sólo negaba asustado mientras tecleaba palabras en su laptop.

- Alejandro: Mira. - Me enseño un sitio web de una página clínica y de problemas mentales.

- Jimmy Folletk. - Empeze a leer. - Hombre Edad: 22 años, Enfermedad Diagnosticada: TLP.

- ¿Que significa eso?. - Señalé a la pantalla.

- Alejandro: Es una enfermedad mental que ataca a la zona del cerebro, te dan cambios de personalidad y te vuelve otra persona cierto tiempo.

- Ósea, que lo que estaba haciendo con el, sólo fue un ataque de su enfermedad, ¿Cierto?, No estaba con Jim totalmente. - Dije con un alivio que hasta el dolor de piernas se me quitó por un instante.

- Alejandro: Personalmente estuviste con el, pero mentalmente no. - Me dio una palmadita en el hombro.

- Pero, ¿Porque tiene eso?, ó ¿De que se genera?. - Pose mi mirada ante mi amigo.

- Alejandro: Cuando tiene un trauma muy grande o tiene un recuerdo muy fuerte, el cerebro tiende a cambiar con el tiempo, si el trauma no se le quita del cerebro. - Dejó un momento para suspenso. - Poco a poco deja de ser el mismo para convertirse en alguien más.

- Me estas asustando. - Dije para que dejará de hacer eso. -

- Alejandro: ¿Te dijo algo que le haya causado algún trauma?, ó simplemente le paso algo cuando estaba de militar.
Iré por la comida, sigue revisando.

Después de que saliera disparado del sofa, volvi a mirar la pagina medica en la que estaba, al parecer cuando están en ese hospital, las enfermedades son más delicadas de lo que parece.

Desde salpullidos, varicela, hasta cáncer de todos tipos.

- Alejandro: ¿Te doy un consejo?. - Se sentó con las sopas ya cocinadas. - Cuando llegue el momento de que Jim se descontrole, yo que tú, aprovechaba todo el cuerpo que se carga, ¿Para que crees que son esos ataques amigo mío?. -

- Sólo fue algo que... sucedió. - Moví la sopa con el tenedor. - No volvera a pasar de nuevo.

(Tocan a la puerta).

- Alejandro: Veré quien es. -

Se acercó a la puerta mientras se limpiaba los restos de verdura que tenia en la cara, como un niño de seis años, ridículamente lo hizo con el puño de su suéter.

- Tod: ¡¡Mi primo favorito!!, ¿Estan mis tios contigo?. - Abrazo de la cintura a Alejandro elevando al aire mientras abría la puerta.

- Alejandro: Solo Adrian esta aquí. - Señaló a la sala.

- Tod: ¿¿Adrian??. - Me miro muy sorprendido.

- ¡¡Oh por Dios!!. - Dejé el recipiente de unicel en la mesita repentinamente y abraze al viejo amigo que tenia años sin ver.

- Tod: Mírate, tienes la misma cara de niño inocente que tenías hace años, por lo que veo, no creciste mucho ¿Verdad?. - Tomo mis mejillas y las apretó con suavidad.

- Te sentaron muy bien los años, no dudo que haz estado metido día y noche en el gimnasio ¿no?. - Lo mire discretamente a la cara tan indescriptible que tenia.

- Tod: Bueno, he estado algún tiempo, ya sabes: brazos, espalda y algo de abdominales, pero eso no es a lo que vengo.
Quiero invitarte a mi fiesta mañana, Alejandro ya te había dicho... - Me extendió un papel, al parecer una invitación. - ...pero quería hacerlo personalmente.

- Mañana estare sin falta, ¿En dónde será?.

- Tod: En Hukkert Street's. Alejandro ya sabe, así que el te acompañe. -

- Alejandro: Deberías invitar a Jim, no estará de más. -

- Ahhhh. - Me puse a pensar en cómo resultaría la fiesta si el va. - No lo se, tal vez no quiera ir. -

- Tod: Bueno. - Me dio otra invitación. - Si quieres llevarlo, no hay problema. -

Le agradecí amablemente. Y nos pusimos a recordar las cosas que hacíamos Tod y yo cuando éramos niños.
Lo conocí cuando tenía 5 o 6 años, mi mamá y la suya eran buenas amigas antes, pero por motivos mayores, años después se cambiaron de ciudad.
Dejando esta amistad por alto, me alegra el hecho de que las cosas sigan estando bien y que no haya pasado nada en este largo tiempo.

Pero recordé el favor que tenia pendiente con el militar solitario, por mi no hay problema, el problema es el hecho de que me da miedo si uno de sus ataques lo atacan en la fiesta.
No pasará nada, pero trataré de hacer algo por el... y por mi.