Capítulo 1

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Nota de la autora: Quiero recordarles que este no es un texto bien procesado y profundo dado que fue un trabajo para colegio hace 3 años junto a dos compañeros. Escribir una novela entre 3 personas no es fácil, es mucha información y muchas opiniones, es por ello que hay de todo en esta novela.

Sin mas que decir, ¡disfruten! Y si quieren leer algo realmente profundo, los invito a leer mi novela mas actual: "Caos de destino". 

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Su cabello dorado me hipnotizaba, lo pude notar desde que era pequeña, y en el momento que se me presento nuevamente, sus ojos azules me hicieron presa del amor. Sus alas volaban hacia mí tan rápido que apenas me pude dar cuenta que algo iba a estar a punto de sucederme... Entonces sentí como si el impacto no lo absorbiera mi cuerpo, sino él.

Luego, su belleza angelical junto a él, desaparecieron. Estaba sola.

Me acerque a la notaria de los guardianes, un edificio grande, nuevo con dos anillos de nubes rodeándolo en la parte superior.

Fui designado a este cargo simplemente por mi rol en la tierra. Después de morir, me di cuenta que no había completado lo que quería allí abajo, y deseaba enmendar errores ayudando al resto.

Me acuerdo la primera vez que vine por un trabajo, ese típico nerviosismo de acercarse a un mundo totalmente desconocido y diferente. No sabía que sería de mí, y que cosas tendría que pasar, más solo me entregue y supe el rol que debía ejercer. Un ángel guardián. Fue una chica de cabello rojizo y ojos pardos, que había nacido el mismo día que asumí mi cargo de Guardián. Fue una gran responsabilidad, y eso produjo que no pude ayudarla como quise. La chica obtuvo una enfermedad, y no fui capaz de alertarla sobre sus síntomas. Tiempo después, murió. Una pequeña de tan solo siete años y aún me siento culpable, aunque realmente lo fui.

Después de aquel incidente, tuve un mentor que me vigilaba y ayudaba cuando lo necesitaba. Se llamaba Glenn, un hombre de tés morena y cuerpo fornido, sus ojos amarillos me cohibían ya que parecía un águila acechando. Tuve más personas a quien cuidar, las vi nacer y morir... Las acompañe en su lecho de muerte, admirando como sus seres queridos lloraban y lamentaban su partida.

Pero un día, cuando acompañe a Arnold a caminar hacia la luz, me aferro las manos y me dio las gracias por todo el tiempo que pase junto a él. Me confesó que siempre supo que alguien lo estaba cuidando. "–Hiciste un gran trabajo –me dijo." Se murió de viejo, a los 92 años, pero aun teniendo tanta edad aun estaba cuerdo y generalmente su optimismo estaba alto con sus nietos.

Lo entregue a las manos del ángel de la muerte, Arnold me sonrió y se despidió desplegando su mano para decirme adiós. Cuando llegué al cielo, me llamaron de la notaría de guardianes, diciéndome que tenían otra persona designada para mí... Una tal Emily.

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PD: Notese que le cambiaré la tonalidad a las plumas de la portada en cada cap. 

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